Publicidad

Exposición del ilustrador argentino Molina Campos estará en Uruguay hasta fin de junio

Compartir esta noticia
Molina Campos

ARTE

Las obras de Florencio Molina Campos son conocidas por haber ilustrado el almanaque de Alpargatas y por su retrato del mundo gauchesco con un toque de humor. También trabajó para Walt Disney.

"¿Conocés a Molina Campos?”, es la primera pregunta. “No”, contesta el interrogado. “¿Te acordás de los almanaques de Alpargatas”, es la siguiente pregunta. A lo que la persona responde con seguridad: “Sí, claro, por supuesto”.

Este diálogo es el que viene protagonizando por estos días el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, sobre todo con gente que supera los 50 años, al contarle que durante este mes y el próximo habrá una exposición del ilustrador y pintor argentino Florencio Molina Campos en Uruguay. La misma ya comenzó en el departamento de Florida y a fines de mayo aterrizará en Montevideo.

“El almanaque es un recuerdo de la infancia pese a que estamos hablando de gente, yo incluido, que no habíamos nacido cuando Molina Campos pintó”, destacó el ministro al referirse a uno de los hitos más importantes de un artista que impactó mucho más allá del Río de la Plata.

Da Silveira contó que el interés por traer la obra de Molina Campos respondió a que se trata de “un pintor que tiene rasgos muy particulares”. Su enorme popularidad es uno de ellos y el que más se refleja en los famosos almanaques de Alpargatas que el artista ilustró en dos períodos diferentes que suman un total de 12 años, lo que totalizaría algo más de 144 planchas de ilustraciones de contenido gauchesco.

Molina Campos
"Mirá lo pacarito, nena": Del almanaque de 1935 esta obra está valuada en US$ 60 mil.

“Estamos hablando de los años 30 o 40; 20 o 30 años después, tanto en Argentina como en Uruguay, uno entraba a un café, un almacén, una estación de ómnibus, un taller mecánico, una escuela o una biblioteca pública y las imágenes de esos almanaques estaban colgadas”, apuntó Da Silveira en diálogo con El País.

Otro de sus rasgos distintivos, sino el principal, es que se trata de un artista centrado en el tema gauchesco, que es un tema que conocía muy bien porque había crecido en el campo en contacto con ese universo. Pasaba sus vacaciones en la estancia materna Los Ángeles, en General Madariaga, a 30 kilómetros de la costa atlántica. Fue así que el capataz de la estancia, Tiléforo Areco, se transformó en el personaje principal de sus obras y los dos estribos de los caballos en un detalle repetido por ser herencia de la familia Molina.

“Creció en las primeras décadas del siglo XX, en un momento donde todavía estaban muy fuertes las tradiciones, los tipos humanos que conectaban directamente con el siglo XIX”, destacó el ministro.

Finalmente otra de las particularidades que mencionó Da Silveira es que Molina Campos “retrataba ese mundo de una manera muy distinta a cómo se había hecho o cómo de hecho se sigue haciendo en buena medida, que es con un giro hacia el humor muy particular, que es el humor de alguien que conoce muy bien ese mundo, que lo quiere mucho y lo respeta mucho”.

Humor respetuoso, remarcó Da Silveira. “Molina le agrega humor a esas escenas sin despreciar a la población rural, al mundo del campo, sino más bien al contrario, queriéndolo mucho. Aunque toda la vida fue un hombre de ciudad, siempre reivindicó mucho la cultura campera; la protegió siempre que pudo”, destacó.

Añadió que eso es muy valorable en un Río de la Plata donde muchas veces desde los entornos urbanos el mundo rural es ninguneado, despreciado o ridiculizado.

“El humor de Molina es un humor que comparte con las mismas personas que están siendo representadas y eso es parte de lo que explica su inmensa aceptación popular. Si ese mundo gaucho fuera tan ajeno a todos nosotros, como algunos equivocadamente creen, difícilmente Molina se hubiera convertido en el artista popular que fue”, enfatizó Da Silveira.

Molina Campos
"Aguante ‘l cimbrón": Publicada en el almanaque de 1931 y exhibida en el Café Tortoni en 1930.

Mundo Disney.

Una de las curiosidades de Molina Campos es el vínculo que entabló con Walt Disney. Este último visitó la Argentina en 1941 para conocer el país donde estaban “esas cosas curiosas que pintaba Florencio”. Visitó su estancia y le manifestó a la esposa del ilustrador, Elvirita, que quería contratarlo para que lo asesorara en una película sobre la vida y costumbres de los habitantes de América del Sur.

