Es un espectáculo distinto el que propone la Filarmónica de Montevideo para las vacaciones de invierno. Eso se debe a que del 1° al 11 de julio regresa Harmonía Planetaria al Planetario de Montevideo. Se trata de un espectáculo que fusiona poesía, proyecciones, actuación y música de los siglos XVII y XVIII.
Todo combinado se convierte en una experiencia inmersiva que conjuga a la Filarmónica con la Comedia Nacional y tecnología de última generación. Al igual que en la edición del año pasado (fueron cuatro funciones que se agotaron en pocas horas), el responsable es el violinista uruguayo Gastón Gerónimo.
El director musical de Harmonía Planetaria (entradas por Tickantel desde 360 pesos) está a full. No solo por el armado previo al estreno, también porque es padre de dos niños. Igualmente no oculta el entusiasmo con el que vive este proyecto. “Para mí es algo muy hermoso porque es una extensión de mi escritura. Escribo desde los 14 años como una forma de catarsis, y eso se fue transformando en poesía, en prosa, en guiones”, dice el también profesor de música antigua.
El año pasado presentó a la Filarmónica un texto poético vinculado con los astros, los dioses y esa relación mítica y primaria que tenemos con el cielo. Así nació esta propuesta que mezcla ciencia, mitología, literatura y arte, que regresa al Planetario. “Hay un paralelismo entre los planetas, el sistema solar y la mitología grecorromana. ¿Por qué Marte se llama así? ¿Por qué Neptuno? Hay una conexión divina, material, esotérica y científica, por eso el título de Harmonía Planetaria”, explica Gastón Gerónimo.
Las funciones combinan música barroca interpretada en vivo por la Filarmónica, además de actuación, poesía y proyecciones visuales en la renovada cúpula del Planetario de Montevideo. “La primera versión fue más simbólica y poética, con una fuerte investigación sobre los planetas y su vínculo con los dioses. Este año lo direccionamos para que sea para toda la familia. Sigue habiendo poesía, pero el texto es más lineal y fluido. Y además tenemos grandes artistas invitados que suman mucho a la propuesta”, agrega Gerónimo.
En escena estarán el actor Juan Antonio Saraví, interpretando a Mercurio, y la soprano Sofía Raus —que llega desde Suiza— como Venus. Además de cantar, Raus tendrá una interacción poética con actores de la Comedia Nacional. Además, en archilaúd estará Gustavo Reyna, y en Clave, Nives Dearmas. “Yo toco con un violín barroco original del 1700. Estudié música antigua en Estrasburgo, en Estados Unidos, en España, en Italia. Así que son muchos años de formación, y poder hacer esto en mi país, es gratificante”, afirma Gerónimo.
Además de música y actuaciones, incorpora recursos visuales creados especialmente para proyectarse en la cúpula digital del Planetario. “Las imágenes del año pasado estuvieron buenísimas, pero ahora son mejores. Usamos Inteligencia Artificial, lo que no es apretar un botón: son horas y horas para lograr la imagen deseada. Luego hay que adaptarlas para el formato del Planetario”, dice.
Uno de los puntos que destaca el director musical del libreto es la reinterpretación de los dioses con su simbolismo. “En Marte, por ejemplo, hago una reivindicación: el personaje dice ‘yo no quiero ser más el verdugo del hombre’. Ya no representa la guerra, sino la fuerza, la resiliencia, el empoderamiento”, adelanta Gerónimo.
Harmonía Planetaria no es solo un espectáculo. Es una ceremonia. “La música barroca tiene esto de que expresa muy bien los afectos humanos porque está hecha a la medida del ser humano, de la voz. Es oratoria, es prosodia. Y buscamos que la experiencia sea un trance, un hipnotismo, que envuelva desde lo visual, lo sonoro, la palabra”.
La expectativa es alta. Para la primera edición, realizada en agosto de 2024, las entradas se agotaron en una hora. “Este año ya se cubrió el 70% de las localidades en una semana. Es para toda la familia, pero recomendamos que los niños tengan más de cinco o seis años, porque hay textos poéticos, escenas íntimas y melancólicas que requieren cierta madurez”.
Más allá del espectáculo, para Gerónimo Harmonía Planetaria es también una reivindicación personal. “No me considero escritor profesional, pero cuando eso que escribiste frente al fuego, con un té o un café, se transforma en algo que conmueve a otros, es tremendo. Gente de la Comedia Nacional me dijo que el guion era hermoso. Eso reivindica en mi parte creadora”, dice.
“La escritura fue siempre algo íntimo y catártico para mí. Pero llega un momento en que tiene forma, tiene objetivo, tiene propósito. Y ese propósito, como seres alegóricos que somos, es compartir, y hacerlo en Uruguay, es un regalo”, comenta el creador del espectáculo.
—El espectáculo cuenta con obras de maestros del barroco como Lully, Rameau y Vivaldi, ¿cómo dialogan esas composiciones con la puesta visual?
—La música barroca es muy visceral, muy emocional, casi esotérica. Habla de proporciones, de humanidad, de lo celestial. Yo vengo estudiando música barroca hace más de 20 años, y aunque algunos músicos usan instrumentos modernos, buscamos una interpretación históricamente informada. Elegimos repertorio francés, italiano, algo de Händel, pero no solo los nombres conocidos. Tampoco es solo Vivaldi: es un siglo y medio de compositores excéntricos, pasionales y experimentales. Y cada pieza calza con el momento emocional del espectáculo.
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