Creó "Sé lo que hicieron el verano pasado" y tiene una serie entre las tendencias de Netflix: "Frente costero"

Kevin Williamson, también guionista de "Scream" es el responsable de la serie sobre la familia Buckley que se encuentra entre las producciones más vistas de la plataforma de streaming.

Imagen de la serie "Frente costero" de Netflix.
Imagen de la serie "Frente costero" de Netflix.
Foto: Difusión.

Frente costero, un drama de Netflix creado por Kevin Williamson, transcurre en Carolina del Norte. Los Buckley son una realeza local, no solo por ser conocidos y poderosos, sino también por estar marcados por las circunstancias y se resienten profundamente entre ellos, aunque sientan la obligación de proteger a la familia. Es la segunda serie más vista en Uruguay.

La serie es otra que sigue el modelo de Yellowstone: una saga familiar de violencia y secretos, de hombres hoscos y mujeres astutas, de nombres peculiares. También trata sobre tierras que han estado en manos de la familia por generaciones y representan un legado, si tan solo cesaran las crueldades de las deudas y los desarrolladores inmobiliarios.

El patriarca rudo es Harlan (Holt McCallany), un borracho y mujeriego con problemas cardíacos y un pasado turbio. Su esposa, Belle (Maria Bello), guarda sus propios secretos valiosos y dirige el restaurante familiar. Su hijo, Cane (Jake Weary), se mete con el negocio pesquero, y su hija, Bree (Melissa Benoist), que lucha por mantenerse sobria y reconstruir la relación con su huraño hijo adolescente (Brady Hepner), quiere asumir más responsabilidades en los negocios familiares. Pero Belle no está tan segura de que esté preparada. Cane, por su parte, se ha metido en problemas con narcotraficantes, y de pronto su “emprendimiento paralelo” se convierte en un problema cada vez más grande.

Frente costero no empieza con lentitud: sabe cómo escalar el drama. Los cadáveres comienzan a acumularse rápidamente y de forma sorpresiva, las traiciones arrancan desde el primer momento y las miradas coquetas se transforman en encuentros sexuales subidos de tono en un solo episodio. Los extraños misteriosos no se mantienen como tales por mucho tiempo. A menudo le falta textura a la serie, pero lo compensa con un impulso narrativo genuino.

La serie también se divierte, de forma oscura, con su escenario, y sus crímenes sombríos incluyen asesinatos con redes de pesca, intimidación sumergiendo a alguien como carnada para tiburones y la ocultación de un cuerpo en un pantano con la esperanza de que los caimanes hagan su trabajo.

No es imprescindible que los actores que interpretan a miembros de una misma familia se parezcan físicamente, pero siempre es un placer cuando sucede: Frente costero es una galería de mandíbulas firmes. Jake Weary refleja parte de la corporalidad de McCallany, y el parecido se acentúa cuando Cane imita el carisma de su padre. Todo esto le da a la serie más profundidad de la que su trama, por sí sola, podría alcanzar.

Imagen de la serie "Frente costero" de Netflix.
Imagen de la serie "Frente costero" de Netflix.
Foto: Difusión.

Williamson dejó su primera huella en la televisión costera en los 90 al crear Dawson’s Creek, ambientada en Nueva Inglaterra pero, como Frente costero, filmada en Carolina del Norte. Entre sus otros trabajos se encuentran los guiones de Sé lo que hicieron el verano pasado y varias Scream, así como la adaptación televisiva de The Vampire Diaries.

Se puede rastrear algo de ese ADN en los destellos de diálogos adolescentes atrevidos que aparecen aquí; el hijo de Bree, cuando su madre lo presiona sobre su vida amorosa, responde sarcásticamente que es “mayormente sexo grupal”. Las propias aventuras adolescentes de Cane resurgen cuando su novia del instituto regresa al pueblo. Aunque ahora es un hombre de familia felizmente casado, enfrentarse a la encarnación viviente de sus fracasos juveniles lo desestabiliza.

Frente costero quizás no llegue a ser tan impactante como las obras más queridas de Williamson, pero sí tiene más mordida que muchos otros dramas ambientados en pueblos costeros con tasas de homicidio sorprendentemente altas. Los diálogos son, a veces, ingeniosos, y McCallany y Bello son excelentes rivales escénicos.

Margaret Lyons, The New York Times

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