Estas son las señales que te dicen que tenés que consultar a un médico por tus problemas para dormir

Tener una noche complicada en cuanto al sueño una vez cada tanto, pero cuando esto se convierte en una patrón, lo mejor es consultar a un profesional.

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Foto: Unsplash

Redacción El País
Dormir mal de vez en cuando es común. Pero cuando la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido se vuelve constante, es normal preguntarse: ¿es un mal hábito o un problema de salud que requiere atención médica?

Según distintos estudioso, hasta un 20% de los adultos padece trastornos crónicos del sueño, aunque la mayoría no lo consulta con un médico. Los expertos coinciden en que hay señales claras que indican cuándo es hora de buscar ayuda profesional.

1. Cuando no podés conciliar el sueño

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Foto: Unsplash.

Acostarse y sentir que la mente se acelera o tener la necesidad de mover las piernas constantemente puede ser signo de insomnio o del síndrome de piernas inquietas. Para que se considere un trastorno diagnosticable, los síntomas deben persistir al menos tres meses. Sin embargo, se recomienda consultar antes si las molestias empeoran.

Y ojo: recurrir frecuentemente a alcohol, melatonina, cannabis o antihistamínicos para dormir es una señal de alerta. Estas sustancias pueden reducir la calidad del sueño y enmascarar problemas más serios.

2. Cuando no lográs permanecer dormido

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Foto: Unsplash.

Despertarse por la noche es normal en pequeñas dosis. Pero si estos despertares nocturnos se prolongan más de 10 minutos o generan molestia frecuente, podrían indicar un trastorno del sueño.

En adultos, la ansiedad, los problemas de vejiga y el dolor son causas comunes. Además, las parasomnias (como caminar dormido o gritar) en adultos representan riesgos de lesiones y deben ser evaluadas por un especialista.

3. Cuando el cansancio domina tu día

cansancio, burnout, fatiga crónica
Hombre cansado se duerme en el escritorio.
Foto: Archivo.

La somnolencia diurna excesiva es una señal de alerta clave. Sentirse adormecido al conducir, en el trabajo o durante actividades importantes puede ser grave.

Una causa común es la apnea del sueño, un trastorno donde el paciente deja de respirar repetidamente por la noche, provocando ronquidos intensos, jadeos y fatiga persistente.

En casos menos frecuentes, la somnolencia puede ser síntoma de narcolepsia, caracterizada por "ataques de sueño" repentinos, que puede tardar años en ser diagnosticada.

Conclusión: No subestimes tu descanso

Los expertos en medicina del sueño enfatizan que estos síntomas no deben normalizarse. Si experimentas señales de alerta como insomnio crónico, despertares frecuentes o somnolencia diurna que afecta tu vida, es crucial consultar a un médico. Un diagnóstico adecuado es el primer paso para recuperar un sueño reparador y mejorar tu salud general.

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