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La seguridad en la mensajería, la otra discusión que desató el terrorismo

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Telegram es una de las aplicaciones para mensajes más seguras, por eso los yihadistas utilizaban sus canales para planificar los atentados. Esto puso en debate si las conversaciones "privadas" deben o no ser vigiladas por los gobiernos para evitar atentados.

Acusados de servir de canales de comunicación a los yihadistas que escaparon a los servicios antiterroristas luego de los atentados de París, los servicios mensajería para smartphones decidieron actuar y bloquearon cuentas ligadas al grupo islámico o limitaron el acceso a sus aplicaciones.

La aplicación que goza de más seguridad, Telegram, anunció que bloqueó decenas de cuentas relacionadas con el EI utilizadas para hacer propaganda extremista.

Por su parte, el servicio de mensajería Silent Circle indicó que restringió el acceso a sus aplicaciones en teléfonos inteligentes para dificultar su uso por los terroristas y los criminales.

Extremadamente populares, los nuevos servicios de comunicación instantáneos por internet como WhatsApp, Viber o iMessage son un problema para las autoridades, que tratan de detectar proyectos de atentados y no tienen siempre los medios de romper los códigos cifrados.

Lanzado en 2013 por el niño terrible del internet ruso Pavel Durov, que se enfrentó en el pasado a los poderosos servicios de inteligencia rusos del FSB, Telegram, por el que transitan más de 10.000 millones de mensajes diarios, se encuentra en la primera línea.

Respondiendo a la inquietud sobre la protección de la vida privada en internet, la aplicación debe su popularidad a un sistema de codificación muy complejo y a que las conversaciones "secretas" no son almacenadas en ningún servidor. La empresa garantiza que no transmitirá nunca los datos personales de sus utilizadores a terceros.

"Estamos perturbados luego de saber que las cuentas públicas de Telegram fueron utilizadas por el EI para difundir su propaganda", reconoció Telegram en su cuenta oficial en la noche del miércoles. "Por lo tanto, hemos bloqueado 78 cuentas relacionadas con el EI en 12 lenguas en esta semana", agregó.

Se trata de "cadenas" abiertas al público que posibilitan la difusión de informaciones, y no de conversaciones privadas.

La e,presa  precisó que prepara nuevos procedimientos para posibilitar a los usuarios el señalamiento de "contenidos públicos discutibles".

Silent Circle, con sede en Suiza, que desarrolló los smartphones ultraseguros Blackphone y suministra las aplicaciones "Silent Phone" para una mensajería totalmente privada, anunció que introducirá tecnologías de pago más sofisticadas "para reducir la probabilidad" de que tales aplicaciones sean utilizadas por el EI.

"Puesto que el EI nos calificó de producto más fuerte, vamos a instalar procedimientos (...) responsables y moralmente aceptables para complicar el acceso a nuestras tecnologías a las malos elementos", declaró Mike Janke, cofundador de Silent Circle.

Después de los atentados de enero en París, varios mandatarios como el estadounidense Barack Obama o el británico David Cameron, ya habían afirmado que las mensajerías ponen en peligro la seguridad nacional.

Reacciones en Rusia

En Rusia, en duelo por el atentado contra el avión Airbus de Metrojet en Egipto, un responsable parlamentario, Alexandre Agueiev, pidió el lunes a los servicios de inteligencia rusos (FSB) controlar Telegram y eventualmente bloquearlo en Rusia, subrayando que esta mensajería es "utilizada activamente con fines propagandísticos por los terroristas del Estado Islámico".

Esto equivale a "bloquear el uso de los automóviles Toyota porque les gustan a los terroristas", replicó el ministro de Comunicaciones, Nikolai Nikiforov.

El fundador de Telegram, Pavel Durov, que dejó Rusia en 2014 a causa de tensiones con las autoridades, ironizó al proponer que entonces se "prohíban las palabras".

Antes de crear esta mensajería en Estados Unidos con su hermano Nikolai, este joven genio de internet ruso había fundado en 2006, a su salida de la universidad de San Petersburgo, la red social VKontakte, convertida rápidamente en la más popular de Rusia delante de Facebook.

Su nueva creación registró un éxito fulgurante en el contexto de las revelaciones del exconsultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden, refugiado en Rusia... y que Pavel Durov propuso contratar.

La empresa recordó el miércoles por la noche que si bloquea los contenidos públicos ligados al terrorismo, aunque también los pornográficos o los que violan la propiedad intelectual, no se plegará del todo a "las restricciones locales a la libertad de expresión".

"Si criticar un gobierno es ilegal en un país, Telegram no participará en esa censura", indicó, y subrayó que eso sería "contrario a los principios de (sus) fundadores".

El servicio de mensajería seguro Threema advirtió por su parte contra una "vigilancia total".

"No sabemos cómo las agencias de inteligencia recogen sus informaciones, pero basarse (...) en una vigilancia total para poder controlar los problemas sociales y políticos existentes nunca funcionó en el pasado y no funcionará en el futuro", declaró un portavoz de Threema, Roman Flepp.

"Sacrificar algunos fundamentos de nuestra democracia occidental --libertad, vida privada y libertad de expresión-- para un lograr una falsa sensación de seguridad no parece algo razonable", agregó.

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