Redacción El País
La sociedad de la nieve continúa su recorrido como fenómeno mundial. Con suerte dispar en la temporada de premios —acaba de perder su chance en los Bafta— y convertida en la segunda película de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix, su expansión es imparable.

Eso se hace sentir, también, en la vida de sus actores, sobre todo en la de su protagonista Enzo Vogrincic, el actor uruguayo de 30 años que interpreta a Numa Turcatti, quien lleva el relato de la película de J.A. Bayona y fue el último en morir en la montaña en la tragedia de los Andes.

Vogrincic, que a raíz del boom de La sociedad de la nieve no para de viajar y de dar entrevistas internacionales, grabó en Madrid una emisión del popular podcast español La Pija y la Quinqui, y allí fue interrogado, entre otras cosas, acerca de los mensajes extraños que le llegan desde que su cara se hizo globalmente conocida.

"Ufff...", dijo ante la pregunta de qué tipo de textos le enviaban. "Yo recibo cientos y cientos de mensajes; la mayoría los paso por arriba, algunos leo, voy leyendo aleatorio. Y recibo de todo".

Luego dio algunos ejemplos de los mensajes subidos de tono que le llegan vía Instagram: "Terminame de criar" es "algo que se repite mucho", según dijo, y también frases como "Tengo 70%, me falta uno de 30", en referencia a su edad, o "Mi padre me da permiso".

Pero finalmente Vogrincic se avergonzó al contar una suerte de poema o refrán subido de tono que le llegó tras el estreno de La sociedad de la nieve. "Bueno, y hay uno que...", deslizó con pudor: "Me gustaría ser bruja, poder hacerte un hechizo y ser dueña de tu chorizo", cerró entre risas.

"Poético, creativo, me reí. Hay gente muy creativa", valoró Vogrincic con la complicidad de los conductores. Eso sí, cuando le preguntaron cómo se respondía a ese tipo de misivas, fue tajante: "¡No, a eso no se contesta! El problema de contestar es que yo contesto un mensaje, agradezco, no sé qué, y al otro día, 'Hola, ¿cómo andás? (...) Es difícil llevar amistades con gente que no conozco, no puedo; ya arranca flechada esa conversación".

En el termómetro de las redes sociales, Enzo Vogrincic es un nuevo sex symbol y ha generado un sorprendente fenómeno de fanatismo.