Redacción El País
Con el paso del tiempo, las almohadas acumulan humedad, restos de sudor, células muertas y bacterias. Esa combinación termina provocando las clásicas manchas amarillas, un problema frecuente que, además de antihigiénico, puede acortar la vida útil del material.
Lo que muchos no saben es que se pueden remover de forma sencilla con productos accesibles y procedimientos seguros.
El método del remojo: cómo usar percarbonato para blanquear
En un video compartido en redes, el ingeniero químico Diego Fernández explicó cómo encarar este tipo de limpieza profunda sin arruinar las fibras. Lo primero es evitar las lavadoras con agitador central, ya que pueden deformar o romper el relleno; en Uruguay, esto pasa sobre todo con los modelos más antiguos. Las máquinas recomendadas son las de carga frontal o las de carga superior sin aspas.
Según Fernández, el primer paso es dejar las almohadas en remojo durante una hora en agua caliente con percarbonato de sodio, un compuesto biodegradable y no tóxico que actúa como blanqueador y desinfectante. Ese pretratamiento ayuda a aflojar la suciedad y a eliminar el mal olor acumulado.
Para el lavado, sugiere colocar dos almohadas para equilibrar la carga y añadir solo una cucharada de detergente líquido. El ciclo ideal es el delicado o el rápido, con centrifugado suave, para evitar que el relleno se apelmace o se perfore con el movimiento.
Alternativa manual: detergente, agua tibia y agua oxigenada
Para quienes prefieren evitar la lavadora, el especialista ofrece un método manual igual de efectivo. La propuesta es preparar una mezcla de agua tibia con detergente líquido o jabón para platos y frotar la superficie con un paño o una esponja suave. Luego, se aplica agua oxigenada con un atomizador para reforzar el blanqueo y desinfectar.
Si las manchas persistentes no salen en la primera vuelta, Fernández recomienda repetir el proceso hasta que desaparezcan por completo. La clave está en no usar productos abrasivos ni cepillos duros, que pueden dañar la tela o abrir pequeñas perforaciones.
Cada cuánto limpiar las almohadas
Para evitar la acumulación de moho, ácaros y microorganismos, el ingeniero sugiere realizar este procedimiento al menos dos veces al año. Mantener una rutina de higiene regular no solo mejora la durabilidad de las almohadas, sino que también favorece un descanso más saludable.
En base a El Tiempo/GDA
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