Mariano Martínez: los 35 años del disco emblema de Attaque 77, Alquimia, El asado y lo más punk que hizo

El músico argentino celebra los 35 años del disco "El cielo puede esperar" de Attaque 77 en Montevideo Music Box y habla de las colaboraciones con uruguayos y salir de la zona de confort en televisión.

Mariano Martínez.
Mariano Martínez.
Foto: Difusión.

Por la cantidad de proyectos que tiene en esta lado del río, el argentino Mariano Martínez parece uruguayo. Aquí encontró terreno fértil para crear, tocar y reinventarse, y pronto regrabará en vivo uno de los discos más emblemáticos de su carrera

Con Spuntone y Mendaro tiene Alquimia, proyecto que busca desarrollar hasta convertir en show propio. Además, junto a Fabián Marquisio y Julio Cobelli hizo El asado, proyecto que seguirá lanzando canciones grabadas en vivo durante una comilona entre amigos. Y hasta se animó a convertirse en imitador de varios colegas —incluidos Sandro y su pareja, Valeria Lynch— en Tu cara me suena, emitido por Canal 12.

“Hacer de Valeria fue lo más punk que hice en mi vida”, dice entre risas el músico que se presenta el 15 de noviembre en Montevideo Music Box para una velada que será homenaje de los 35 años de El cielo puede esperar (entradas en Redtickets), el disco insignia de Attaque 77, y un registro de esa noche que contará con los arreglos originales, los de Juanchi Baleirón.

Pero sobre todo, para Martínez, es una excusa perfecta para juntarse con la gente que lo ha acompañado y hacer música juntos.

—Son los 35 años de El cielo puede esperar. ¿Sentís que pasó tanto tiempo?
—Por momentos, la sensación del paso del tiempo es engañosa. Parece que no fue hace mucho, pero pasó. Lo noto cuando hablamos de tecnología, audio, formatos. Imaginate, el primer disco salió en vinilo, después en cassette, y ahora en la mano tengo los videos, la música, todo. Y hemos vivido esos cambios. Hay mucho recorrido, pasaron muchas cosas, y Ataque 77 siempre ha sido muy activo, de hacer mucha gira. Siempre tocando. Entonces, pasó el tiempo, pero se nos hizo corto. Siempre nos mantuvimos entretenidos.

—Solo pararon por la pandemia.
— Solo paramos por la pandemia, y fue el único momento en que realmente frenamos a mirar hacia atrás.

—El disco fue un parteaguas para la banda, ¿lo sentís así?
—Sí, fue importante, claro. Además, es un disco de la adolescencia. Imagínate que yo tenía 18 años cuando lo grabamos. Tuvimos la suerte de tenerlo a Juanchi Baleirón que nos enseñó un montón, y le dio un toque para que no suene tan rústico, le puso una cosa fina a las canciones. Éramos chicos con pocos recursos musicales pero con ese toque en la producción, pasó algo.

Mariano Martínez.
Mariano Martínez.
Foto: Difusión.

—Y pasó de cero a mil.
—Sí, fue como una explosión. No solo por este disco, fue una explosión del rock en general, con ese sonido de guitarras rabiosas. De Los Ramones, y de repente el rock se puso de moda y los niños querían ser rockeros. Ahora no pasa, pero en ese momento nos tocó a nosotros con este disco y una canción como “Hacelo por mi” que no estaba en los planes de nadie.

—¿No esperaban que fuera un éxito?
—No, porque no tiene estribillo. Porque pasa un minuto y medio o dos y recién dice: “Hacelo por mí”. Cualquiera hubiera dicho que no iba a funcionar, pero pasó lo que pasó, y fue en un momento en que éramos tan chicos, con apenas un par de años de recorrido, y todo por delante. Tuvimos que aprender a ser músicos, a hacer canciones. A ponerle estribillo a las canciones (se ríe).

—¿Te reconocés en ese pibe o te ves distinto?
— Es raro, es como ver fotos viejas. Soy yo, pero de otra vida. Lo bueno de esa época era la ingenuidad: sacábamos canciones sin tanto cuestionamiento. Está bueno no perder eso de grande.

