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Tomar café en verano: qué es el café prensado en frío o cold brew y cómo prepararlo en casa

Para los amantes del café, el calor del verano no es un obstáculo, porque existe una alternativa que realza los sabores de esta bebida aún en frío.

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Café frío
Vasos de café frío y granos de café.
Foto: Freepik.

Liliana Martínez Polo, El Tiempo/GDA
Esta época de calor es ideal para explorar el 'cold brew', un café hecho en frío (diferente al 'iced coffee', que se prepara caliente y se enfría con hielo). Según Sebastián Villamizar, de Café Libertario en Colombia, esta versión de café es una oportunidad para la industria por su aceptación en las generaciones más jóvenes, porque es un energizante natural y porque sabe muy bien.

“Muchos componentes aromáticos se extraen mejor en caliente, pero se volatilizan más rápido. Por eso, si lo dejas enfriar, no sabe tan bien, porque parte de lo que extrajiste se volatiliza. En cambio, si infusionás en frío, esas características se mantienen durante un período más largo. Aumenta la vida útil de la bebida”, explica.

Los expertos coinciden en que el 'cold brew' genera una bebida más dulce y realza los sabores. “Si un café tiene notas a naranja o a frutos o a avellanas, esas se realzan”, dice Pablo Ríos, de la marca de café cold brew, Sombra.

Su contenido de cafeína es siete veces mayor que la de un café hecho en caliente. Por ese motivo es considerado como energizante natural. Dice Ríos que lo toma en las mañanas para sentirse activo, aunque considera que puede ser también un digestivo.

Cómo preparar café cold brew.

En su página web, Starbucks comparte la siguiente receta de café prensado en frío.

Ingredientes:

  • Prensa francesa
  • Café molido grueso
  • Agua (fría o a temperatura ambiente)
  • Hielo

Procedimiento:

Agregá el café molido. Usá 22 g de café molido para cada taza de agua. Como el café está en contacto con el agua durante más tiempo, este método de preparación requiere un molido grueso. Luego, verté el agua sobre el café. Llená la prensa con agua fría o a temperatura ambiente. A continuación, saturá el café; revolvé suavemente con una cuchara. Una o dos vueltas es suficiente. Dejá reposar el café: asegurá la tapa y dejá tu café durante 12 horas.
No empujes el émbolo hacia abajo mientras tu café se remoja. Pasado ese tiempo, empujá firmemente el émbolo; separá el café de los granos presionando lentamente el filtro hacia abajo. Verté con cuidado el concentrado de infusión fría en una jarra. Para un sabor más suave, podés verterlo a través de un segundo filtro de papel. Agregá agua, hielo y listo.

Podés ajustar el sabor de tu taza a tu gusto preferido agregando más o menos agua, y probá servirlo con un toque de crema, leche de coco o agua mineral.

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