Señales que guardan los esqueletos redefinen el conocimiento sobre el venado de campo y guazubirá en Uruguay

La comparación de cráneos y estructuras óseas poscraneales de las dos especies de ciervos nativos reveló patrones evolutivos hasta ahora no analizados.

Huesos de ciervos
Nuevo trabajo que aporta información clave para comprender la morfología y la variabilidad de los ciervos nativos del Uruguay.
Foto: Instituto Clemente Estable.

Un estudio, realizado por el equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), integrado por Sebastián Tambusso, Federica Moreno y Susana González, y con la colaboración del argentino Raúl I. Vezzosi, investigador del Conicet, aporta nuevos elementos para comprender cómo distintos factores ambientales y genéticos han moldeado a ambas especies a lo largo del tiempo.

El objetivo planteado fue identificar, en los esqueletos de los ciervos nativosvenado de campo y guazubirá— de tamaño similar pero habitantes de ambientes distintos, posibles “señales indicadoras” que permitieran diferenciarlos.

La comparación de cráneos y estructuras óseas poscraneales de las dos especies de ciervos nativos reveló patrones evolutivos hasta ahora no analizados. Los investigadores explicaron a El País por qué estos hallazgos podrían influir en futuras políticas de conservación.

La investigación se basó en un análisis detallado de cráneos y estructuras óseas poscraneales provenientes de diversas colecciones científicas. El estudio comprendió el análisis comparativo de esqueletos de estas dos especies depositados en diferentes colecciones del país (Museo Nacional de Historia Natural, Facultad de Ciencias, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable).

El hallazgo de dos ciervos —un ejemplar de venado de campo y otro de guazubirá— con diferencias óseas consideradas “cruciales” volvió a encender el interés científico sobre la evolución y el estado de conservación de estas especies nativas.

Humero de guazubirá
Nuevo trabajo que aporta información clave para comprender la morfología y la variabilidad de los ciervos nativos del Uruguay.
Foto: Instituto Clemente Estable.

Patrones de diferenciación

El trabajo permitió identificar rasgos estructurales que no solo diferencian claramente a las dos especies, sino que ofrecen pistas sobre cómo están vinculados al ambiente que ocupan. Según explicó Sebastián Tambusso en diálogo con El País, la comparación osteométrica reveló “patrones de diferenciación entre ambas especies, así como diferencias intraespecíficas, que hasta el momento no habían sido evaluadas en estos elementos óseos en ejemplares de nuestro país”, lo que abre la puerta a nuevas líneas de investigación sobre la historia evolutiva de los ciervos en Sudamérica.

El investigador indicó que el estudio combinó métodos tradicionales de osteología con herramientas de análisis estadísticos multivariados, que permitieron la identificación de las variaciones entre individuos de ambas especies, así como entre diferentes regiones del país (norte y sur). Esto permitió corroborar las diferencias craneales y genéticas ya observadas en las dos subespecies de venado de campo, y permitió identificar diferencias poblacionales.

Venado de campo
Venado de campo.
Foto Archivo El País.

Por su parte, Federica Moreno señaló que estas diferencias “no son meramente descriptivas”, sino que aportan información relevante para comprender los comportamientos ecológicos de cada especie. Explicó que la morfología ósea está directamente vinculada a hábitos de alimentación, capacidades de desplazamiento y adaptaciones específicas a los ambientes que habitan, lo que permite interpretar de manera más completa cómo han sobrevivido frente a presiones humanas como la pérdida de hábitat, la actividad agropecuaria y la fragmentación del territorio. “Son señales que nos hablan del pasado, pero también del futuro de estas poblaciones”, afirmó.

La investigadora Susana González, referente en temas de conservación de fauna, afirmó que este tipo de estudios contribuye a diseñar estrategias de preservación más ajustadas a la realidad de las especies nativas. Según dijo, conocer variaciones internas entre poblaciones y entre especies “es esencial para gestionar adecuadamente los ecosistemas y para entender qué tan vulnerables pueden ser ante amenazas que se intensifican año tras año”. Recordó que tanto el venado de campo como el guazubirá enfrentan distintos niveles de presión humana, y alertó que la evidencia científica muestra que algunas poblaciones están experimentando retrocesos significativos en los últimos 300 años.

Guazubirá.
Guazubirá.
Foto: Archivo El País.

Colecciones en museos

El estudio también destaca la importancia de las colecciones biológicas depositadas en los museos que tienen un valor invaluable como archivos de información que permiten reconstruir cambios poblacionales a largo plazo. En esa línea, los investigadores resaltaron que el acceso a materiales provenientes de distintos períodos históricos puede hacer posible evaluar, mediante el análisis de elementos químicos específicos en sus huesos, cómo han respondido estas especies a la progresiva degradación de ecosistemas asociados a la expansión agrícola y ganadera.

González subrayó que “sin estos registros, sería imposible evaluar cómo evolucionaron las especies o qué señales fisiológicas están dejando los procesos de fragmentación del monte nativo”.

Raúl I. Vezzosi, investigador del Conicet y colaborador del estudio, tuvo una participación clave en el análisis comparado con registros de Argentina, lo que permitió ampliar la mirada regional sobre las dinámicas poblacionales de ambas especies. Su trabajo contribuyó a establecer paralelismos y diferencias entre individuos de Uruguay y del noreste argentino, fortaleciendo el carácter transfronterizo de la investigación.

Los científicos coinciden en que estos resultados llegan en un momento en que la conservación de la fauna enfrenta desafíos crecientes. Las diferencias óseas detalladas en el estudio no solo enriquecen el conocimiento sobre los ciervos nativos, sino que ofrecen indicadores que podrían ser fundamentales para futuros planes de manejo. Para el equipo del IIBCE, comprender cómo estas especies han respondido históricamente a los cambios ambientales es una de las claves para garantizar su supervivencia en un escenario marcado por transformaciones rápidas y, muchas veces, irreversibles.

El trabajo: Tambusso P. S., Moreno F., Vezzosi R I, González S. 2025. Geographic and sexual differentiation of extant neotropical deer from Uruguay: an osteometric analysis of axial and girdle skeletons. Mastozoología Neotropical.

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