Redacción El País.
Sebastián Giovanelli, el periodista más multifacético del dial, la pantalla y el streaming sumó un nuevo proyecto. Esta semana estrenó Ni ofendo ni temo, un ciclo de entrevistas a fondo a máximas figuras del deporte, la política o la cultura, con el objetivo de conocer desde “otro lugar” al invitado de cada semana.
El ciclo va por plataformas y se añade a las responsabilidades del periodista en Sport 890, Subrayado de Canal 10 y las transmisiones deportivas por ESPN.
En entrevista, Giovanelli habla de los cambios en el noticiero y como se vivió en la interna la salida de Blanca Rodríguez, del micrófono abierto que duró durante un vivo y la fallida nota a Christian Di Candia.
—Llegó a plataformas Ni ofendo ni temo, un ciclo de entrevistas a tu cargo. ¿Con qué impronta abordás esos diálogos?
—Es un programa de entrevistas individuales con 12 o 13 personalidades que tienen que ver con el deporte pero también la política o la cultura. Sin ofender ni temer, abordamos cualquier tema y cualquier pregunta. Las notas se hacen en un clima distendido y buscando tocar fibras más íntimas. La idea es conocer a la personalidad desde lugar. El primer programa fue con Ricardo Alarcón, también entrevistamos a Juan Pedro Damiani, Jorge Nasser, a los candidatos Álvaro Delgado y Andrés Ojeda…
—¿Yamandú Orsi?
—Está cursada la invitación. Esperemos que pueda estar. Nos encantaría.
—¿Cómo surgió la iniciativa del programa?
—Me convocaron. El productor Carlos Ramos me llamó para presentarme el proyecto. Se sumó luego el productor comercial Miguel Velázquez y a partir de ahí empezamos a afinar el formato. Me dieron libertad para sugerencias y de hecho, el nombre se lo puse yo. Tiene algunas innovaciones la entrevista, como una instancia de “juego” con una caja de recuerdos o la pregunta final, donde se invierten los roles y me la hacen ellos a mí. Yo respondo lo que surja en el momento.
—El programa refleja la versatilidad de tu carrera, que arrancó y sigue en el deporte pero también la ampliaste al periodismo en general…
—Sí. Es verdad que con Apertura Sport hago entrevistas a políticos o referentes de todo tipo pero sobre todo de temas de agenda. Y en Subrayado me dedico a coberturas de todo tiempo, aunque sobre todo me tocan temas sociales. La novedad de Ni ofendo ni tema fue enfrentarme por primera vez a este tipo de entrevistas con personalidades fuera del deporte más allá de que están Ricardo Alarcón y Juan Pedro Damiani, pero con la impronta de conocerlos de otro lugar. Nos interesa conocer la vida del personaje desde las emociones, el amor, qué le pasa en la paternidad y otras aspectos de la vida.
—¿Cómo fue para vos esa transición del deporte al periodismo en general?
—No me costó. Me acuerdo que en mis primeros tiempos en Subrayado me tocó hacer una nota que estuvo bastante brava con un político. Una compañera me destacó el trabajo y me dijo: “Lograste esto porque los periodistas deportivos insisten, preguntan y preguntan hasta que lo consiguen”. Me quedé con ese comentario. Además, el tema deportiva me acerca al resto de los personajes. Antes de una nota con un político siempre surge el comentario: “¿Cómo ves a Peñarol?” o “¿Cómo viene Nacional?”. Tengo ese plus de que, como el fútbol atraviesa a todo el mundo, rompe el hielo.
—Subrayado vivió un cambio fuerte con la salida de Blanca Rodríguez. ¿Cómo lo experimentaron en la interna?
