Redacción El País
Este jueves, horas después de celebrarse la fiesta de casamiento de Carlos Perciavalle y Jimmy Castilhos, luego de una bendición privada en nombre de la Iglesia, el obispo de Maldonado, Milton Tróccoli, publicó una carta para hacer aglunas aclaraciones respecto a lo ocurrido.

"Viendo las repercusiones que ha tenido en algunas personas de la comunidad eclesial la bendición a C. Perciavalle y a J. Castilhos, considero importante compartir con ustedes el camino recorrido con relación a esto", comenzó el texto difundido este jueves.

"Después de los primeros anuncios en los medios sobre una 'celebración religiosa' de casamiento en una Iglesia, y de un comunicado aclaratorio por parte de la Diócesis, se realizó una reunión —a solicitud de ellos— para dialogar personalmente y clarificar situaciones", informó, como en su momento lo había dicho Castilhos.

Para Tróccoli, aquella charla fue "un diálogo largo, profundo y sereno", a partir del que se solicitó la bendición de la Iglesia y se le consultó a la Nunciatura Apostólica en el Uruguay sobre cómo proceder en esta situación, "que se preveía con características mediáticas".

Foto: Ricardo Figueredo

Así, aclaró Tróccoli, se acordó que la bendición no sería en una capilla, e hizo una aclaración tajante: "Era una bendición a las personas y no a la unión", dijo y, por tanto, tenía que hacerse "de un modo discreto, sin presencia de invitados; era una bendición simple".

Al final, el obispo expresó: "Comprendo que lo mediático de la situación ha podido herir la sensibilidad de algunos, y tal vez pueda haber confundido a otros. También ha movido a algunos a acercarse para plantear su situación vital, personal o familiar, agradeciendo la cercanía de la iglesia".

La bendición, que se realizó ayer en la chacra de Perciavalle y estuvo a cargo del padre Francisco Gordalina, fue exclusiva para medios de prensa que acompañaron el momento.