Cómo conservar las bananas frescas por más tiempo y evitar que se pongan marrones

La forma en que se almacenan las bananas influye directamente en su duración y apariencia. Dejarlas simplemente a temperatura ambiente no suele ser suficiente para evitar que se pongan marrones. Según expertos, elegir el lugar adecuado de almacenamiento puede prolongar la vida útil de la fruta y conservar mejor su sabor y textura.

El sitio donde se guardan las bananas influye en su proceso de maduración. Mientras están verdes o apenas maduras, deben mantenerse fuera del refrigerador. El frío en esta etapa puede oscurecer la cáscara y afectar la textura, aunque el interior de la fruta se conserve.

Una vez alcanzada la madurez ideal, refrigerarlas puede ser útil para conservarlos unos días más, ya que retrasa su deterioro.

El etileno, un gas natural que liberan las bananas al madurar, acelera su envejecimiento. Para retrasar este proceso, se recomienda:

• Separar las bananas del racimo.
• Envolver los tallos con plástico.
• Mantenerlas alejadas de frutas como manzanas o peras que también emiten etileno.
• Colgarlas o almacenarlas en fruteros ventilados.
• Evitar fuentes de calor y luz directa.

Estas prácticas ayudan a prolongar la frescura de las bananas y evitar su desperdicio.

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1. Bananas verdes: guárdelas a temperatura ambiente, en lugar seco y ventilado. Evitar luz solar directa y cercanía a estufas u hornos.
2. Bananas maduras: si no se consumen pronto, refrigerarlas en la parte baja de la heladera, preferiblemente en una bolsa perforada. Aunque la cáscara se oscurezca, la pulpa permanece en buen estado.
3. Bananas muy maduras: congelarlas peladas y en porciones para usarlas luego en batidos, postres o panes.

Almacenar correctamente las bananas según su estado permite conservar mejor la fruta y aprovecharla en diversas preparaciones caseras. Además, ayuda a reducir el desperdicio de alimentos en el hogar.

El Tiempo/GDA