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Jack Reacher es un héroe de acción popular. Creado por el escritorLee Child, Reacher hasta ahora se ha paseado en 26 novelas y muchos cuentos; esos libros vendieron más de 100 millones de copias.

Sus lectores forman un grupo sorprendentemente amplio e incluyen a la novelista Margaret Drabble y al autor de His Dark Materials, Philip Pullman. Pero pregúntele a cualquiera de ellos lo primero que le venga a la mente sobre Reacher, y es probable que la respuesta sea que es grande muy grande: Reacher es un muchacho de 1,95 que pesa alrededor de 110 musculosos kilos.

Los creadores de la nueva serie de Amazon, Reacher, basada en el primer libro de la saga, Killing Floor, de 1997, eran conscientes de que tenían que acertar con esa enorme presencia o correr el riesgo de desagradar a los fanáticos, que eran en gran medida escépticos, por decirlo amablemente, de la presencia de Tom Cruise en dos adaptaciones cinematográficas.

“Sé que mucha gente pensó en las películas”, dijo Nick Santora, showrunner de la serie. “Cuando me senté con el estudio, comenzamos a hablar sobre el tamaño épico y mítico de Reacher. Siempre se supo que él sería grande: necesitábamos encontrar un actor que encajara en los libros”.

Y ahí apareció Alan Ritchson, un actor de 1,92 con bíceps del tamaño de jamones serranos, recién salido de tres temporadas de luchar contra el crimen en la serie Titans y de ser Rafael en Tortugas Ninja.

“Antes de ser escritor, trabajé casi 20 años en televisión, así que sé lo que sucede”, dijo Child. A medida que avanzaba la producción, pudo ver que “salía mejor de lo que podía imaginar”. “¿Con qué frecuencia ocurre esto?” añadió. “Casi nunca. Y eso se debió principalmente a Alan”.

En cuanto a Ritchson, de 39 años, estaba francamente ilusionado. E intimidado, algo que no es habitual en un hombre de su tamaño.

“Conocer a Lee fue una de las experiencias más angustiosas de mi vida”, dijo. “Ha vivido con este personaje durante 25 años. ¿Estaré a la altura?”

Encontrar a un actor que fuera creíble como un exoficial de policía militar imponente, hiperanalítico y aparentemente indestructible, un hombre que técnicamente no tiene superpoderes pero que podría tenerlos, era una tarea difícil pero no la única complicación. Uno de los principales atractivos de los libros de Reacher es su familiaridad: a lo largo de los años, han acumulado un canon de amados detalles recurrentes, y era importante que el equipo los entendiera bien.

“Teníamos una lista de lo que se debía y lo que no se debía hacer”, dijo Santora. “Nunca pidas crema y azúcar en el café de Reacher; bebe café negro. Nunca hagas que Reacher trate a una mujer como una ciudadana de segunda clase porque es más pequeña que él; la verdad es que todos somos más pequeños que él. Hay una sencillez muy agradable en él, a pesar de que es un personaje complejo”.

Ritchson, que había hecho su tarea, asumió el papel de una mente similar. “Quiero ser lo más auténtico posible”, dijo, “y no quiero ser ridiculizado por los muchos fanáticos acérrimos que recordarán ese detalle del libro y pensarán que nos equivocamos”.

Y cuando había alguna incertidumbre, Santora tenía acceso a la máxima autoridad: el propio Child, que figura como productor ejecutivo e involucrado en todo el proceso.

Tener al creador tan cerca fue útil, especialmente cuando quedó claro que llenar un arco de ocho episodios requeriría reforzar la trama de Killing Floor. La novela tiene a Reacher, que esencialmente no tiene hogar y deambula por el país -casi siempre en ómnibus- con solo la ropa que lleva puesta y un cepillo de dientes, tropezando con algunas personas muy malas en una ciudad ficticia de Georgia. Para la serie, Santora y sus escritores importaron un personaje clave de otras novelas.

También agregaron una pequeña trama secundaria que involucra a un perro.

“Queríamos mostrar un poco de Reacher que no estuviera en el libro pero que es fiel a él”, dijo Santora. “Y también muestra la moralidad de Reacher”.

“Reacher es una perfecta fantasía femenina”, dijo Jenny M. Davidson, profesora de inglés y literatura comparada en la Universidad de Columbia y superfan del personaje. “Es el hombre con el que queremos estar, por supuesto, pero también el hombre que queremos ser: alguien sin lazos domésticos, sin las cargas del trabajo emocional, sin la vulnerabilidad que todos tenemos en nuestro día a día en esta vida de hoy”.

Y ahora la serie lo trae a la vida como un perfecto galán de acción. Un sueño cumplido.