Hablando con las entidades: un método que nos conecta con el mundo de los espíritus para sentirnos mejor

Desde El Resplandor de Stephen King hasta Beetlejuice de Tim Burton, son muchos los libros y las películas que llevaron lo sobrenatural al terreno del arte y el entretenimiento. Pero, ¿qué pasa en la vida real? ¿Existen espíritus o fantasmas? Según Access Consciousness —un movimiento mundial de desarrollo personal y autoconocimiento fundado por Gary Douglas—, sí, y ser conscientes de ello podría ayudarnos a vivir con mayor libertad.

“Hablando con las entidades” es una especialización de Access Consciousness que busca brindar claridad, facilidad y capacidad a las personas con el mundo espiritual. Virginia Del Pino, facilitadora certificada de Access Consciousness, explicó que la palabra entidad puede referirse a cualquier “energía definida”, es decir, tanto espíritus como también personas de carne y hueso, cualquier otro ser vivo e incluso organizaciones, casas, instituciones, etcétera.

“A veces las personas reducen las entidades a la parte de los espíritus, pero en realidad vivimos en un universo de energías donde todo interactúa con nosotros en un diálogo energético”, señaló.

Según Del Pino, los espíritus a nuestro alrededor pueden percibirse a través de sensaciones, pensamientos e incluso malestares físicos. Más que ver para creer —dijo—, se trata de creer para ver: “Es como con el Wi-Fi. ¿Cómo nos damos cuenta de que está ahí? Sacamos el celular y éste empieza a buscar la señal. Con nosotros es igual. Tenemos que habilitarnos esta capacidad de sacar nuestras propias antenitas y empezar a buscar las señales”.

En la misma línea, mencionó que el cuerpo constantemente nos da información; por ejemplo, podemos saber que tenemos los pies apoyados en el suelo sin mirar, solo percibiendo, o encontrarnos con alguien y saber que está mal, sin que nos lo diga. En este sentido, afirmó que es posible amplificar esa capacidad de percepción para abrirnos al mundo espiritual.

Pero entonces vuelven Stephen King y Tim Burton, entre otros, y nos recuerdan que este tipo de entidades son malvadas, que quieren manipularnos y que hay que temerles. Para Del Pino, es justamente al revés: “Cuando uno reconoce que las cosas que pasan con su cuerpo, su vida o sus emociones le pertenece al mundo de las entidades, lo que sucede es que puede cambiarlo, puede soltarlo mucho más rápido”.

Foto: Cortesía Virginia Del Pino.

A modo de ejemplo, comentó que a veces uno ingresa a un lugar y de repente siente malestar físico, dolor de cabeza, náuseas, etcétera. Eso puede ser un indicador de su “consciencia de las entidades”. ¿Basta con reconocerlo para sentirse mejor? Sí y no, explicó la facilitadora: “Un gran porcentaje empieza a cambiar, pero después existen herramientas de “Hablando con las entidades” que ayudan a liberar esos espíritus, a darles más consciencia para que ellos mismos puedan elegir algo diferente y marcharse”.

Estas herramientas son preguntas o procesos verbales que ayudan a facilitar las entidades y cambiar las energías. “Uno puede darse cuenta de si determinada emoción o pensamientos rumiantes tienen que ver con una entidad, y liberarla”, indicó.

Y agregó: “Estamos tan desconectados, tan metidos en la vorágine de la vida y corriendo de un lado al otro, que no reconocemos cómo impacta el mundo espiritual en nosotros. Cuando nos damos cuenta, accedemos a una herramienta transformadora que nos empodera”.

Del Pino dará una clase sobre “Hablando con las entidades” este sábado 27 de setiembre en el evento Cuerpo & Alma en Movimiento, en Big Bang Nature Stays. Allí compartirá herramientas básicas para que las personas puedan percibir las entidades, usar esa consciencia a su favor y así aliviar dificultades en la vida y el cuerpo. “Big Bang es un lugar mágico que invita a conectar con la naturaleza, la energía de la tierra y sus elementales desde la belleza y la armonía”, expresó y agregó que —además de la clase de entidades— el evento contará con un Day Pass en este “hermoso y exclusivo” lugar, gimnasia GAP (glúteos, abdominales y piernas) y baño de gong para recibir el atardecer.