Frutos nativos de temporada: cuatro frutas de origen local con grandes beneficios para la salud

Comer frutas y verduras de temporada tiene ventajas para el cuerpo, el planeta y el bolsillo; conocé cuáles podés incluir durante lo que queda del otoño.

Guayabo
Canasto con guayabos.
Foto: Freepik.

Redacción El País
En los rincones silvestres de Uruguay crecen frutos que, además de formar parte del patrimonio natural del país, están en su mejor momento durante el otoño. El guayabo del país, la pitanga, el arazá y el butiá no sólo tienen sabores únicos, sino que también cuentan con múltiples beneficios para la salud.

  1. Antioxidante natural. También conocido como feijoa (Acca sellowiana), el guayabo del país es una fruta ovalada de pulpa perfumada y sabor agridulce. Rica en vitamina C, aporta un efecto antioxidante que ayuda a combatir el estrés oxidativo y fortalecer el sistema inmune. Su alto contenido en fibra mejora la digestión y regula los niveles de azúcar en sangre, convirtiéndola en una aliada contra enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
  2. Pequeña, pero poderosa. La pitanga (Eugenia uniflora) es una fruta de color rojo o morado que crece en arbustos de jardines y montes nativos. Es fuente de vitamina A, un nutriente beneficioso para la visión, la piel y el sistema inmunológico. Estudios regionales destacan su contenido en antocianinas, compuestos con efectos antiinflamatorios y cardio-protectores. Puede comerse fresca o transformarse en mermeladas sin perder sus propiedades.
  3. El cítrico del monte. Similar en apariencia a una pequeña guayaba, el arazá (Psidium cattleyanum) se destaca por su sabor cítrico y refrescante. Contiene vitamina C, potasio y compuestos fenólicos que protegen las células del cuerpo del daño oxidativo. Su fibra contribuye a la saciedad, lo que lo convierte en un snack ideal entre comidas. Además, su bajo índice glucémico lo hace apto para personas con resistencia a la insulina (aunque siempre es importante consultar con un médico antes de incluirlo en la dieta).
  4. El coco del sur. El butiá (Butia capitata) crece en palmares nativos del este del país y produce un fruto pequeño, amarillo y acidulado. Contiene betacarotenos, que el cuerpo transforma en vitamina A, y polifenoles con capacidad antioxidante. Se utiliza tradicionalmente en dulces, almíbares y licores, pero también puede licuarse o incorporarse en chutneys o vinagretas.
Arazá
Arazá.
Foto: Dirección de Turismo de Rocha.

Consumir estos frutos nativos no solo beneficia la salud sino que también apoya la biodiversidad local y promueve sistemas alimentarios sostenibles. Los mercados locales incorporan estas frutas en su oferta otoñal y animarse a probarlas es reconectar con los sabores originales del territorio.

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