"Jay Kelly": George Clooney y Adam Sandler en un drama sobre la fama que suena para los Oscar y llegó a Netflix

George Clooney, Adam Sandler y Noah Baumbach saben un par de cosas sobre la fama. Para empezar, es el tema de su nueva película, Jay Kelly (en Netflix desde hoy). Clooney interpreta al personaje del título, un encantador actor que se ha mantenido en la lista A de Hollywood durante décadas gracias a su devoto representante, Ron (Sandler). Pero mientras su hija menor se prepara para ir a la universidad, el hombre que aparece en las marquesinas se da cuenta de que no ha estado presente en su vida.

Cuando lo invitan a un homenaje en un festival en Italia justo cuando su hija inicia unas vacaciones en el exterior, Jay la sigue por Europa. Acompañado por Ron, que atraviesa su crisis de confianza, debe enfrentar los sacrificios que implicó poner su carrera por encima de todo.

“El tema universal acá no es ser estrella de cine”, dijo Clooney. “Se trata de prácticamente cualquier persona que trabaja y de los sacrificios que hace para tener éxito.”

Clooney era un actor de televisión que trabajaba de manera estable antes de que ER lo catapultara al estrellato global y a una carrera cinematográfica de alto vuelo, mientras que Saturday Night Live ayudó a convertir a Sandler en una estrella de la comedia y uno de los primeros grandes nombres en dar el salto al streaming. Incluso el perfil de Baumbach creció sustancialmente después de dirigir la ganadora del Oscar Historia de un matrimonio y coescribir Barbie junto a su pareja, la directora Greta Gerwig.

Para los tres, “esto es algo que, en algún lugar, cuando éramos muy jóvenes, iniciamos nosotros mismos, ¿no?”, dijo Clooney. “Tuvimos la temeridad de pensar que podías escribir algo y lograr que se hiciera y que a la gente le importara. Es una locura pensar que va a funcionar… y si funciona, sos el más afortunado”. Estos son fragmentos de la charla.

—¿Qué pensaban que iba a ser la fama antes de tenerla?
George Clooney: Yo la había visto desde la perspectiva de mi tía [la cantante Rosemary Clooney]. Fue una gran estrella en Hollywood en los años 50, pero cuando cambió la música pop se quedó sin trabajo. No lo manejó bien y perdió como 30 años entre drogas y alcohol, bastante enojada con la vida. Así que yo conocí la fama desde el lado en que las cosas no salen bien. Es una gran lección, porque entendés lo poco que tiene que ver contigo y que no hay éxito sin cantidades enormes de fracaso. Adam, ¿cuántas audiciones hiciste antes de conseguir trabajo?

Adam Sandler: Una y otra, y nunca me contrataban. Pero no me frenó, porque era joven y pensaba: “Bueno, seguí. Dale hasta que pase.”

Clooney: Para la mayoría, ese primer “no” es devastador. La diferencia en lo que hacemos es que lo que estás vendiendo sos vos, no una enciclopedia. Y cuando te dicen “No, gracias”, es personal. Tenés que tener la piel lo suficientemente dura como para decir: “Voy a entrar de nuevo.”

Foto: Peter Mountain/Netflix

—Noah, tu te volviste más famoso en estos últimos años. ¿Notaste que la gente te trata diferente?
Noah Baumbach: Sí, lo notás. Aunque no todo el mundo.

Clooney: Nunca tus hijos.

Baumbach: Claro. Ellos no conocen otra cosa.

—¿Hubo algo de sus propias experiencias con la fama y el éxito que se filtrara en esta película?
Baumbach: Lo pensé en medio del proceso: muchas de mis películas son sobre personas que se identifican como fracasos porque la falta de éxito, para ellos, equivale a fracaso, cuando no es así. Definirse por el éxito es lo mismo: otra manera de no mirarte como lo que realmente podrías ser. Ese es el caso de Jay.

—¿Cuánto dejan que la percepción pública afecte su personalidad real? Jay está tan comprometido con su personaje que a veces se confunde con su vida real.
Baumbach: En la película, la profesora de actuación dice que, si sos famoso, actuás dos veces: en tu trabajo y también cuando hacés el papel de estrella de cine.

Clooney: El secreto es tomarte todo con humor. Yo siempre estuve rodeado de gente que estaba ahí cuando no era exitoso y dormía en sus sillones. Eso ayuda a tener perspectiva. Son los que se ríen cuando alguien te dice lo genial que sos.

Foto: Peter Mountain/Netflix

—La película toca cómo la vida de una persona famosa puede volverse muy limitada. Algunos dejan de salir en público. Pero Adam, parece que has encontrado cómo navegar eso. Seguís dispuesto a interactuar con la gente...
Sandler: Me gusta salir a la calle. Cuando me preguntan si quiero un auto para llevarme a un estreno, siempre digo: “Voy manejando yo.” A veces se vuelve abrumador, pero es mi instinto.

Clooney: Yo no soy tan bueno para salir. Suelo pensar: “Si salgo, voy a perder una hora hablando con gente.” Paul Newman me habló de esto. Cuando lo conocí, él estaba en Warner Bros. filmando Message in a Bottle y yo hacía ER. Newman estaba afuera fumando, así que me acerqué en un carrito y le dije: “Hola, solo quería saludar.” Él no tenía idea de quién era yo, pero todos los que pasaban en carritos decían: “¡Hey, George!”. De a poco entendió que yo era exitoso en la industria, de algún modo. Entonces me dijo: “George, no dejes que te encierren en tu casa.” Se refería específicamente a esa tendencia a aislarte para aferrarte a un poco de privacidad. Mi tendencia en ese momento era quedarme adentro, y escuchar eso de Newman tuvo sentido de inmediato.

—Jay está tan comprometido con mantener su estatus que parece actuar desde el miedo. En la historia hemos visto actores volverse demasiado cautos para no perder su lugar.
Clooney: Pero el tiempo siempre gana. Hice una serie con Frank Langella y mostramos un clip suyo de joven. Él lo miró y dijo: “Era tan hermoso.” Me dijo que tenés que hacer las paces con el paso del tiempo, que te volvés más invisible con la edad. Aunque algunos nunca van a ser invisibles: yo era muy amigo de Gregory Peck y, si entrabas con él a una sala, todos se paraban. Pero la mayoría tenemos que lidiar con el envejecimiento.

Baumbach: La película también trata sobre el tiempo, y fue interesante que una estrella estadounidense interpretara su edad, porque parte de lo que queremos de ellos es que nunca envejezcan. Cary Grant dejó de actuar porque…

Clooney: Porque no le gustaba cómo se veía besando a una chica.

—Jay mira un video homenaje que usa escenas de tus películas, George. ¿Qué te pasa cuando ves uno de esos en una gala?
Baumbach: Su reacción está en la película, porque es realmente él viendo el video por primera vez.

Clooney: Yo no sabía que Noah iba a hacer eso, me sorprendió. Cuando le agarro la mano a Adam, fue totalmente real: estábamos a punto de llorar. Es esa sensación de “este fue mi gran salto”, “este fue un fracaso enorme”, “esto cambió el rumbo de mi carrera”. Todo eso pasa rápido frente a tus ojos.

Kyle Buchanan, The New York Times