Cómo es "Olympo", la serie juvenil de Netflix que sigue el legado de "Elite" y tiene dos estrellas uruguayas

El uruguayo Agustín Della Corte es uno de los protagonistas de la serie que llegó el viernes a Netflix; también actúa Nicolás Furtado y caras conocidas de España como Clara Galle y María Romanillos.

Agustín Della Corte en la serie "Olympo".
Agustín Della Corte en la serie "Olympo".
Foto: Matías Uris/Netflix

Es una serie creada para llenar el vacío que dejó Élite, y lo cumple. Aquella tira coral sobre los alumnos del elitista colegio Las Encinas fue uno de esos éxitos de la plataforma, con un misterio que fue cambiando temporada tras temporada (hasta la tercera no estuvo mal), alrededor de un grupo de jóvenes que se mueven con poca ropa entre los excesos de todo tipo y el mandato social. Eran unos muchachos en jaula de oro, y solo había que rascar un poco para encontrar miedos, inseguridades y conflictos varios.

Olympo, que llegó ayer a Netflix y es de la misma productora de Élite, aquí hay una chica que se siente sapo de otro pozo, una cantidad de gente semidesnuda o directamente desnuda, exigencias (en este caso empresariales y familiares) y también un misterio. Todo resumido en ocho capítulos sobre un centro atlético de alto rendimiento que ya están disponibles en la plataforma, y que tienen una particularidad: un protagonista uruguayo, que saltó de Paysandú a la plataforma.

La recién llegada es Zoe (Nira Oshaia), una atleta de heptatlón que prefiere consumir marihuana a entrenar todo el día, como debería una competidora de su clase. Llega con una pesada carga, la muerte de una amiga en un accidente del que parece haber sido responsable. Su intento de encajar en un mundo que no conoce y en el que no quiere estar genera fricciones con varios de los estudiantes del exclusivo Car Pirineos, donde se desarrolla toda la acción de la serie.

El Centro de Alto Rendimiento es un lugar que Nuria (María Romanillos), una de las atletas de nado sincronizado, define como “un zoológico lleno de serpientes y tiburones disfrazados de cuerpos perfectos”. Tiene toda la razón. Así se lo hacen notar Jennifer (Laura Moray) y Renata (Andy Duato), dos jóvenes arpías dispuestas a todo con tal de ganar. También lo deja en claro Amaia (Clara Galle), otra de las protagonistas, que es la capitana del equipo nacional de nado sincronizado y la persona más autoexigente de la zona. Ella es una reina de hielo capaz de mandar al frente a su compañera de equipo y mejor amiga desde los 14 años, Nuria, con tal de no bajar su nivel.

Es que todos buscan lo mismo: una de las becas disponibles para ser parte de este olimpo. La insuficiencia será sinónimo de expulsión.

“Yo creo que la historia de Amaia habla un poco de la justicia ¿no? Está esa cosa de si el esfuerzo es lo que te hace ser la mejor, la competitividad, todos los sacrificios que hay que hacer y la demostración de cuáles son tus prioridades para poder ser la número uno”, le dijo Clara Galle a Efe. “Yo sé lo que es el sacrificio tanto física como mentalmente las 24 horas de tu vida. No puedes ir a casa y olvidarte. Tienes que seguir una dieta, unas rutinas, cuidarte incluso los pensamientos”, agregó la actriz que durante muchos años fue gimnasta.

El uruguayo Agustín Della Corte es otro de los protagonistas de esta serie. Interpreta a Roque Pérez, el capitán del equipo de rugby, un joven gay que se acuesta con sus compañeros, pero tiene que mantener las apariencias para un mundo —el del rugby— homófobo y machista que lo rodea y castiga. Ese conflicto ya se ha mostrado (en la serie Heartstopper de Netflix, en la película A su lado, mañana a las 22.00 en el canal Europa Europa), pero el actor nacido en Paysandú logra crear un personaje muy profundo, con una dura fachada exterior y un interior frágil, lleno de inseguridades. Su actuación es de lo mejor de la serie.

El joven que saltó a la fama como Antonio Vizintín en La sociedad de la nieve y participó en Linda junto a la China Suárez, no es el único talento local en el elenco, ya que Nicolás Furtado es uno de los tres patrocinadores que llegan al CAR, quien puede ofrecer un lugar fijo en ese mundo de élite.

Nira Osahia y Clara Galle en la serie "Olympo".
Nira Osahia y Clara Galle en la serie "Olympo".
Foto: Matías Uris/Netflix

Alrededor de los personajes de Zoe, Amaia y Roque, algunos compañeros de ese centro deportivo que inesperadamente comienzan a tener mayor resistencia y desempeño son los que entablan el conflicto. Cuando Nuria supera las marcas que parecían imposibles, impuestas por Amaia, inicia el misterio de esta serie que tiene profesores, alumnos y médicos metidos en el medio.

Los responsables de esta producción son Ibai Abad, Laia Foguet y Jan Matheu quienes vienen del teatro y el audiovisual independiente, y si bien abordan tópicos ya conocidos, toman algunos riesgos como una estética cuidada y más cercana al videoclip, y abordan cuestiones como la homofobia, el conflicto de identidad y la exigencia en el deporte de élite. También la mercantilización de los atletas por las marcas que los esponsorean, o familiares que buscan mantener una tradición atleta a como de lugar.

Imagen de la serie "Olympo" de Netflix.
Imagen de la serie "Olympo" de Netflix.
Foto: Instagram @agustindellacorte

Olympo también cuenta con una buena fotografía, muy cuidada que se destaca en las escenas de nado sincronizado que son muchas y siempre vistozas. También en la música que genera tensión a todo momento, como un reflejo de lo que viven esos jóvenes en ese ambiente tan elitista como competitivo y cruel.

Con un elenco que conjuga caras conocidas con algunas nuevas, Olympo llegó a Netflix para llenar ese vacío que dejó el culebrón español que supo ser tendencia y extenderse hasta repetirse. Si bien se vuelve a apostar a la fórmula ganadora, la combinación de entretenimiento, drama deportivo, thriller, deseo y un poco de crítica social intenta hacer la diferencia. No sale nada mal.

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