Redacción El País
En los últimos años se multiplicaron las advertencias sobre el impacto que tiene el uso excesivo del celular en el bienestar emocional de jóvenes y adultos. Ahora, una investigación reciente volvió a encender la alarma: un descanso total de siete días de las redes sociales podría generar mejoras rápidas y medibles en la salud mental de los jóvenes, desde menos ansiedad y depresión hasta un mejor descanso nocturno.
La conclusión proviene de un estudio publicado por JAMA Network Open y difundido por el portal CuidatePlus, que analizó qué ocurre cuando el “scroll infinito” se detiene por completo.
El trabajo incluyó a 373 participantes de entre 18 y 24 años. Durante las primeras dos semanas, mantuvieron su uso habitual de plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok o X, mientras los investigadores registraban su comportamiento digital. Luego se les pidió dejar de acceder a estas aplicaciones durante siete días.
Los resultados mostraron cambios significativos. Tras la pausa digital, los síntomas de depresión se redujeron alrededor de un 25 %, la ansiedad bajó cerca del 16 % y el insomnio mejoró entre un 14 % y un 15 %. Antes del experimento, los jóvenes pasaban casi dos horas por día conectados; durante la semana sin redes, ese promedio cayó a apenas 30 minutos. Las mejoras fueron especialmente notorias en quienes ya presentaban malestar emocional al comenzar el estudio o tenían antecedentes de ansiedad, depresión o trastornos del sueño.
José C. Perales, profesor del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada, destacó que la investigación se apoyó en el método Ecological Momentary Assessment (EMA), un sistema que recoge información en tiempo real mediante avisos electrónicos. Según explicó al medio especializado SMC, esto evita depender de recuerdos imprecisos y reduce sesgos en los datos reportados por cada participante.
También analizó los resultados Josep Maria Suelves, investigador del Behavioural Design Lab del UOC eHealth Center y miembro de la Sociedad de Salud Pública de Cataluña y Baleares. El especialista advirtió que el uso prolongado de redes puede alterar rutinas básicas: afecta la actividad física, las horas de sueño, la alimentación y el contacto presencial con otras personas. Esas interrupciones favorecen el sedentarismo, la falta de descanso, el aislamiento social e incluso síntomas depresivos o conductas adictivas.
Durante el experimento, algunos participantes decidieron extender por otros siete días el acceso limitado a las plataformas y también mostraron beneficios. Para Suelves, estos hallazgos refuerzan la idea de que reducir el tiempo en redes podría tener efectos positivos en otros aspectos de la salud, como dormir mejor o moverse más.
Cómo bajar el tiempo de uso de redes sociales
La organización Cibervoluntarios recuerda que la mayoría de las aplicaciones —especialmente Instagram y TikTok— incluyen herramientas para controlar el tiempo que pasamos en ellas. Pueden activarse recordatorios que avisan al alcanzar un límite diario, una ayuda simple para evitar consumir contenido sin darse cuenta.
Por su parte, especialistas en bienestar digital recomiendan sumar hábitos que compitan con el impulso de revisar el teléfono: leer para entrenar la concentración, mantener rutinas de ejercicio, no usar el celular cuando se comparte tiempo con otras personas y dejar el dispositivo fuera del dormitorio para evitar la tentación de usarlo antes de dormir.
En base a El Tiempo/GDA
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