Un purificador natural casero muy fácil de hacer que mejora los olores y renueva la energía del hogar

Se prepara con solo dos ingredientes que muchos tienen en la cocina y puede colocarse en múltiples ambientes de la casa para mejorar la calidad del ambiente.

Purificador aire hogar
Purificador de aire en el hogar y una mujer sentada en el sillón.
Foto: Freepik.

Redacción El País
Con ingredientes que casi todos tienen a mano —romero y sal gruesa— es posible preparar un purificador natural para el hogar. La mezcla, colocada en un frasco simple, funciona para atenuar olores, reducir la sensación de humedad y aportar aromas naturales que contribuyen al bienestar del ambiente.

La sal gruesa actúa como desecante: absorbe parte de la humedad y ayuda a neutralizar olores persistentes en espacios poco ventilados. El romero, por su parte, libera compuestos aromáticos que refrescan el aire y transmiten una sensación de limpieza. Juntos, romero y sal generan un efecto práctico y —según tradiciones populares— simbólico sobre la energía del hogar.

Cómo preparar este purificador natural

  • Elegir un frasco de boca ancha y limpio.
  • Poner una base de sal gruesa en el fondo.
  • Añadir ramitas de romero frescas; puede alternarse sal y romero para un efecto visual más cuidado.
  • Dejar el frasco destapado si se busca perfumar el ambiente; cerrarlo si el objetivo principal es controlar la humedad.
Sal gruesa.
Sal gruesa.
Foto: Freepik.

¿Dónde colocar el frasco para aprovechar al máximo sus efectos? Los lugares recomendados son la entrada del hogar (para equilibrar la energía al ingresar), el living o comedor (zonas de encuentro), el baño (para contrarrestar humedad) y el placard (para mantener la ropa más seca). En cocinas o zonas con olores intensos, el frasco ayuda a atenuar la carga olfativa sin recurrir a aerosoles.

¿Cuánto dura y cuándo debe renovarse? Como regla práctica, un purificador natural de romero y sal suele conservar su eficacia entre 30 y 45 días, dependiendo del grado de humedad del ambiente. Si la sal se humedece por completo o el romero pierde fragancia, es momento de reemplazar el contenido. Revisarlo semanalmente ayuda a mantener su rendimiento.

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Planta de romero.
Foto: Unsplash.

Más allá de sus propiedades físicas, muchas personas valoran el uso de romero y sal como ritual doméstico: colocar el frasco en la entrada, por ejemplo, se interpreta como una medida para armonizar la energía del hogar y propiciar un ambiente más liviano. Aunque estas creencias responden a tradiciones culturales más que a evidencia científica, su empleo no representa riesgo y puede contribuir al bienestar percibido por quienes habitan la casa.

Un apunte final: el romero también es un aliado culinario y aporta beneficios digestivos y antioxidantes cuando se usa en la cocina. Sin embargo, si se busca purificar el aire en espacios con problemas severos de humedad, moho o malos olores persistentes, conviene combinar remedios caseros con soluciones prácticas —ventilación, deshumidificadores o intervenciones de limpieza— para proteger la salud y mantener el ambiente en condiciones óptimas.

En base a La Nación/GDA

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