Nació con siete kilos y la ropa de recién nacido no le servía: la historia del bebé que sorprendió en Canadá

Redacción El País
Stacie Golebiowski esperaba que su bebé fuera un poco más grande de lo habitual. Se lo marcaban las ecografías, que señalaban que el niño pesaba entre cinco y siete kilos, y podía intuirlo ella, que transitó la última parte del embarazo sin sustos pero bastante incómoda.

Pero nada podía preparar a la canadiense para el momento del parto. El bebé, llamado Grayson, nació en julio de 2024 por cesárea en el hospital de Orillia, Ontario, pesando unos 7.085 gramos y midiendo unos 62 centímetros de largo. Su cabeza medía 42 centímetros de diámetro. Todas las dimensiones eran más propias de un bebé de tres o cuatro meses que de un recién nacido.

Foto: People.

Si bien el parto no presentó complicaciones, el bebé fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (NICU) para recibir asistencia respiratoria. "Su cuerpo era tan pesado que necesitaba ayuda extra para obtener oxígeno", contó el padre, Paul, al medio local Orillia Matters. El bebé también estuvo conectado a una sonda de alimentación por un breve período. En total, pasó 28 días en el hospital hasta que pudo ir a su casa.

Al llegar a casa los padres se encontraron con nuevos problemas. El primero, y más urgente, era que toda la ropa y los pañales que habían comprado para recién nacidos ya no les servían, porque el bebé era muy grande.

Foto: People.

"Llevaba ropa para un bebé de seis meses desde que nació. Fue como si nos hubiéramos saltado la etapa de recién nacido por completo", contó Stacie.

A pesar de esto, el tamaño de Grayson se estabilizó con el tiempo y ahora, a los diecisiete meses, sigue una trayectoria de crecimiento más típica, midiendo unos 80 centímetros de altura. "Es alto y delgado, jamás imaginarías que nació con casi siete kilos. Ahora pesa entre nueve y diez kilos, y tiene mucha personalidad", afirmó Paul.

Foto: People.

Además, la pareja también envió un agradecimiento al personal de hospital, que respetó sus deseos de mantener la noticia del insólito nacimiento en secreto hasta que estuvieran listos para contarlo. "El equipo del hospital respetó nuestra privacidad en su momento, lo que apreciamos mucho", contó Paul.

"Fui atendida por algunas de las mismas enfermeras que cuando tuve a mi otra hija, y todas fueron increíbles", agregó Stacie.