¿Un pequeño gesto alcanza para conseguir un mejor asiento en el avión? Una experta en viajes responde

Redacción El País
En redes sociales circulan todo tipo de “trucos de viaje”, pero pocos generan tanta discusión como aquellos que prometen conseguir un “upgrade” gratuito en un vuelo.

El más reciente llegó de la mano del creador de contenido Henry Wade, quien en TikTok mostró el método que, según él, le permitió acceder a un asiento más cómodo sin pagar más: comprar snacks, entregarlos a la tripulación y hacerlo con simpatía.

En su video, Wade se filma caminando por el aeropuerto, seleccionando los regalos y explicando paso a paso lo que considera una estrategia infalible. Al final del clip aparece sentado en una fila vacía, con una copa de champán y algunos snacks, como prueba de su supuesto éxito.

La técnica, sin embargo, despertó opiniones divididas. Amanda Parker, experta en viajes de la agencia Netflights, explicó al Daily Mail que aunque la amabilidad siempre es apreciada por la tripulación, difícilmente garantiza un ascenso de categoría. Las mejoras de asiento —recordó— suelen depender de criterios específicos como el estatus del pasajero en el programa de fidelización, el tipo de tarifa adquirida, la disponibilidad y las políticas internas de cada aerolínea.

“El gesto no pasa desapercibido, pero las probabilidades de conseguir un upgrade solo por entregar chocolates son bajas”, señaló Parker. “Estos casos pueden ocurrir, pero son la excepción, no la regla”, agregó, bromeando que “quizás tengas suerte si a la tripulación le gustan los M&M’s”.

El video de Wade también acumuló miles de comentarios. Algunos usuarios, incluidos ex tripulantes de cabina, aseguraron que el truco a veces funciona. “Como ex azafata, puedo confirmar que esto funciona”, comentó una usuaria. Otros tuvieron resultados mucho menos espectaculares: “Lo intenté, se llevaron mis snacks y solo me desearon buen vuelo”.

Foto: Unsplash.

Mientras continúa el debate, especialistas recomiendan apoyarse en alternativas con mejores probabilidades: sumarse a programas de viajero frecuente, optar por temporadas bajas o comprar tarifas flexibles. Aunque nada garantiza un ascenso gratuito, la cortesía sigue siendo un punto a favor para cualquier pasajero.

Semanas atrás, otra experta en viajes generó conversación en redes al revelar cuáles son los objetos que nunca deberían trasladarse en el equipaje de mano. Barbara Bacilieri, exazafata e influencer con más de 4,9 millones de seguidores, compartió algunas de las situaciones más inusuales que presenció en pleno vuelo.

Entre ellas, recordó el día en que un pasajero apareció con una bolsa de supermercado llena de billetes y le preguntó si podía llevarla tal cual. Viajar con grandes cantidades de efectivo —advirtió— no está permitido. “Era una bolsa ruidosa, completamente abierta, con lo que parecían ser 20.000 dólares”, relató.

También mencionó artículos que suelen causar problemas en los controles: desde frutas aparentemente inofensivas, como manzanas, hasta objetos peligrosos como fuegos artificiales. Incluso los cosméticos pueden ser motivo de disgusto. Bacilieri contó el caso de una mujer que lloró al tener que desechar una crema facial de lujo en envase de 150 ml.

Además, recomendó evitar colocar en el equipaje facturado dispositivos con baterías de litio, como teléfonos, tablets o relojes inteligentes. Según explicó, estos elementos son hoy la principal causa de incendios a bordo. Y sumó otro error frecuente entre viajeros: comprar una navaja suiza como recuerdo, solo para perderla minutos después en el control de seguridad.

En base a El Comercio/GDA - Jorge Villanes