Redacción El País
En países como Suecia, a veces limpiar no es solo una tarea rutinaria: puede convertirse en un ritual comunitario. Así se entiende el Städdag, cuyo nombre significa literalmente “día de limpieza”.
Según explicó la experta en hogar Susanna Heiskanen en una entrevista publicada por El Mueble, esta tradición se basa en elegir un día semanal —muchas veces los sábados— para ordenar y realizar tareas de limpieza junto a otros.
Puede ser la familia, los vecinos del edificio o incluso un grupo de amigos que comparten espacios comunes.
La idea central es que la limpieza se vuelva más liviana, más eficiente y, sobre todo, más social. En lugar de asumirla como una obligación solitaria, el Städdag propone convertirla en una actividad compartida donde cada persona se ocupa de una parte: baños, cocina, zonas comunes, patios o suelos.
Este método no solo mantiene las casas en mejor estado, sino que también fortalece los vínculos y disminuye la carga mental asociada al desorden.
El enfoque, además, busca hacer la tarea más agradable: música, aromas suaves o una merienda compartida al finalizar ayudan a transformar el momento en algo más disfrutable.
El resultado es un hábito semanal que combina orden, bienestar y comunidad, tres valores centrales de la vida escandinava.