El Universal/GDA
Los arándanos brindan diversos beneficios para la salud: son buenos para la prevención en infecciones urinarias y ofrecen un gran aporte como fuente de antioxidantes, que reducen el daño ocasionado por los radicales libres.

Aunque una duda común que se presenta cuando vamos a comerlos es ¿se deben lavar? La respuesta es sí. Hacer este proceso evita la ingesta indirecta de pesticidas.

Durante su proceso de cultivo, los arándanos entran en contacto con el agua y la tierra, lo que los vuelve susceptibles a contraer hongos, bacterias y hasta el excedente de pesticidas, mismos que se añaden para la prevención de plagas.

De hecho, el Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos ha incluido en su lista “La socena sucia” a esta y otras frutas (como las manzanas, las fresas y las uvas) porque son alimentos con riesgo de contaminación por pesticidas.

Los bebés, los niños y adolescentes en crecimiento, así como las embarazadas, madres lactantes y mujeres en edad fértil han sido identificados dentro de los grupos vulnerables a la presencia de dichas sustancias.

Foto: Freepik.

En tanto, el Center of Ecogenetics y Environment Health menciona que el desarrollo de problemas respiratorios, trastornos de memoria, enfermedades de la piel, defectos de nacimiento y enfermedades neurológicas se relaciona con la exposición a pesticidas.

Por lo anterior, es importante limpiar alimentos como los arándanos antes de ingerirlos.

Utilizar jabón para lavar las frutas con cáscara es habitual en las cocinas. No obstante, de acuerdo con el National Pesticide Information Center (NPIC), esta práctica no es la adecuada para eliminar los pesticidas.

El NPIC recomienda lavar las frutas y verduras bajo el agua corriente, en lugar de recurrir al jabón para eliminar la suciedad.

Y es que, a diferencia de los platos, estos alimentos tienen poros en su cáscara, por lo que “el jabón puede ser atrapado o absorbido por dichos poros, haciendo muy difícil el removerlos una vez que han sido aplicados”. Desde luego, ingerir jabón es malo para la salud.

A comparación de frutas con cáscara dura como la naranja, los arándanos cuentan con una piel cerosa y suave, lo que los hace propensos a que los pesticidas se adhieran y su eliminación no sea tan sencilla.

Teniendo en cuenta esta información, se recomienda lavar los arándanos hasta que vayas a comerlos, pues almacenarlos lavados puede incrementar la humedad atrayendo hongos y bacterias.

Para su limpieza necesitarás:
- Un recipiente de vidrio.
- Un colador.
- 1 taza de vinagre blanco.
- 3 tazas de agua fría.
- Una taza medidora.
- Toallas de papel.

Procedimiento:
Llená el recipiente de vidrio con 1 taza de vinagre y 3 tazas de agua fría. Si tenés que lavar una gran cantidad de arándanos, utilizá más agua y vinagre.

Colocá los arándanos en la solución de agua con vinagre.

Revisá que los arándanos queden completamente sumergidos y agitá suavemente con la mano. Dejá que reposen de 5 a 10 minutos.

Enjuagá los arándanos con ayuda de un colador y colocalos sobre una toalla de papel.

Secá los arándanos con movimientos suaves haciendo uso de una toalla de papel y listo.

Si es necesario almacenarlos, acomoda los arándanos completamente secos en un recipiente con una toalla de papel encima para que absorba la humedad (no los tapes).

¿Qué pasa si los quieres congelados? Llévalos al frío antes de lavarlos.