En la casa de Miguel Ángel Cufós hay un rincón con instrumentos. Es su rincón. De las paredes cuelgan cuadros con fotos de los años de Karibe con K, acompañado de famosos como Xuxa, Marc Anthony, José Alberto “El Canario” o Enzo Francéscoli. También los reconocimientos ganados. Pero los cuadros más grandes enmarcan otra cosa: las chaquetas lucidas por el grupo de música tropical que marcó un antes y un después en el género. Por ahora son 12 cuadros, pero hay chaquetas para más.
“Mi vieja las tenía guardadas en un baúl grande en su casa. Un día las vi, me probé la chaqueta que usé cuando estuvimos con Xuxa y me quedaba bien todavía, solo tenía que meter un poquito la panza”, cuenta entre risas. “Entonces a mi señora se le ocurrió la idea de encuadrarlas”, agrega y cruza miradas con Paola, con quien convive hace 3 años.
Se puso en campaña para ir a buscar una por una las chaquetas y pidió en Sondor toda la discografía de Karibe con K para poder identificar a qué año correspondía cada una. “Nosotros cambiábamos los trajes dos o tres veces en el año, entonces al primero lo tenía clarísimo, pero después ya no me acordaba el orden”, admite.
La tarea comenzó a mediados del año pasado, de a poco. Hubo que tener en cuenta los tiempos del responsable de encuadrar y que, además, todo sale su dinero. “Pero me parece que fue plata bien gastada porque es un recuerdo que me va a quedar para toda la vida y el día que yo no esté, quedará para mis hijos”, dice haciendo referencia a sus cuatro descendientes.
Cuenta que hay dos chaquetas que el público identifica como las más emblemáticas de Karibe. Una es la blanca con charreteras y la otra de color azul. “Son los trajes que si la gente que siguió a la banda cierra los ojos, se acuerda enseguida”, dice al tiempo que va señalando cada una de las que hay colgadas en las paredes de toda la casa, más allá de su rincón.
Hay una con lentejuelas, otra de color verde de cuando todos se vistieron de un color distinto tomando a la película La Máscara como inspiración o la colorida que lucía cuando estuvo con la Reina de los Bajitos. “También hay un quimono rojo que se lo regalé a un amigo”, apunta.
Todas eran ideas de Eduardo Ribero, el creador de Karibe con K, que diseñaba junto a Beba Piemonte. Pero la primera de todas fue una creación de Luigi Mega. Con el correr de los años aparecerían otros diseñadores, pero en cualquier caso los integrantes de la banda no tenían ni voz ni voto. “Ni pinchábamos, ni cortábamos. Eduardo decía que había que ir a probarse la ropa y allá íbamos. Y si no te gustaba, ‘marche preso’, te lo tenías que poner igual”, recuerda el cantante.
Destaca que se tenía en cuenta que con esos trajes tenían que bailar y moverse bastante. “Por eso los hacían un poquito holgados”, revela.
Miguel también guarda los pantalones que acompañaban a cada chaqueta y que, por lo general, eran de color negro. En alguna oportunidad apareció uno que alternaba una pierna blanca con una pierna negra o alguno blanco, pero no era lo habitual. “Todavía me quedan bien, solo no me prenden por un poco”, acota y se ríe.
Relata que el mantenimiento de cada traje era responsabilidad del usuario. Cada uno debía ocuparse del lavado, teniendo mucho cuidado de no arruinar los materiales. Por ejemplo, había varias chaquetas que no se podían meter en el lavarropas, había que lavarlas a mano.
Los días de lluvia debían tomar precauciones. “Cuando bajábamos del micro, dábamos vuelta las chaquetas para que se mojara o ensuciara la parte de adentro y cuidar la de afuera. A veces se ensuciaba igual y había que meterla en jabón en polvo”, rememora.
Una mancha en lugar incómodo y cierres rotos
En más de 35 años de Karibe con K es evidente que hay anécdotas para escribir libros y libros. Muchas de ellas están atadas al motivo de esta nota: el vestuario de la banda.
Miguel recuerda especialmente una que le resultó increíble. “Yo tenía puesto el traje todo blanco con botones dorados que iba con la chaqueta de colores”, comienza su relato. “Saliendo de un baile o un cumpleaños, no me acuerdo bien, una gurisa viene a sacarse una foto, se tropieza con otra y se me cae encima. Tenía la boca pintada de rojo y me pega acá”, continúa Miguel y se señala la zona genital. “Me dejó el lápiz de labios marcado. Me acuerdo estar de madrugada lavándolo y cepillándolo porque ¡quién te iba a creer lo que pasó!”, apunta entre risas. Agrega que, aunque costó, la mancha finalmente salió y se evitó bromas al respecto.
