Redacción El País
Luego de casi cuatro meses de programa, algunos de los participantes de Gran Hermano Argentina presentan los síntomas de estar encerrados por tanto tiempo. Este jueves, Rosina Beltrán, quien está en la casa desde el principio del reality, rompió en llanto y se confesó sobre los motivos de su angustia.

Sentada en el piso del dormitorio, la uruguaya lloró desconsoladamente y reveló que el aislamiento le empieza a pesar.

“Estoy cansada. Necesito un abrazo, esa contención de mi madre, que acá no la tengo. Eso me mata”, aseguró angustiada. Por su parte, Nicolás Grosman intentó consolarla con palabras de ánimo.

“¿Sabés cuánto tiempo queda acá dentro? Dos meses... Van a pasar como si nada”, alentó el joven recordando que el reality está cerca de sus instancias finales.

Sin embargo Rosina, que es una de las participantes más queridas dentro y fuera del programa, insistió sobre el hecho de que extraña a su familia: “Es que si tuviera la contención de mi mamá me quedaría meses. Amo estar acá. Es lo mejor que me pasó en la vida. Es una de las mejores experiencias”.

Por su parte, Grosman siguió intentando apoyar a su compañera de confinamiento: “Que sea tan difícil y fuerte es lo que lo hace bueno. No cualquiera se banca tanto tiempo acá, encerrado... Estás pagando el precio. Pero es hermoso”, insistió.

“Esto no me pasa seguido. Hoy me pasó”, evaluó Beltrán, quien quedó en placa esta semana.

Tras la gala de nominación, Juliana (Furia) apuntó contra Beltrán: “¿Posta tiene miedo de la placa? Bueno ya es momento que se vuelva a Uruguay igual".

Durante una charla en la cocina con Catalina y Emmanuel, la entrenadora expresó que la uruguaya ahora será su objetivo de eliminación en el juego: “100 días, gente. 101, 102 que me la estoy fumando. Toda la casa, básicamente", aseguró mirando a cámara.