—¿Y qué te pasa hoy con la música?
—Me pasa lo que no me pasaba antes: no me cuestionaba. Hacía los temas, salían, y ahora le doy vueltas. Tengo más dudas, no estoy seguro si esta bueno, le doy más vueltas. Antes las canciones nacían en el ensayo; ahora tengo estudio en casa, lo que es un arma de doble filo porque te tomás tu tiempo, nadie te corre, es cuando tenés ganas. Así que estoy aplicando eso de tocar, grabar y que salga. Estoy terminando de darle forma al álbum solista, y si lo comparo con aquella época, le doy vueltas y vueltas, cambio y a los 15 días voy para atrás, y así estoy.

—También has hecho colaboraciones con varios artistas uruguayos.
—Sí, estoy haciendo muchos shows con Spuntone y Mendaro con Alquimia que ha sido una gran alegría. Vamos a hacer canciones y queremos pasar por todos los pueblos y ciudades. Así que si tengo que definir este momento, es disfrutar de nuestra actividad, porque con Ale y Guzmán lo hemos hablado mucho, hemos soñado de chicos con ser músicos, y hoy somos quien quisimos ser cuando éramos chicos. Y siendo consciente de eso, de grande tenés que disfrutarlo.

—Y tenés “El Asado” con Julio Cobelli y Fabián Marquisio. ¿Qué te une musicalmente a ellos?
—Fabián es tremendo genio que viene con esas ideas. Cuando vino con “El asado” pensé: qué planazo, y qué buena idea hacer el asado, grabarlo y después compartirlo con la gente. Y Julio Cobelli, imagínate el lujo que fue tocar la guitarra con ese maestro. Y hay unas cuantas canciones más por salir. Lo mejor de todo es que estas cosas aparecen desde la amistad. Desde ahí construimos situaciones musicales pero sin ninguna otra pretensión que compartir buenos momentos.

—Donde también se te vio cómodo fue en Tu cara me suena. ¿Cómo llegaste ahí y cómo surgió imitar a Valeria?
— Fue salir de la comodidad total. Al principio un poco incómodo, después me divertí. Acepté sin pensarlo mucho y al poco tiempo estaba disfrutando un montón. Y cuando me tuve que disfrazar de Valeria, eso fue lo más punk que hice en mi vida. Sabía que era comedia, no me iba a esforzar en cantar como ella: es imposible. Creo que Sandro fue mi momento más logrado. Y la experiencia de estar en televisión haciendo eso me sacudió algunos miedos, porque salí pensando: puedo hacer cualquier cosa.

Mariano Martínez, Valeria Lynch y Maxi de la Cruz en "Tu cara me suena".
Mariano Martínez, Valeria Lynch y Maxi de la Cruz en "Tu cara me suena".
Foto: Captura de Pantalla

—Te permite salir de ese personaje de “el de Attaque”, aunque como banda también han roto prejuicios del rock.
—Creo que lo más rebelde que hicimos fue Acústico (2011). Porque si hago un disco de punk rock, lo que todos esperan que hagamos, eso fue muy provocador. La mitad del público se ofendió. Y también nos interpelaba a nosotros, tocando con un cuarteto de cuerdas y un piano de cola. Pero cuando nos corrimos de nuestro libreto fue cuando hicimos las cosas más provocativas. Me gusta ir por ese camino aunque algunas personas quieren que no te corras del camino, que no te vayas mucho del libreto, pero es necesario para crecer y evolucionar.

—A todo esto, ¿también estás produciendo el nuevo disco de Valeria?
—Sí, estamos componiendo canciones nuevas que tienen que convivir con sus himnos. Ser productor de los discos de Valeria fue un quiebre también, porque me puso en un desafío. Había que estar a la altura, y en eso estamos. Y ella también siempre tiene esa búsqueda, esa necesidad de jugársela y asumir riesgos artísticos. En eso nos parecemos bastante.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar