Netflix se despide de una de sus series más icónicas: todo sobre el final de "Stranger Things”

Cuando los gemelos Matt y Ross Duffer comenzaron a trabajar en Stranger Things, hace una década, era un mundo diferente. Nadie los conocía en la industria, tenían recién 30 años y Netflix no era todavía el titán del streaming que es hoy. La serie tenía, además, un elenco principalmente de actores nuevos (salvo Winona Ryder) y un presupuesto mínimo.

Nadie, especialmente ellos, se imaginó que se convertiría en el mayor fenómeno de la era del streaming.

“Había mucha ansiedad en ese entonces, nos preguntábamos si alguien iba a ver la serie. Teníamos a Winona Ryder hablándole a unas luces de Navidad, era difícil imaginar que funcionaría”, dice Ross Duffer.

Pero, agrega el guionista y productor, antes del estreno de la quinta y última temporada de Stranger Things, hay otras preocupaciones. “Ahora sabemos que la gente la va a ver, pero eso viene con otro montón de temores por las expectativas que tiene la audiencia, que lleva mucho tiempo siguiendo a estos personajes. ¿Vamos a satisfacerlos?”

El final de Stranger Things es un momento monumental para ellos, y también para Netflix. Es la serie que ayudó a cimentar a la plataforma y que ha derivado en una millonaria franquicia, que incluye futuros spinoffs y una obra de teatro.

Stranger Things comenzó como una serie de horror-fantasía relativamente enfocado —con un costado de thriller de conspiración gubernamental— sobre un grupo de adolescentes estadounidenses de un pequeño pueblo que son arrastrados a una batalla contra un mal extradimensional. Pero temporada tras temporada, esta lucha contra las fuerzas de la oscuridad se ha vuelto más intensa, a medida que la serie se ha hecho más grande y elaborada y la mitología interna más compleja.

A lo largo de sus primeras cuatro temporadas, la mayor parte de la historia de Stranger Things se ha desarrollado en Hawkins, que se presenta como una típica comunidad estadounidense del corazón de Estados Unidos en los años 80, con una mezcla de familias obreras, de clase media y granjeras unidas por una pasión por los deportes de la escuela secundaria y una marcada veta de patriotismo de la era Reagan.

Como uno de los principales empleadores locales es una instalación de investigación del Departamento de Energía de los Estados Unidos, la ciudad también tiene una población inusualmente alta de científicos y académicos.

La temporada 1 se situó en 1983; la temporada final estará ambientada en 1987. Durante esos cinco años, Hawkins ha visto la llegada —y la destrucción— de su primer gran centro comercial cubierto, junto con las misteriosas muertes de varios adolescentes.

Cuando comienza la Temporada 5, la ciudad todavía se está recuperando de lo que la mayoría de los residentes creyeron que fue un terremoto. Los protagonistas principales de la serie saben que fue una ruptura —posiblemente permanente— entre Hawkins y una dimensión alternativa inquietante conocida como el Upside Down.

Cada temporada de Stranger Things ha explorado más del Upside Down, que se asemeja a la sombra oscura de Hawkins, con algunos de los mismos lugares emblemáticos y ubicaciones, pero en una forma más distorsionada y demoníaca. A veces las personas de nuestro mundo pueden alcanzar ese inframundo con sus mentes.

Aunque este reino ha existido de alguna forma durante miles de años, se ha insinuado que la versión de Hawkins fue creada accidentalmente en el laboratorio de Hawkins un día de 1983, como resultado de un experimento con la poderosa niña Eleven (Millie Bobby Brown), una de los muchos niños con habilidades psicoquinéticas que pasaron su infancia prisioneros allí.

Eleven ha sido a menudo el punto de conexión del gran paradoja central de esta historia. La lucha contra el mal requiere a menudo que Eleven y sus amigos lleguen al Upside Down. Pero esas brechas facilitan que los habitantes de esa dimensión crucen al otro lado.

Foto: Cortesía de Netflix.

La última temporada, de ocho episodios, será dividida en tres partes, con los primeros cuatro capítulos que se estrenaron ayer, seguidos por otros tres el 25 de diciembre. El final llegará el 31 de diciembre e incluso se podrá ver en algunos cines.

Pero mientras el elenco ha hablado en extenso de lo difícil que fue despedirse de la serie, los Duffer admiten que aún no asumen el fin de esta era.

“Todavía no terminamos de trabajar en posproducción, entonces no hemos sentido el final”, explica Matt. “Cuando ya terminemos todo, se sentirá muy raro”.

Y detalla dos momentos particularmente emotivos para ellos: “Uno fue escribir el último guion, porque supimos en ese momento que nunca más escribiríamos a estos personajes. Eso fue muy duro. Y luego el último día de rodaje de cada actor, porque sabíamos que sería la última vez que trabajaríamos con ellos en esa capacidad. La última semana de rodaje fue tremendamente emocional”.

Algo que distingue a los Duffer de otros creativos de la televisión es que se han mantenido muy involucrados en su serie desde el principio al final. No solo escriben los guiones, también dirigen la mayoría de los episodios. Normalmente, cuando alguien alcanza el nivel de éxito que ellos han tenido con Stranger Things, comienzan a desarrollar otros proyectos y dejan el anterior en otras manos, pero para ellos ha sido una década dedicados completamente a esta serie.

“Era nuestro bebé. Algo que salió de nuestro cerebro, y eso nos hizo sentir muy protectores de ella, porque estos son nuestros personajes y nuestra historia, y queríamos asegurarnos de que se contara de la forma adecuada”, dice Ross. “Sin duda que surgieron oportunidades después de que la serie se volvió un éxito, pero al final del día no queríamos ir a jugar con los juguetes de otros. Para nosotros, llevar adelante este show fue agotador y nos pasó la factura. Fueron 10 años de nuestra vida. Así que estamos ansiosos de poder tomarnos un receso, y quizás hacer una película ahora. Fue un viaje intenso, pero no nos arrepentimos un segundo de él”.

Aunque Stranger Things seguirá como marca en Netflix a través de otros proyectos, los Duffer no seguirán en la plataforma. Hace algunos meses firmaron un acuerdo de exclusividad por cuatro años con Paramount, que les permitirá explorar su ambición de hacer películas para la pantalla grande.

”Lo que espero que la gente recuerde es que cuando empezamos, Netflix era mucho más pequeño de lo que es hoy y decidieron arriesgarse con nosotros, que no habíamos tenido ningún éxito. Simplemente creyeron en esas 50 páginas que escribimos y la visión que les presentamos. Y si miras a esa primera temporada, hicimos apuestas muy arriesgadas. Mi esperanza es que la gente que está en televisión continúe apostando por nuevos talentos e ideas, y que quizás piensen en salirse del molde”, finaliza Ross.

(Con información de El Mercurio/GDA y The New York Times)