Un fruto seco con múltiples beneficios, clave para estimular el colágeno y fortalecer la salud cardiovascular

Redacción El País
Los frutos secos son una fuente inagotable de nutrientes esenciales, pero entre ellos, las nueces destacan por sus propiedades únicas. No solo aportan grasas saludables y proteínas, sino que también son una excelente fuente de omega-3, antioxidantes y minerales clave para la producción de colágeno y la salud cardiovascular.

El colágeno es la proteína responsable de la firmeza de la piel y la resistencia de articulaciones, huesos y músculos. Con el paso del tiempo, su producción disminuye, lo que hace fundamental el consumo de alimentos que favorezcan su síntesis natural.

Las nueces contienen zinc, vitamina E y aminoácidos esenciales como la glicina y la prolina, fundamentales en la formación del colágeno. Además, su alto contenido en antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres, principales responsables del envejecimiento celular y la degradación de esta proteína estructural.

Incluirlas en la dieta no solo contribuye a una piel más firme y elástica, sino que también protege las articulaciones y fortalece los tejidos conectivos, reduciendo el impacto del envejecimiento en el cuerpo.

Los beneficios cardiovasculares de las nueces están respaldados por diversos estudios. Se ha demostrado que su consumo regular ayuda a reducir el colesterol LDL, conocido como "malo", hasta en un 4 %, además de mejorar la función de los vasos sanguíneos.

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Investigaciones de la Universidad de Harvard han señalado que una dieta rica en nueces contribuye a mantener equilibrados los niveles de triglicéridos y favorece un perfil lipídico saludable. De hecho, sustituir proteínas de origen animal por nueces en la alimentación puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además de su impacto positivo en la piel y el corazón, las nueces tienen otras ventajas nutricionales que las convierten en un alimento imprescindible. Son una fuente natural de melatonina, la hormona que regula el sueño, por lo que pueden favorecer un descanso reparador. También aportan fibra, ayudando al correcto funcionamiento del sistema digestivo, y su combinación de grasas saludables y proteínas genera un efecto saciante, ideal para quienes buscan controlar su peso sin renunciar a un snack nutritivo.

Para aprovechar al máximo sus propiedades, se recomienda consumir las nueces en su forma natural, sin sal ni azúcares añadidos. Algunas formas de incluirlas en la alimentación diaria son:

• Como complemento en el desayuno, combinadas con yogur o avena.
• En ensaladas con espinacas, queso y frutas como manzana o arándanos.
• En barritas caseras de avena y nueces para un snack saludable.

Gracias a su riqueza en omega-3, antioxidantes y minerales esenciales, las nueces son mucho más que un simple fruto seco. Incluirlas en la dieta diaria puede marcar la diferencia en el cuidado de la piel, las articulaciones y la salud del corazón.