Cami Rajchman se mostró tras aplicarse bótox y confesó cuál es su mayor miedo en el amor

Redacción El País
Camila Rajchman es muy activa en redes sociales y no pierde ocasión para compartir con su comunidad cada paso de su vida personal. Esta vez, decidió mostrar su cambio tras someterse a un tratamiento con bótox, y lo hizo a través de una serie de fotos y videos donde explicó el procedimiento con su clásico humor y desparpajo.

“El día que me puse bótox”, escribió en un primer posteo donde se la ve con una gorra, mientras su dermatóloga de confianza realiza el tratamiento. Luego, grabó un video en el que profundizó sobre el tema y dejó clara su postura: “No promuevo que se pongan bótox ni que se toquen la cara, promuevo que hagan lo que quieran. Que se sientan lindos y bellos, que puede ser con un bótox o con un color de buzo o como se les cante”, afirmó.

Además, desdramatizó el procedimiento: “Me dicen: ‘¿Ay, te operaste?’. No, hermano, el bótox son unos pinchacitos que te dejan un poco tieso y te adormecen el músculo. En unos días esto se acomoda", explicó.

Aunque sí confirmó estar un poco "tiesa" antes de que su cara se acomodara: "Tranquilos, esto solo se pone mejor", adelantó.

Aprovechó también para advertir a sus seguidores sobre los riesgos de acudir a personas no capacitadas: “No caigan en un chanta. Pidan referencias”. Y agregó: “Es para evitar verte arrugada, pero tiene efecto por unos meses. Después pum, volvés a la realidad, y si querés, te ponés de nuevo o no”.

Foto: @camilaraj

Un par de días antes, y durante el programa de streaming Weno qué pasó, que conduce junto a Pato Rebufello y Lucas da Silva por Aweno TV, Camila se explayó sobre el los vínculos.

El disparador para la charla fue “¿cuál es tu mayor miedo en el amor?”. Y ella, que en abril terminó su relación con el piloto Santiago Urrutia, abrió su corazón para hablar de forma honesta y reflexiva.

“Me quedé amando sola y fue tremendo miedo”, dijo al recordar una experiencia pasada, cuando, pese a estar en una relación “supersana”, su pareja le dijo un día: “Hoy me retiraría de este vínculo”.

A partir de ese episodio, compartió una reflexión profunda: “A mí me daba miedo perderme en el otro, amando tanto, desdibujarme de las cosas que haría o no haría por amar al otro. Es un miedo real, que me sucedió”.

Y puso un ejemplo: "Los sábados tengo partido y a mí me gusta irme para afuera. Entonces digo: ‘Bueno, me quedo y voy a verlo jugar’. Es lo mínimo, pero empezás así”.

“En un momento hacés una mirada a vos misma y decís: ‘¿En qué momento terminé cediendo acá o parada en este lugar, si nunca hubiera elegido esto?’”, reflexionó.

Entonces sintetizó la idea: "Elegir al otro sobre vos es mi mayor miedo". "El amor es tan zarpado que me desdibujo yo. Me pospuse en ciertas cosas, terminé en los planes del otro”, reveló.

Contó que, por ejemplo, soñaba con conocer Machu Picchu y terminó en Miami porque su pareja en ese momento (aunque sin dar nombres) lo prefería: “Me dejé de escuchar. Empezás en cosas genéricas y te perdés en cosas más graves. Te alejás de vos”.

Por eso, aseguró que el amor del bueno es aquel que te potencia: “No te retiene, no te propone un plan si tenés otra cosa”.

Sobre el final, Cami Rajchman también se permitió una autocrítica: “Me considero una buena pareja, pero a veces me cuesta estar parada en mi lugar y me tengo que agarrar del ‘quiero ser buena novia’, porque tan natural no me sale. Me abstraigo de lo que quisiera porque esto es lo que él considera bueno para él”.