Descongelar la innovación: por qué Uruguay necesita el acuerdo con la Universidad Hebrea

Las críticas y posicionamientos geopolíticos deberían canalizarse por vías que no comprometan oportunidades para investigadores, emprendedores, ni para el desarrollo de largo plazo del país.

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Uruguay se propone convertirse en un referente mundial en materia de emprendedurismo e innovación. Sin embargo, apenas un día después de que una delegación de universidades, centros de investigación y empresas visitara Israel para estrechar lazos en esa dirección, el gobierno decidió congelar el acuerdo que la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) había firmado con la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Sobre estos dos pequeños países

Israel tiene una superficie algo menor que los departamentos de Tacuarembó y Rivera combinados, en la que habitan casi 10 millones de personas. Prácticamente 60% de ese territorio es desierto, y escasean los recursos naturales.

Ante estas restricciones, Israel históricamente ha debido innovar para proveerse de recursos, de la mano de la visión de Shimon Peres de transformarse en una “Nación de Empresas Emergentes” (“Start-up Nation”). Así lograron inventar por ejemplo la irrigación por goteo para maximizar el uso del escaso recurso hídrico, desarrollar plantas desalinizadoras para incrementar el suministro de agua potable, modificaciones genéticas de cultivos.

Es el país del mundo con mayor gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) como porcentaje del PIB (6%), muy por encima del promedio de la OCDE (2,7%). también lidera en número de startups per cápita, y en inversiones en capital de riesgo. Como resultado, la industria de alta tecnología se transformó en su principal motor económico: 12% de la fuerza laboral, 20% del PIB, 53% de las exportaciones, y más de 90 unicornios (empresas valoradas en más de US$ 1.000 millones).

Uruguay, por su parte, apuesta a generar un ecosistema emprendedor e innovador que pueda ser motor de desarrollo de largo plazo. Esto se refleja en el Uruguay Innovation Hub, lanzado por el gobierno anterior, y en Uruguay Innova (U+I), impulsado por el actual.

En 2023, el sector servicios de tecnologías de la información exportó US$ 1.786 millones (80% a Estados Unidos)[1]. Hace unos años, por primera vez, una empresa uruguaya logró entrar en la categoría de unicornio. Sin embargo, el país tiene un rezago importante en innovación tecnológica.

Según el Índice Global de Innovación 2024 de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual[2], Uruguay ocupa la posición 62 de 133 países. Entre las naciones de ingresos altos, se encuentra 44 de 51, y en América Latina, en el 5 de 20. Aunque ha mejorado en insumos de innovación (gasto en I+D y educación, graduados en carreras afines, investigadores, ranking de universidades, capital de riesgo recibido, diversificación industrial, y empleo relacionado), retrocedió en resultados: menos patentes, unicornios, manufacturas y exportaciones de alta tecnología, entre otros. En 2023, el gasto en I+D fue 0,63% del PIB.

Sobre el acuerdo congelado

En 2008, Uruguay e Israel firmaron un acuerdo sobre cooperación bilateral en investigación y desarrollo industrial del sector privado[3]. En ese marco, ANII y la Autoridad de Innovación de Israel han lanzado diversos llamados conjuntos.

De esos esfuerzos surgió el acuerdo firmado con la Universidad Hebrea de Jerusalén en diciembre de 2024, cuyo objetivo era “promover la cultura de innovación, emprendedurismo, e inversión de impacto en Uruguay; fortalecer las capacidades de investigación, formación, innovación, y emprendedurismo en ambos países; y facilitar la concreción de proyectos innovadores, de transferencia tecnológica, e inversiones, creando una conexión virtuosa y permanente entre los ecosistemas de innovación de ambos países”[4].

En el marco de este acuerdo se creó la Oficina de Innovación y Emprendedurismo (OIE) de ANII en Israel, con asesores fuertemente conectados al ecosistema empresarial local. Las áreas de interés incluyen tecnologías digitales avanzadas (IA, big data, aprendizaje automático), biotecnologías (salud humana y animal, alimenticias, agro-tecnología, farmacéuticas), tecnologías verdes (cambio climático, economía circular, hidrógeno verde).

