HISTORIAS

Nahuel Etchebarne y Andrés Marchisio, dos amigos desde el jardín de infantes, parecen tener las cosas claras para sus 22 años. Quieren que su emprendimiento, llamado Deportes Santiago Vázquez, nacido en la pandemia durante 2020, se convierta en un club social y deportivo accesible para todas las edades y contextos sociales para fomentar los deportes náuticos y otras disciplinas en la zona oeste de Montevideo.

Ambos tienen un plan que ha sido distinguido por los Premios INJU en la categoría Emprendedurismo y luego apoyado por mentorías del programa Sembrando de la Presidencia de la República y de las que participaron, entre otros, la regatista y campeona mundial Lola Moreira.

¿Cómo comenzó la historia? Tiene dos principios. Uno se remonta a los 8 años de Nahuel cuando empezó a entrenar en el Club Alemán de Remo de Montevideo. Su madre trabajaba allí y tenía descuento en la cuota; luego, gracias a su desempeño en la disciplina, consiguió una beca. Tuvo una carrera de 11 años como atleta. Hoy es entrenador internacional de remo, entrenador nacional de canotaje y técnico en deportes náuticos. “Un entrenador de 22 años no es común de ver en ningún deporte”, reconoció.

El otro comienzo tuvo implicado al coronavirus. Nahuel estaba trabajando en un club en la ciudad de Pelotas, en Brasil, que cerró por la pandemia; entonces volvió a Santiago Vázquez con su familia pero sin trabajo. Comenzó a entrenar a su hermano y subía videos a las redes sociales. Así empezó a recibir consultas de personas que querían ejercitarse con él. Llamó a Andrés, estudiante de licenciatura en educación física y entrenador de canotaje, para armar un cronograma de clases de entrenamiento funcional.

Eso pronto se transformó en un “mini club” con gimnasia, remo, canotaje, teatro, circo, danza, entre otras actividades, donde hoy asistente 50 adultos y 30 niños.

“Nuestra idea es expandirnos a los pueblos más cercanos, ya sea Paso de la Arena o San José; no quedarnos en Santiago Vázquez. El deporte mejora la calidad de vida y la unión interpersonal; esto favorece al pueblo”, comentó Nahuel.

El respaldo de Sembrando constó de distintas etapas. Una de ellas comprendió las mentorías que, según apuntó Nahuel, “sirvieron para profesionalizarse”. Con Martín Sarthou, gerente de comunicaciones del Club Nacional de Football, hablaron de cómo fidelizar socios y de marketing; con el contador Carlos Estapé hablaron de la parte legal y ahora están en proceso de abrir una sociedad de hecho; con Ímpetu Publicidad cambiaron su nombre (antes era Entrenamientos Santiago Vázquez) y crearon su logo; con la edila Adriana Balcarcel están trabajando para conseguir un terreno y con Lola Moreira hablaron de su pasión por los deportes náuticos. En la última reunión con Sembrando, celebrada esta semana, Nahuel y Andrés recibieron una sorpresa: Juan Carlos de León, gerente general de Murchison Uruguay, les donó un contenedor para ampliar las instalaciones.

“Nuestra idea es tener un club donde haya deportes náuticos, entrenamientos, yoga, zumba y más; un lugar donde el socio pague una cuota mensual y pueda venir todas las veces que quiera en el día”, resumió Nahuel sobre la propuesta.

Andrés agregó: “Queremos formar esta institución para que pueda crecer en número y crecer en actividades. Queremos pensar en la actividad náutica como recreación e inclusiva para todas las edades y grupos sociales. Queremos brindar la posibilidad de accesibilidad y acercamiento al deporte lo máximo posible”.

Si le ha asombrado la claridad de las metas de Nahuel y de Andrés a los 22 años, debe saber que, además, quieren cambiar la historia de los deportes náuticos, primero asociados con los nobles y luego solo enfocado en la competencia. Lo que ellos quieren es que sean una opción para todos aunque no tengan ninguna pretensión de competir.