Figura de Canal 4 recordó el drama que vivió antes de recibir un diagnóstico: "Me revolcaba en la cama"

Redacción El País
Leticia Fernández, conductora del programa Maestros del hogar en Canal 4, fue invitada al ciclo Algo que decir (Teledoce), donde reveló el periplo que vivió durante dos años hasta ser diagnosticada con endometriosis. En el proceso, pasó por múltiples estudios, consultas médicas sin respuestas, paso por la emergencia, donde el dolor era tan intenso que solo lograban calmarlo con medicación.

“Caí en emergencia hasta dos veces en un mismo día solamente para que me den calmantes, desesperada. Me hacían ecografías y me decían: ‘no tenés nada’. Pero yo no podía más. Era un dolor que me paralizaba. Me agarraba y pasaba de 0 a 100 en tres minutos. A veces iba manejando y tenía que frenar. Mi gran síntoma era el dolor extremo”, relató.

La situación se volvió aún más angustiante cuando, después de años de recibir el mismo diagnóstico nulo, una ecografía dejó entrever un posible escenario grave. “Empiezan a hablar entre el ecografista y la chica que tomaba los datos, con unos ojos que yo dije: ¿qué está pasando acá? Me dicen: ‘¿tenés turno con un ginecólogo? Porque vemos dos quistes en tus ovarios y por su forma no parecen benignos’”.

Leticia estaba sola, y ese comentario bastó para que le temblaran las piernas. "Me dijeron que quizás no era cáncer sino un embarazo ectópico y que me tenía que operar ya", relató.

Llegó a la emergencia sin poder hablar. Le hicieron un análisis de sangre que descartaron el embarazo y le mandaron a sacar turno para ver si el quiste era benigno o maligno.

Leonardo Maine/Archivo El Pais

Volvió a su casa convencida de que algo tenía, sacó hora con otro ginecólogo que le aconsejó hacerse una ecografía privada. Fue recién entonces que el profesional dio en la tecla. “Me tocó la panza y me dijo: ‘tenés endometriosis’. Estuve dos años pagando ecografías y él en dos segundos lo supo, porque sabía verla. Es muy complicado cuando los médicos no están capacitados para detectar algo tan simple”.

El diagnóstico llegó en setiembre de 2022 y la operaron en marzo de 2023. “Esos meses fueron los peores. Ya sabía qué tenía, pero el dolor era cada vez más fuerte. Me revolcaba en la cama mordiéndome la almohada esperando que me dieran algo, porque no aguantaba más”, recordó.

Desde la operación, no volvió a tener dolores. Pero sabe que muchas personas no corren con la misma suerte. Por eso, su mensaje fue claro: “No normalicen el dolor menstrual”.

“Estamos acostumbradas desde chicas a que nos digan ‘te duele porque sos mujer, es normal’. Pero no lo es. Mi primer síntoma fue un sangrado más abundante de lo habitual. Tenía 38 años. Me dijeron que era normal a mi edad. Pero no era normal", expresó con el propósito de ayuda a visibilizar una enfermedad silenciada.