Cooper Flagg es el nombre del momento en la NBA. Elegido como el número 1 del draft por Dallas Mavericks, el alero o ala pívot de 18 años y 2,06 metros de altura, descolló en su única temporada con el equipo de la Universidad de Duke, los Blue Devils, a los que llevó hasta las semifinales del campeonato de básquetbol universitario. La joven promesa no solo llamó la atención de los ejecutivos de la liga, sino también de los equipos de marketing de distintas empresas.
Flagg ya firmó contratos multianuales con la marca New Balance y el retailer de productos deportivos Fanatics por un valor de US$ 28 millones, según reportó la prensa estadounidense.
Alcanzar este tipo de acuerdos era imposible hasta hace un tiempo. Luego de años de oponerse, la NCAA (siglas en inglés de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria) habilitó en 2021 la posibilidad de que los deportistas universitarios firmen contratos con marcas relacionados a la explotación de su nombre, imagen y semejanza (acuerdos NIL en inglés) por los cuales reciben un pago.
Flagg se convirtió en uno los deportistas universitarios más prolíficos en acuerdos comerciales. Varios de esos patrocinios lo acompañarán ahora que dio el salto a la NBA. Es el caso de Fanatics, que seguirá ejecutando un contrato comercial valorado en US$ 15 millones. New Balance también calzará a Flagg en la liga, como ya lo hacía en Duke, a cambio de un pago multianual de US$ 13 millones.
El plan de la marca deportiva es establecer al joven como uno de los rostros de su línea de calzado para básquetbol, donde ya cuenta con figuras como el astro de Los Ángeles Clippers, Kawhi Leonard, el jugador de los Philadelphia 76ers, Tyrese Maxey, y la estrella de Los Ángeles Sparks, Cameron Brink.
Otras marcas ya se han acercado a Flagg. Gatorade lo ha incluido en algunas de las campañas promocionales desde el año pasado. El alerto también ha posado para la empresa de telecomunicaciones AT&T, la marca de mobiliario Cort Furniture y la plataforma de comercio electrónico The NIL Store.
Su confirmación como el 1 del draft y su incorporación a la NBA también atrajo a BOSS, marca perteneciente al grupo alemán de moda Hugo Boss, que lo designó la semana pasada como nuevo embajador
En la cancha
Esos ingresos fuera de la cancha complementan su salario. En su primer contrato como jugador profesional de la NBA -en la categoría de novato-, Flagg se aseguró un pago de US$ 62,7 millones en un período cuatro años. El monto supera lo que acordaron otros jugadores seleccionados en el primer lugar del draft: el número 1 de 2024, el francés Zaccharie Risacher, firmó con Atlanta Hawks por cuatro años y US$ 57 millones, mientras que en 2023, Victor Wembanyama, se comprometió con los San Antonio Spurs por el mismo lapso y US$ 55 millones.
Los números de Flagg dentro de la cancha han impresionado a la NBA: con Duke promedió 19,2 puntos, 7,5 rebotes, 4,2 asistencias, 1,4 tapones y 1,4 robos por partido, con un 48,1% de acierto en tiros de campo y un 38,5% en triples. Estas estadísticas le ayudaron a ganar todos los premios nacionales al mejor jugador del año.

Ahora afrontará un desafío importante en Dallas, una franquicia con estrellas como Kyrie Irving y Klay Thompson que tiene expectativas de ganar un título de NBA.
Los ojos de la liga, los fanáticos y las empresas se posarán en el «32» de los Mavericks.