* Por Manuella Sampaio

Un huracán. Una voz. Una rockstar. La oveja negra, señora de sí misma que vivió como quiso. Muchas palabras podrían servir para describir lo que fue el paso de Rita Lee de Carvalho Jones por esta vida. Sin embargo, ninguna llegará a abarcar lo que representó. El ícono de la música brasileña falleció este lunes en São Paulo, a sus 75 años, víctima de un cáncer de pulmón.

Dueña de una personalidad irreverente, Lee tuvo una vida intensa y espectacular. La cantante, compositora, actriz y más tarde escritora, nació en diciembre de 1947, creció en una familia de inmigrantes, estadounidenses por parte de su padre e italianos por parte de su madre, quien tocaba el piano y le incentivó a estudiar música.

“Crecer como brasileña entre protestantes/masones estadounidenses e italianos ultracatólicos, me dio una visión existencial de valores y rarezas”, escribió en Rita Lee, Uma Autobiografia. Allí, como ha hecho a lo largo de su vida, escribe su historia con sus propias palabras, sin dejar que nadie hable por ella. Esta fue, a propósito, una de las marcas de su trayectoria: tener voz y brillo propio.

Lee comenzó como cantante, a fines de los años 60, de la influyente banda de rock psicodélico Os Mutantes, desde dónde contribuyó al movimiento tropicalista, junto de los hermanos Sergio Dias y Arnaldo Baptista, con quien estuvo casa cuatro años. “Ellos parecían tres ángeles. Sabían todo sobre el rock renovado por los ingleses, tenían el estilo de la vanguardia pop de la época”, escribió Caetano Veloso en sus memorias.

Foto: Archivo/Divulgación

La cantante dejó el grupo en 1972 y cómo solista mantuvo su música entre el rock y la música popular brasileña. A lo largo de medio siglo de trayectoria, editó decenas de discos en los que compartió canciones con figuras como Elis Regina, Joao Gilberto, Milton Nascimento, Caetano Veloso y Gilberto Gil, (sus compañeros del Tropicalismo). Obtuvo, además, siete nominaciones al Grammy Latino, premio que ganó en 2001 en la categoría mejor álbum de rock brasileño por su disco 3001. Este mismo año, Lee editó uno de sus discos más recordados, Aqui, Ali, em Qualquer Lugar, también conocido como Bossa ‘n Beatles, dedicado al repertorio del grupo de Liverpool que fue determinante en su decisión de dedicarse a la música. En 2003 recibió el Premio de la Música Brasileña Orden del Mérito Cultural y en 2022 el Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical.

Vino a Uruguay por primera vez en 2006 para un show en el, por entonces, Conrad de Punta del Este. Volvió en 2011 para un concierto en el cine Plaza. Pocos meses después de ese debut montevideano, se retiró de los escenarios tras un concierto polémico en la ciudad de Aracaju, dónde terminó presa por desacato a la policía. “Me retiro de los conciertos pero nunca de la música”, dijo entonces.

Foto: Darwin Borelli

La mujer sagaz y artista grandiosa, había dejado su propio obituario escrito, porque sí, si había redactado cada línea su vida y vivido conforme sus propias reglas, no sería distinto ahora. Lee dejó las palabras finales en su autobiografía y decía eso: “Cuando muera, puedo imaginar las amables palabras de aquellos que me odian. Algunas estaciones de radio reproducirán mis canciones de forma gratuita, los colegas dirán que se me extrañará en el mundo de la música, quién sabe, tal vez incluso le den mi nombre a un callejón sin salida. Los fanáticos, esos sinceros, recogerán las carátulas de mis discos y corearán ‘Ovelha Negra’, (...) en las redes, algunos dirán: “Wow, pensé que la vieja ya había muerto, jejeje”. Ningún político se atreverá a asistir a mi funeral, ya que nunca he estado en la tarima de ninguno de ellos y me levantaría del ataúd para abuchearlos. Mientras tanto, estaré presente en el cielo con el alma tocando mi autoarpa y cantando a Dios: ‘Thank you, Lord, finally sedated’. Epitafio: Ella nunca fue un buen ejemplo, pero era buena gente”.

La autora de éxitos como “Lança perfume’”, “Saúde”, “Baila comigo”, “Ovelha Negra, y “Mania de você”, es la artista que más vendió discos en Brasil. Deja más de 638 grabaciones, un legado enorme para la cultura brasileña y el rock latinoamericano, y una legión de fanáticos y admiradores.