Erreway en el Antel Arena: una insólita coincidencia y el blooper de Benjamín Rojas: “Digan que fue Shakira”

Veintidós años después de aquella histórica noche del 22 de noviembre en el Palacio Peñarol —cuando eran unos veinteañeros viviendo el furor de Rebelde Way— Erreway volvió a Uruguay otro 22 de noviembre, una mágica coincidencia que pareció escrita por el destino. En un Antel Arena repleto, frente a un público que fue adolescente en los 2000 y que hoy llevó a sus propios hijos fanáticos de la telenovela de Cris Morena gracias a Netflix, Benjamín Rojas, Felipe Colombo y Camila Bordonaba confirmaron que la nostalgia también puede ser un fiestón.

La banda regresó por segunda vez en el año, luego de agotar una función el pasado 5 de abril. Y otra vez, sin Luisana Lopilato, que volvió a estar presente a través de un video. Con la complicidad intacta que los une desde hace más de dos décadas, el trío abrió la noche con “Girar”, dando inicio a la gira Juntos otra vez. Desde el primer acorde se sintió esa mezcla de reencuentro, emoción y vértigo adolescente que atraviesa generaciones.

“Estuvimos destinados a vivir algo único y que estuviéramos juntos para siempre”, dijo Benjamín, mirando a sus compañeros y amigos. Y el público lo entendió: muchos crecieron con ellos, otros les transmitieron el fanatismos a sus hijos, y todos cantaron de pie como si no hubiera pasado el tiempo. “Aún caminando separados, nuestro amor está intacto”, lanzó Rojas.

"Uruguay es un fiestón, decir que esta vez no traje tambores", repitió Camila, que se quebró al tercer tema. Contó entre risas que, mientras la maquillaban, se puso música uruguaya para entrar en clima: Cuatro Pesos de Propina, Congo. Y tras presentar a Felipe para que largara “esos prohibidos”, el Antel Arena se vino abajo con “Y te soñé”, que terminó en ovación.

Benjamín dedicó “Mi vida es” a sus padres, presentes en la platea: “Gracias por acompañarme y dejarme elegir mi vida”. Cami también tuvo su momento solista con “Vivo como vivo”, y los tres se unieron luego en un homenaje a esos artistas que los marcaron y ya no están, entre ellos Romina Yan y Arturo Bonín, cantando “Qué se siente”.

La voz de Cris Morena apareció entonces desde las pantallas, con imágenes del pasado: “El mundo necesita espíritus rebeldes que puedan cambiarlo”, dijo la creadora de este fenómeno.

Fue el preludio de la sección lentos, el “living” de Willie Lorenzo, director musical y artífice de este reencuentro. “Será de dios” se transformó, como era esperable, en uno de los momentos más emotivos: miles de celulares iluminando el estadio, un coro perfecto y unas cuantas lágrimas.

Justo en medio del bloque de los temas melódicos de la banda, Benjamín notó que perdía el equilibrio en su banqueta. Lejos de disimularlo, hizo notar que su silla estaba averiada. "Digan que fue Shakira", bromeó quitándose la responsabilidad del accidente.

Foto: El País

El cantante preguntó "quién canta mañana", y con humor su compañera Camila le respondió que tocaba el conjunto "Sin banqueta". Para salir del paso, Benjamín propuso intercambiar el asiento con Willie Lorenzo, que enseguida le ofreció la suya. "¿Y él qué va a hacer?", preguntó Camila, preocupada.

Felipe se sumó al intercambio y recordó con una sonrisa: "Hemos roto varias cosas, sillones, una pared y ahora una banqueta". Al instante, intervino personal de la producción del show para acercarle una nueva banqueta a Benjamín, que se tomó la situación con humor y continuó con el show.

La recta final llegó con los tres vistiendo camisetas de Uruguay, cada una con un año distinto en la espalda, que delataba sus edades, y un setlist que no dejó afuera ningún himno: “Para cosas buenas” cantada entre la gente, “Será porque te quiero” y “Resistiré”.

“Gracias Uruguay, nos vamos a llevar esto por siempre en el corazón”, dijo Camila, visiblemente emocionada. Felipe pidió “tres minutos más” para compartir imágenes del viaje que los volvió a unir: “El segundo show de la gira fue acá y no pensamos que íbamos a volver".

Y así, con “De aquí y de allá” de fondo y “Sweet Baby” y "Bonita de más" como broche de oro, cerraron más de dos horas de recuerdos, risas, llantos y aplausos que confirmaron que Erreway sigue vivo donde siempre, en la memoria y en la emoción de su público, ese que esperó durante años el reencuentro y anoche disfrutó, por fin, la recompensa.