Brian Campos, El Comercio/GDA
¿Cómo saber si tengo alta o baja autoestima? El autoconcepto y la percepción de nuestro valor personal son aspectos cruciales para nuestro bienestar emocional y psicológico. La autoestima, en particular, es un componente fundamental de esta autovaloración, influyendo en cómo interactuamos con el mundo y encaramos los desafíos diarios. ¿Te has preguntado alguna vez si tu nivel de autoestima es alto?

Te presentamos un test de personalidad que te orientará a descubrirlo. Todo lo que tienes que hacer es observar la imagen principal de la nota y responder qué fue lo primero que viste: un hacha, un tronco cortado o un bosque talado. Si realmente estás interesado en conocer un poco más sobre tu forma de ser, te cuento que esta prueba es todo lo que necesitas.

Foto: GenialGuru/El Comercio/GDA

Esto indica que eres una persona llena de experiencia, y muchas de esas vivencias te han forjado como un individuo mentalmente fuerte. Tu tendencia a abordar las situaciones con entusiasmo y respetar el proceso muestra que raras veces cometes errores. Te perciben como alguien maduro en todos los aspectos, lo cual refleja no solo tu sabiduría acumulada, sino también tu capacidad para enfrentar desafíos con madurez y resiliencia.

Esto quiere decir que eres alguien con heridas que, a veces, no sanan por completo. Creemos que antiguos traumas pueden estar obstaculizando tu progreso. No obstante, eres consciente de los desafíos que afectan tu vida y estás tomando medidas para superarlos. Es evidente que reconoces la importancia de abordar tus problemas y estás comprometido/a en buscar soluciones. A medida que trabajas en sanar esas heridas, es probable que descubras una mayor fortaleza interior y la capacidad de avanzar más allá de los obstáculos que te han afectado en el pasado.

Esto significa que enfrentas desafíos diarios que dificultan tu capacidad para concentrarte en actividades productivas. El desorden y las preocupaciones pueden estar afectando tu paz mental, por lo que sería beneficioso aprender a reorganizar tu vida. Al abordar de manera proactiva el desorden y las inquietudes, podrías experimentar una mejora significativa en tu calidad de vida. Considera establecer rutinas, prioridades y buscar soluciones prácticas para los problemas cotidianos. Al hacerlo, podrías descubrir un mayor equilibrio y bienestar en tu día a día.