Nada de frituras ni materia grasa: bocados de falafel bajos en calorías para comer a cualquier hora

Redacción El País
El falafel se originó en Egipto, pero pronto fue adoptado por todos los países que rodean al Mediterráneo, desde África y Medio Oriente hasta el sur de Europa.

Su base son los garbanzos, una legumbre que aporta proteínas y vitaminas esenciales al organismo. Esta preparación con siglos de historia puede reproducirse fácilmente en casa y, en esta versión, se cocina sin fritura.

El resultado son bocaditos ricos en proteínas, vitaminas y minerales, una opción saludable para toda la familia.

Foto: Pxhere.

Ingredientes:
1 taza de garbanzos cocidos.
1/2 cebolla pequeña picada.
2 dientes de ajo picados.
1/4 taza de perejil picado.
1/4 taza de cilantro picado.
1 cucharadita de comino en polvo.
1/2 cucharadita de sal.
1/4 cucharadita de pimienta negra.
1 cucharada de harina de avena o harina integral.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Jugo de 1/2 limón.

Paso a paso:
1. Preparación de la pasta
Precalentá el horno a 180 °C y forrá una bandeja con papel manteca. En un bol colocá los garbanzos, la cebolla, el ajo, el perejil, el cilantro, el comino, la sal y la pimienta negra. Triturá todo con un mixer o, si no tenés, con una licuadora. Agregá un chorrito de agua para alivianar la mezcla. Cuando se forme una pasta, incorporá la harina y el jugo de limón, y volvé a batir. Dejás reposar 15 minutos para que los sabores se asienten.

2. Armado del falafel
Con la pasta ya reposada, armá bolitas del tamaño de una nuez y acomodalas en la bandeja. Llevá al horno hasta que la superficie esté dorada. Serví con tu salsa favorita.