La carrera de Claudia Fernández ha tenido de todo. Fue modelo, conductora de programas infantiles, de archivo y de entretenimientos, y hasta participó en realities. Fue actriz en ficciones de tv, en teatro y hasta revistas en la calle Corrientes porteña. A esa extensa lista, este año le suma su debut en el cine.

“Lo único que me faltaba era esto, y la verdad que me gustó mucho”, comenta sobre su participación en la comedia argentina No me rompan que protagonizan Carla Peterson yJulieta Díaz, y se estrena este jueves en cines de Uruguay.

“Es mi debut cinematográfico”, define Fernández. “Este año, al no hacerse otra temporada de Got Talent, dio lugar a que mi inquietud me lleve a hacer otras cosas”.

Foto: Difusión.

Por ejemplo, animarse a hacer un casting en la productora Cimarrón. En febrero mandó “un videito a cara lavada presentándome y con todo lo que había que hacer”. Luego se encontró con la directora Azul Lombardía e hizo una prueba de cámara, y a los pocos días la llamaron para avisarle que había sido elegida.

En la comedia que dirige Azul Lombardía, Fernández interpreta a Paola, la exnovia y nueva jefa de Ramiro (Alfonso Tort), el esposo de Vera (Díaz). “Mis intervenciones son poquitas pero lindas, son con Julieta Díaz quien es una persona muy generosa. Me ayudó con unos piques en un par de escenas, de esos que cambian todo. No todos tienen esa generosidad y ella la tuvo conmigo. Lo mismo todo el equipo, la directora una genia, todos despegados”.

El 2023 era incierto para Fernández. Sabía que no iba a haber nueva temporada de Got Talent, y decidió aprovecharlo para probar cosas nuevas, sumar desafíos.

“Le saqué el jugo al no estar en pantalla. Al no tener que estar siempre impecable me puse a hacer cosas que me gustan. En mi perfil de Instagram dice que ‘vivo a rabiar’, porque es así. Empecé clases de percusión con Matías Silva, cursos de escultura, de cerámica, todo lo que siento que me hace bien, lo hago. Estoy en ese proceso, disfrutándome a full. Está bueno cuando se sale de la zona de confort, se arriesga y va por cosas nuevas. También tengo ganas de hacer cosas en el exterior”, dice.

Además de llegar al cine, este año Fernández protagonizará su primer unipersonal. Se estrena el 28 de octubre en La Trastienda (entradas en Abitab) y se titula: Se dice de mí.

El espectáculo surgió durante en una charla de pareja, por lo que la gente comenta (ha comentado y comentará) de ella. “A partir de ahí surgió por qué no decir yo quién soy. Lo más común es hablar del otro y pensaba, ¡qué loco!, yo sigo sin conocerme en totalidad, ¿cómo se puede hablar con tanta liviandad del otro?”, dice. Adelanta que hablará de su infancia, también su carrera y cómo se construyó como persona.

—Este año volvió el Bailando, ¿por qué no estás?
—Yo estuve en la época de oro del bailando. Estuve en el 2006-2007, cuando no existían las redes sociales, cuando Tinelli era Tinelli, cuando se hacían 40 puntos de rating, y cuando había que bailar. Hace mil años que no veo el certamen. No me genera interés, esa es la realidad. Me acuerdo que cuando me casé me propusieron incluso para bailar en pareja, imagínate, nada más lejano a eso. Ya saben que no me interesa. Es que hay momentos para todo y yo, por suerte, viví la gloria del Bailando que fue ese momento. Y ese momento ya pasó, lo viví y me quedo con eso. Estuve en la época de verdad, y no lo digo con soberbia y a quien le molestan lo siento, pero es así. Nosotros bailábamos jive, milonga, tango, cha-cha-cha, o sea, se bailaba.

—¿Por eso mismo no volviste a hacer revistas?
—Sí, a veces me dicen que nunca más volví, y es que después de hacer el Centenario del Maipo, no puedo retroceder. ¿Qué vas a hacer después de eso? Lo único que pude hacer fue Stravaganza, que era un circo de lujo, con Flavio Mendoza a la cabeza y no tenía nada de la revista. Tuve que aprender acrobacias, trapecio y ponerme a prueba una vez más. Pero, después del Maipo no puedo volver para atrás.