También agrega que alguna que otra vez se le rompió el cierre del pantalón en medio de una actuación y, por eso de que el show debe continuar, siguió bailando con la bragueta abierta intentando disimularlo. “Por eso después mucho de los pantalones se hicieron con cierres de velcro”, comenta.
Y remontándose más a los comienzos, cuando los integrantes volvían a sus casas en ómnibus, señala lo incómodo que era vestir determinados trajes. “Imaginate el de color rosado o el de lentejuelas, en el 125 al Cerro, a las 6 o 7 de la mañana. Te gritaban de todo. Pero ta, no había otra”, acota. En verano casi no había manera de taparse, pero en invierno podían recurrir a unos tapados negros largos que los cubrían. “Si hacía calor, lo que hacíamos era sacarnos la chaqueta y quedábamos solo con la parte de abajo”, dice.
Otras de las cosas que menciona es que algunos vestuarios eran muy calurosos. “La chaqueta de colores o la del disco Superstar te daban un calor bárbaro. Para colmo, el pantalón era de una tela avión y transpirabas como loco”, rescata de otras épocas.
Tesoros
Miguel sigue rastreando las chaquetas que le faltan por enmarcar. Comenta que le va a preguntar a Gerardo (Nieto) y a Yesty (Prieto) si conservaron algunas; pero no cree. Con ellos tiene la intención de hacer otro recital de Karibe con K en marzo, en el Teatro de Verano, y para la oportunidad les gustaría recrear algunos de los trajes icónicos de la banda. Para el festejo de los 35 años usaron trajes convencionales.
Si bien, como ha dicho, imagina que estos recuerdos pasarán a manos de sus hijos, también lo ilusiona pensar que podrían formar parte de un museo de la música uruguaya.
“Estaría bueno que hubiera un museo de la música en general, con un rincón del rock, uno folclórico, uno tropical… hay muchos artistas que se lo merecen, como Zitarrosa, por nombrarte uno. Y ahí estaría el rinconcito de Karibe, con todos estos cuadros”, expresa mientras los recorre con la mirada. “Estaría bueno que la gente sepa que estos trajes todavía están y los pueda ver”, concluye.
El músico que se disfrazó de futbolista
Miguel es un artista en plena actividad. A sus actuaciones como solista, suma presentaciones con Karibe con K. “Ahora se viene la época de las despedidas, las fiestas...”, apunta. El año pasado celebraron 35 años de trayectoria de la banda con un gran concierto en el Teatro de Verano. El artista reveló a Domingo que es intención volver a presentarse en el mismo escenario en marzo del año próximo.
Hasta hace poco era dueño de la parrillada El jardín junto a Gerardo Nieto, donde ofrecían distintas propuestas artísticas (estaba ubicada en Carrasco). Pero como no pudieron renovar el contrato del local, la tuvieron que cerrar. “Estamos viendo de volver a armarla porque tenemos todo. Yo acá tengo las sillas, todo... así que en cualquier momento reabrimos, es buscar el lugar nada más”, asegura.
Este año también destacó por su participación en el programa de entretenimientos Ahora Caigo Famosos, donde una chaqueta de Karibe con K fue protagonista (foto principal). Fue el día en que todos los participantes decidieron salir disfrazados. “Creo que la idea fue de Claudia Umpiérrez (la árbitro de fútbol). Ella me dio una camiseta de Villa Española del Bigote López para que me disfrazara de futbolista y ella se disfrazó de Miguel Cufós con una chaqueta negra con charreteras amarillas”, describe el cantante y agrega que es de las chaquetas que le falta encuadrar.
“La verdad que pasé unas semanas maravillosas. Conocí gente muy linda y muy buena. A algunos ya los conocía, pero no tenía trato. Hicimos una amistad muy bonita y la producción de Canal 4 nos trató espectacular”, destaca sobre la experiencia.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
de modo que se deslice hacia la izquierda.
, situado en el área de extensiones del navegador (en la esquina superior derecha de la pantalla). Es posible que veas un pequeño número cubriendo parte del icono.
. Se pondrá en gris, lo que indica que ya no se bloquearán los anuncios de ese sitio web.
.