Un área descuidada, pero crucial en pacientes diabéticos: la importancia del cuidado de los pies

Camila Paola Sánchez Fajardo, El Tiempo/GDA
El pie diabético es una de las complicaciones de la diabetes y, en muchos casos, puede derivar en la amputación de una extremidad. La doctora Yamile Júbiz Pacheco, especialista en diabetes, enfatizó en la necesidad de prestar atención a cualquier molestia en los pies y acudir a un profesional de la salud ante cualquier anomalía.

"Si tiene un dolor, una molestia en sus uñitas, un honguito, una uña encarnada, cualquier problema en el pie, así como cualquier problema médico que tenga en el cuerpo, por favor, consulte a un médico especialista", recomendó en una entrevista con CityTV.

Uno de los errores más frecuentes en personas con diabetes es minimizar ciertos síntomas iniciales que pueden derivar en problemas más graves. Júbiz explicó que muchas veces las señales de alarma son ignoradas o postergadas por desconocimiento.

La Clínica de la Universidad de Navarra explica que pacientes diabéticos pueden experimentar hormigueos, calambres, ausencia de sensibilidad y aparición de úlceras en la piel del pie.

Según la especialista, muchas personas priorizan el cuidado de otros órganos y descuidan la salud de sus pies, sin ser conscientes del impacto que esto puede tener en su bienestar. En el caso de los pacientes diabéticos, la atención a esta parte del cuerpo es fundamental, ya que con el tiempo pueden perder sensibilidad lo que impide detectar heridas o lesiones a tiempo.

"Si te duele, el dolor es un síntoma que te dice, ‘Oye, algo te está pasando, ve y consulta’", explicó Júbiz.

Además, el sistema inmune de los pacientes con diabetes tiende a estar debilitado cuando los niveles de azúcar en la sangre son elevados, lo que facilita la aparición de infecciones. "Un paciente con diabetes que está mal controlado, con glicemias arriba de 200, que tiene una herida en el pie, fácilmente se infecta y puede terminar con una gangrena y una posible amputación", alertó la especialista.

Además, agregó: "El pie diabético es una complicación de la diabetes, que como sabemos la diabetes es una enfermedad vascular, progresiva y metabólica. Esta enfermedad produce diferentes complicaciones en todo el cuerpo, no solamente en los pies".

Foto: Freepik.

Un mal corte de uñas puede desencadenar graves complicaciones en personas con diabetes. Júbiz explicó que en muchos casos estos problemas surgen por prácticas inadecuadas en peluquerías, salones de belleza o centros de podología que no cuentan con certificación.

"Las uñas no se cortan los laterales y tampoco se redondean los bordes", enfatizó en entrevista con CityTV, subrayando que una mala técnica puede generar infecciones crónicas y, en casos severos, osteomielitis, una infección que alcanza el hueso.

La presencia de hongos en las uñas es otro problema común que muchas personas intentan solucionar con productos comerciales. Sin embargo, Júbiz explicó que no todos los tratamientos son efectivos para todos los tipos de hongos.

"Hay estudios que se hacen en las uñas o en la piel para determinar el nombre y el apellido del honguito. Si yo sé el nombre y el apellido, de esa manera voy a dar un tratamiento dirigido", explicó. Además, advirtió contra el uso indiscriminado de cremas antimicóticas sin diagnóstico previo.

La clave, según la especialista, es la higiene. "Así como si uno se refriega entre las nalgas, refriéguese igualito dedo por dedo, así debe ser", afirmó.

Otro aspecto fundamental en el cuidado del pie diabético es el uso de calzado adecuado. Júbiz desaconsejó el uso de tacones en personas que han perdido sensibilidad o presentan problemas circulatorios. "Es importante usar un zapato cómodo porque cualquier cosa que haga fricción puede ocasionar un inconveniente", advirtió.

Foto: Freepik.

Para prevenir problemas en los pies, la especialista recomendó seguir hábitos sencillos pero efectivos:

• Mantener una higiene adecuada, lavando los pies con agua y jabón y asegurándose de secarlos completamente.
• Usar medias de algodón para absorber la humedad.
• Elegir un calzado cómodo que no genere fricción o presión excesiva.
• Realizar actividad física de manera regular.
• Consultar con un especialista ante cualquier anomalía en los pies.

Júbiz insistió en la importancia de acudir a profesionales certificados para cualquier tratamiento podológico.