Redacción El País
La flamante comunicadora, quien se consagró como ganadora de la primera edición de ¿Quién es la máscara? (La Tele), visitó el set de La Morán de noche (Canal 5) y se abrió sobre su presente familiar, cómo vive su segundo embarazo, su historia de amor con el padre de sus hijos y también recordó a su padre, Jorge "Toto" Da Silveira. Sin embargo, fue la noche que Manuela Da Silveira compartió con Charly García la anécdota que más llamó la atención de los televidentes.

Durante el tramo final de la entrevista, como es habitual en el programa, Martín Angiolini interpretó varios temas que representaban a la invitada, y al cantar juntos el clásico "Yo no quiero morirme tan solo" surgió la conversación.

"Hablando de Charly García, ¿pasaste una noche con él? ¿Cómo fue?", preguntó Carmen Morán, la conductora del ciclo. Manuela, visiblemente emocionada, explicó que siempre lo admiró, una pasión que comparte con su hermana, y recordó una ocasión en que lo conoció en uno de sus conciertos en Uruguay. "Fue una oportunidad increíble", confesó.

La noche se tornó aún más especial cuando, al término del recital, se dio una circunstancia inesperada. “En ese momento, si lo pienso, qué miedo, pero también es algo que surge. Los silencios le incomodan mucho, por lo que dejó la puerta abierta para seguir conversando”, comenzó contando.

Esa noche, la fotógrafa Matilde Campodónico estaba tomando retratos, y fue entonces que sucedió la magia: "Tengo una de esas fotos porque él dijo 'con ellas'. Estaba haciéndole unos tremendos retratos, y nos sacó una a mí, mi hermana y mis dos amigas. Me acuerdo que yo le tenía que acariciar la cabeza mientras él charlaba", relató entre risas sobre el insólito pedido que le hizo su ídolo.

Foto: Teledoce/Marcelo Campi.

También recordó que estuvo presente Danilo Astori Sueiro, quien representaba a García en ese entonces. "Tuvimos la oportunidad de escucharlo hablar, y recuerdo que repetía: 'Los silencios aturden'. Fue un privilegio estar allí. Era un ídolo", resaltó.

"Era tan tarde, ya eran las cuatro de la mañana, y yo pensaba 'ya me quiero ir a dormir', pero también es el duelo que se siente cuando uno conoce a su ídolo de esta forma", agregó.

Para cerrar, Manuela lo definió como un tipo maravilloso, a quien sigue admirando profundamente: “En su vida ha tenido procesos de regeneración increíbles. Sigue haciendo cosas brillantes y tiene un legado musical que perdura. Tuve la suerte de vivir esa experiencia”, concluyó.