Se alejó de la pintura 20 años, retomó en pandemia y los famosos de Canal 10 lo ayudaron a ganar un premio

Dejó de lado los pinceles por razones de fuerza mayor, pero la pandemia le dio otra oportunidad. Ganó un certamen y ahora expone sus obras en una feria que reúne a más de 100 artistas: la historia de Pablo Solari.

El artista plástico Pablo Solari junto a su obra ganadora del concurso Proyecto Arte Feria 2025.
El artista plástico Pablo Solari junto a su obra ganadora del concurso Proyecto Arte Feria 2025.
Foto: Ignacio Sánchez

Todo empezó en la niñez. Pablo Solari (50) copiaba historietas porque tenía buen trazo. Más tarde se anotó en un taller de pintura, cursó la UTU, y las obligaciones del mundo adulto —estudiaba Comunicación mientras cumplía con las ocho horas laborales— lo alejaron de los pinceles. Retomó 20 años después. La pandemia lo forzó a quedarse en casa y el seguro de desempleo le dio algo que no tenía: tiempo libre.

Aprovechó ese mal trago para reencontrarse con su viejo amor: el arte. Se metió de lleno en los retratos y presentó uno de los siete que hizo de Sigmund Freud en el Concurso Proyecto Arte 2025, la feria que reúne a más de 100 artistas y se inaugura hoy las 19:30 en el LATU. Patricia Wolf será la encargada de musicalizar con su set la apertura del evento.

Su obra obtuvo 3.503 “me gusta” en Instagram y así se llevó el primer premio. Lo consiguió gracias a una campaña en la que sus compañeros de Canal 10 —desde 2012 es periodista en el sitio web de Subrayado— jugaron un rol clave.

“Cuando agoté toda mi agenda y mis contactos se me ocurrió pedirle a los compañeros del canal que compartieran la publicación. Algunos solo la postearon y otros, como Nubel Cisneros, grabaron un video. Resultó excelente”, cuenta Pablo Solari a TV Show. Y resalta la buena onda de Noelia Etcheverry, Roberto Moar, Petru Valensky, César Sanguinetti y Patricia Martín —excompañera en Radio Sarandí— que también colaboraron con la causa.

El premio es económico —los organizadores del evento adquieren la pieza artística titulada El gran Freud— y además le dan un stand en la feria Proyecto Arte, que va hasta el domingo, con la posibilidad de exponer y vender sus obras. La entrada es gratuita; los interesados pueden canjearla en Redtickets.

Antes de la inauguración, Pablo Solari compartió su historia con TV Show y expresó su deseo de, algún día, lograr vivir del arte.

De pintar en sábanas a exponer en Punta del Este

El taller que Pablo Solari montó en una de las habitaciones de su casa y hoy es su rincón artístico y pinacoteca.
El taller que Pablo Solari montó en una de las habitaciones de su casa y hoy es su rincón artístico y pinacoteca.
Foto: Ignacio Sánchez

Las primeras obras las improvisó sobre sábanas que le daba su madre. Al principio las usaba para crear parches que pegaba en camperas —en los noventa eran última moda—. Después, de forma bien rudimentaria, las transformó en lienzos para despuntar el vicio artístico: era lo que tenía a mano, y resultaba más económico.

Más adelante se compró libros que enseñaban a pintar al óleo, y luego contactó a Enrique Picardi —no recuerda bien cómo ni por qué— y empezó a ir a su taller.

Cuando terminó el liceo se inscribió en la Facultad de Economía, pero rápido advirtió que no era lo suyo. Saltó primero a la UTU y luego a la Facultad de Comunicación. En ese interín, abandonó por completo los pinceles.

“Me puse a estudiar y a trabajar ocho horas como diseñador gráfico en una empresa de regalos empresariales, no me daba el día y fui dejando. La vida me llevó por otros caminos”, cuenta.

Al terminar la facultad, empezó a trabajar en medios y siguió sin pintar, aunque lo extrañaba. De hecho, solía expresar en voz alta sus ganas de retomar. Pero crisis son oportunidades: en abril de 2020 lo mandaron a seguro de paro rotativo y su esposa le dijo: “¿Vos querías volver a pintar? Es ahora”.

Le hizo caso y desde entonces no paró. Desempolvó unos óleos que llevaban dos décadas archivados y las primeras pruebas las hizo con una foto de su hijo, que en ese momento tenía tres años. Luego pintó un autorretrato, por temor a hacer uno de otra persona y que quedara mal. El tercero fue de Freud. “Mi esposa es psicoanalista y se lo regalé a ella”, cuenta.

Aunque ese Freud no fue el que ganó el premio. Pintó seis más, y presentó el último. “Su figura estética me parece muy atractiva”, dice sobre el padre del psicoanálisis.

Lo mismo le pasa con José Batlle y Ordóñez, Aparicio Saravia y Jimi Hendrix, a quienes también pintó en reiteradas ocasiones. “Son personajes que me llaman la atención por su relevancia histórica y me atraen como desafío estético”, explica.

A José Mujica lo hizo por encargo de un amigo que vive en Estados Unidos, y más tarde lo repitió por motivación propia.

“Tomé como modelo una foto de cuando era presidente, entonces estaba muy prolijo, con camisa y saco. A mi amigo le gustó, se lo llevó, pero yo quedé con ganas de hacer al Mujica que veíamos todos los días, más desalineado y sin traje. Así que busqué una foto de lo que quería, lo pinté más grande y ese cuadro después se expuso en el Museo Ralli de Punta del Este”, repasa.

El periodista Pablo Solari, de la utopía a la realidad

Pablo Solari junto al retrato de Freud que le valió ganar el premio Proyecto Arte Feria 2025.
Pablo Solari junto al retrato de Freud que le valió ganar el premio Proyecto Arte Feria 2025.
Foto: Ignacio Sánchez

Confiesa que a veces se pregunta qué hubiera pasado si no dejaba los pinceles esas dos décadas que se le hicieron eternas. “Capaz que ahora me estaba dedicando solo a la pintura. Es un sueño que sigo teniendo. Es lo que más me gusta hacer. Me encantaría vivir de eso”, se sincera. Mientras tanto, avanza paso a paso, cuadro a cuadro, con una máxima clara: "En el error está la belleza".

La obra ganadora —El gran Freud— resume todo lo que hoy lo moviliza: retratos llenos de expresión, con trazos ágiles y una búsqueda estética que prioriza reflejar la esencia del personaje por encima del parecido exacto.

“Pinto con pincel ancho, sin detenerme en los detalles. Nada de realismo. Busco lo que parece desencajado, mal hecho, desproporcionado", comenta quien desde enero de 2024, cuando hizo ese Freud ganador, abarata costos pintando en cartulinas.

Pero está feliz, porque desde que retomó la pintura —dice— solo le han pasado cosas buenas. Fue convocado por Ignacio Zuloaga para participar en un proyecto en La Barra, y por el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, para ser parte de una intervención artística en el pueblo 19 de Abril. Esa experiencia derivó en la formación del colectivo Chafalote Arte —antiguo nombre de este pueblo de 300 habitantes—, con el que ya hicieron varias exposiciones itinerantes.

En el Concurso Proyecto Arte, Solari vio una oportunidad y se tiró al agua. “Nada malo podía pasar. Quedar entre los 10 finalistas ya era una vidriera enorme”, resume. Pero ganó, y ahora podrá mostrar por primera vez una serie completa de sus obras en el stand que se le otorgó.

"Es otra forma de darse a conocer, más allá de la posibilidad de vender", dice ilusionado. El rumbo está claro. Y aunque sabe que no es simple, de a poco, el sueño de vivir del arte está dejando de ser una utopía.

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