La decisión de congelar el acuerdo ha estado en el debate público en las últimas semanas, tanto por razones geopolíticas, como por la renuncia de Salomón Vilensky[5], uno de los asesores de la OIE. Vilensky, uruguayo radicado en Israel, dirige el Parque Industrial de Dalton, uno de los más grandes de Israel, que concentra 25 empresas de la industria farmacéutica, medica, vitivinícola, entre otras. Su idea era replicar en Uruguay experiencias exitosas de innovación y atraer inversiones globales, como la instalación de Nvidia, gigante de la computación en IA.

La OIE cuenta también con otros asesores como Harold Weiner, también uruguayo radicado en Israel, y fundador del fondo Terra Venture Partners que apoya a 24 empresas emergentes en áreas como energía, medicina preventiva, alimentación y agricultura.

Sobre algunas oportunidades que podrían derivar del acuerdo

Uno de los primeros pasos previstos era un curso de la Universidad Hebrea de Jerusalén para capacitar tomadores de decisión en instituciones académicas y de investigación uruguayas. Esto, con foco en replicar en nuestro país su Oficina de Transferencia de Tecnología (TTO) que ha incubado más de 150 startups. Operada por la empresa privada Yissum, actúa como puente entre investigadores y el sector productivo, asesorando sobre patentes, licencias, creación de empresas, y vinculación comercial.

En segundo lugar, el objetivo de traer empresas de Israel a Uruguay, apalancándose en la capacidad de investigación local, posicionaría a Uruguay como puerta de entrada para empresas internacionales en América Latina. También le permitiría servir como “mercado piloto” de ingresos altos para probar productos y servicios antes de expandirse a mercados desarrollados de mayor porte como Estados Unidos y Europa. A la vez, abre la puerta a que empresas uruguayas hagan lo mismo en Israel, y accedan a capital de riesgo en mejores condiciones.

Hoy operan en Israel más de 9.000 startups, muchas con aplicabilidad directa para nuestro país, desde métodos biogénicos para combatir cianobacterias o mejorar la productividad de plantas potabilizadoras, hasta esterilización de mosquitos en zonas con riesgo de dengue, cursos universitarios personalizados con IA, sustitutos al plástico a partir de residuos en vertedero, tecnologías electrocatalíticas para producir hidrogeno directamente a partir de agua residual, paneles fotovoltaicos imprimibles a partir de perovskita para uso interior, o prototipos de fusión nuclear compacta, por mencionar algunas.

Además de startups, empresas consolidadas, como Mekorot, la empresa nacional de agua, con amplia experiencia en gestión hídrica ante la escasez de recursos, o Checkpoint, gigante internacional de la ciberseguridad, también presentan oportunidad de aprendizaje para nuestro país.

Si bien ambos países tienen amplios beneficios potenciales en la colaboración, la oportunidad es claramente más importante para Uruguay, que está rezagado, con menor capacidad de inversión, y en búsqueda de nuevos motores de desarrollo para una economía con bajo crecimiento.

Las críticas y posicionamientos geopolíticos deberían canalizarse por vías que no comprometan oportunidades para investigadores, emprendedores, ni para el desarrollo de largo plazo del país.

Si Uruguay quiere ser realmente una nación de innovación, necesita aprender a descongelar acuerdos antes de que se congelen también las oportunidades.

- El autor, Felipe Bastarrica, es Director Ejecutivo del Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable (UCU)

[1] https://www.uruguayxxi.gub.uy/uploads/informacion/b79065a583a4e1440ea98f99d7cf85a5bcf33bfe.pdf
[2] https://www.anii.org.uy/apoyos/cooperacion/443/oficina-de-innovacion-y-emprendedurismo-de-uruguay-en-israel/
[3] https://www.impo.com.uy/bases/leyes-internacional/18736-2011/1
[4] https://www.anii.org.uy/apoyos/cooperacion/443/oficina-de-innovacion-y-emprendedurismo-de-uruguay-en-israel/
[5] https://www.elpais.com.uy/informacion/politica/renuncio-el-asesor-uruguayo-en-la-oficina-de-innovacion-de-uruguay-en-israel-tras-medida-del-gobierno-de-suspender-acuerdo

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