Se encontraron en Rio de Janeiro y en 1942 empezó a trabajar como supervisor de las películas El gaucho reidor y Goofy se hace gaucho (Tribilín para muchos).

“Consiguió algo muy excepcional que fue que en esa época un rioplatense terminara trabajando no solo en Disney, sino con Walt Disney directamente en un mundo muchísimo menos globalizado y conectado que ahora, donde él siempre dejó su huella”, manifestó Da Silveira.

El secretario de Estado mencionó como ejemplo la película Bambi, en la que aparece un bosque con plantas propias del Río de la Plata pintadas por el argentino.

“Pero lo más interesante fue que cuando estaba en lo que era la cumbre para un ilustrador de su época, a Molina no le gustó el modo en que Disney se estaba apropiando de la figura del gaucho y sus tradiciones, le pareció que era caricaturesco en el mal sentido, que no expresaba de ningún modo lo que había de valioso ahí, y se volvió a la Argentina”, recordó Da Silveira.

Molina Campos
"Cantor de boliche": Realizada para la Fábrica Argentina de Alpargatas, valuada en US$ 50 mil.

Un artista campero que conquistó a Walt Disney

Florencio Molina Campos nació en Buenos Aires el 21 de agosto de 1891. Desde muy chico dibujó escenas y personajes camperos que había observado durante las vacaciones en la estancia materna.

En 1926 inauguró su primera exposición en la Sociedad Rural, que visitó el presidente Marcelo T. de Alvear y compró dos de sus obras.En 1930 la Fábrica Argentina de Alpargatas lo contrató para ilustrar sus almanaques.

Walt Disney lo tuvo como asesor de varias películas. En Estados Unidos se hicieron famosos los almanaques que pintó para una empresa de máquinas agrícolas.

Murió el 16 de noviembre de 1959 en Bs. As.

De Florida a Montevideo.

La exposición de Molina Campos llegó al Uruguay gracias al acuerdo que realizó el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) con el Museo Las Lilas de San Antonio de Areco (provincia de Buenos Aires), que tiene una colección única de las obras originales del artista.

Las mismas se están exhibiendo actualmente en el Museo de Artes Visuales Ernesto Alexandro, ubicado en el Centro Cultural de Florida, donde estarán un mes y a partir del 24 de mayo se podrán disfrutar durante un mes más en el Museo Zorrilla de Montevideo.

“Eso en sí mismo es un mensaje y tiene que ver con la política que estamos impulsando de descentralización de las políticas culturales, de reconocimiento del interior del país, de fortalecimiento de toda una infraestructura cultural que hay en el interior y que merece ser aprovechada y disfrutada por todos los uruguayos”, señaló Da Silveira sobre la idea de que en un futuro las experiencias de este tipo comiencen en el interior y terminen en la capital.

Volviendo a la exposición de Molina Campos, el ministro destacó que se apunta a que “las nuevas generaciones lo descubran y que todos, independientemente del año en que hayamos nacido, nos demos la oportunidad de revalorizar ese mundo rural, de volver a reflexionar sobre lo que significan ese mundo y esa cultura para todos nosotros. Advertir hasta qué punto nos marca como sociedad, algo de lo que no somos conscientes y sirve para terminar de entender quiénes somos”.

A Da Silveira le gusta la frase que alguien dijo en Argentina sobre Molina Campos, de que “a través de los almanaques de Alpargatas entró a la pinacoteca de los pobres”.

También confirma eso que muchos dicen y que para el ministro de Cultura tiene mucho de cierto: “Un pintor o un poeta se vuelven realmente populares cuando la gente reconoce su obra, pero ya no recuerda quién la produjo”.

“Eso pasa bastante con Molina Campos”, concluyó.

Molina Campos
"La ronda": Publicada en el almanaque de 1945, en la hoja de diciembre, también vale US$ 50 mil.

Exposición de Blanes para Uruguay y Argentina

“Tenemos varios proyectos en carpeta y algunos de ellos no solo vinculan el eje capital-interior, sino que involucran el eje regional”, anunció el ministro Pablo Da Silveira sobre los proyectos en los que se encuentra trabajando el MEC.

Entre ellos puede mencionar la exposición sobre Juan Manuel Blanes que se pretende realizar en Montevideo, Buenos Aires –donde hace mucho que no se muestra la obra del uruguayo– y la provincia de Entre Ríos, donde está el Palacio Urquiza, todo pintado con frescos de Blanes.

“Queremos empujar todos esos ejes que es necesario tener presentes para entender nuestra propia cultura”, dijo.

Molina Campos

"Fresquita las alpargatas": Obra realizada para la Fábrica Argentina de Alpargatas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad