El Tiempo/GDA
En el mes de diciembre, con las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, las personas suelen prepararse para el próximo año, con el establecimiento de metas, pero también con rituales para la abundancia.

Una de ellas es el ritual de los siete granos, donde se reúnen varios cereales de la canasta familiar con el fin de ayudar a atraer la prosperidad, así como alejar la precariedad y la falta de alimento.

Las semillas son un signo de prosperidad y bienestar económico, de acuerdo con el canal especializado en Feng Shui de YouTube "Suerte Dinero". Cada grano tiene una significancia espiritual que, al juntarse con el resto, forman los siete granos de la abundancia y se potencian para llenar las arcas de hogar desde el primer día del 2024.

Se podría decir que esta creencia popular recuerda un poco la parábola del grano dentro de la tradición cristiana, cuando José, el predicador de sueños, salvo a Egipto de siete años de hambre, tras recolectar sabiamente durante los siete años previos los granos y frutos que la tierra proporcionaba.

"Y produjo la tierra a manos llenas durante los siete años de abundancia. Y él recogió todo el fruto de estos siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó el alimento en las ciudades; y guardó en cada ciudad el fruto de sus campos circunvecinos. Así José almacenó grano en gran abundancia, como la arena del mar, hasta que dejó de medirlo", afirma el libro del Génesis 41.

En ese sentido, la práctica de almacenar los granos y las espigas de maíz podrían ayudar a llamar la prosperidad y evitar la falta de alimento, según la tradición cristiana.

Dentro de esta práctica popular se conservan una serie de granos específicos que simbolizan la energía, la fertilidad, la prosperidad y hasta el amor.

Las siete semillas de la abundancia son las siguientes, de acuerdo con La Gaceta:

• Garbanzos
• Lentejas
• Frijoles
• Trigo
• Arroz
• Mijo
• Girasol

Para llevar a cabo el ritual solo debe reunir en el recipiente estos granos en cantidades iguales, junto con unas hojas de laurel y algunas monedas o billetes que contribuyan a llamar la abundancia.

Una vez que se tenga armada la botella o plato puede ubicarlo en lugar abierto y que reciba las energías del hogar, según la tradición, y puede ser en el centro de una mesa del comedor o en la mesada de la cocina. El recipiente debe mantenerse siempre en el mismo lugar, hasta que se renueven las semillas en el próximo fin de año.

Entre los rituales más conocidos está el de comer 12 uvas en la medianoche del 31 de diciembre y, por cada una de ellas, se pide un deseo para el año entrante.

También están los famosos baños de las siete hierbas que consta de bañarse en los últimos días del mes con variedad de plantas como la ruda con la intención de alejar las malas vibras y atraer la prosperidad.