—Fue sorpresivo. Si bien sabíamos que en algún momento Blanca iba terminar su ciclo, nos enteramos un lunes a las a las 19:45 que a las 20:00 anunciaba que ese viernes era su último noticiero. Ella quiso que fuera así, que se manejara sin filtraciones. Para nosotros Blanca no era una más: tenía una relación cercana con todos, se involucraba en los temas humanos de cada o mediaba en casos de conflicto. Es una baja importante pero bueno, son decisiones personalísimas y hay que respetarlas.
—¿Imaginaban ese día que terminaría en política?
—No. En lo personal, al principio no pensé que se fuera a dedicar a la política. Me hizo dudar cuando al otro día renunció a la radio. Era evidente que lo que fuera que iba a hacer (ya había asegurado que no se jubilaría) resultaba incompatible con el periodismo.
—Te tocó también hacer la cobertura de su presentación como parte de la lista del MPP. ¿Cómo se vivió ese momento?
—Fue extraño que me tocara porque habitualmente no hago notas políticas en Subrayado pero ese día se decidió que fuera yo, más allá de que también estaban los compañeros que habitualmente siguen la agenda política. Y fue raro para todos porque no podía decir que no conocíamos a Blanca ni tampoco camisetear. Ahora está en otro rol y no era para nosotros una incorporación a la política cualquiera. Con la gente de la prensa del MPP se acordó que habría tres preguntas luego de la presentación y me plantearon la posibilidad de hacer la primera de las preguntas al ser de Subrayado. Yo hice la pregunta y ella hizo un comentario espontáneo. Para ella supongo que tampoco era fácil: no podía hacer que no conocía a los periodistas. Pero creo que salimos todos de la situación con naturalidad.
—Sos el comentarista del streaming del fútbol uruguayo (ESPN y Disney), ¿Cómo te sentís en ese rol?
—Muy bien, cada vez más cómodo. La transmisión se está consolidando y creo que hubo un antes y un después luego del acuerdo de Disney con Antel, que abrió la transmisión a una audiencia mucho más amplia. Notamos que la transmisión genera mucha repercusión y si bien en Uruguay los procesos son lentos, el streaming llegó para quedarse. Por suerte hay público para todos: para los canales abiertos, para el cable para las radios y cada vez más para el streaming.
—En tu carrera y hasta la actualidad te caracteriza un perfil de periodista deportivo volcado a la información. ¿Cómo fue el paso a la opinión y los comentarios?
—Cuando pasás a un rol de comentarista, la gente espera que opines, que te la juegas. Fue penal o no fue. Jugó mal o jugó bien. Eso genera divisiones; hay quienes están de acuerdo y otros que no. En redes sociales, muchos vuelcan sus opiniones y te diría que las devoluciones negativas y agresivas me costaron al principio. Era de los que contestaba. Hoy, en X (Twitter) ya no respondo. Entro, posteo y me olvido porque si no, uno entra en una rosca nada positiva. También la pasé muy mal en algunos episodios que viví y llegué a formular una denuncia penal porque me hicieron una amenaza, por privado, que involucraba a mi hija de dos años. Sentí que había un límite.
—El año pasado atravesaste por un momento complejo luego de que si viralizara unos comentarios que hicieron en la transmisión de ESPN sobre el preparador físico de Plaza Colonia. ¿Cómo viviste esos momentos?
—Fue duro. Eso fue un micrófono abierto en la previa de una transmisión que nosotros no sabíamos que se estaba emitiendo. Yo lo único que dije era que el profe estaba “ancho”. Después, mis compañeros dijeron otras cosas. Yo hago autocrítica y la hice desde el primer momento porque apenas terminó el partido y vi que se iba a viralizar, bajé y le pedí disculpas al preparador físico de Plaza. “Sí, ya sé que estoy con unos kilos de más”, me dijo. Quedó por esa. Después vino una campaña que me pareció de mala fe en redes sociales. Plaza Colonia sacó un comunicado solicitando que pidiera disculpas cuando ya las había pedido al involucrado y ellos lo sabían. También los preparadores físicos sacaron un comunicado. Me pareció algo exagerado para un comentario que salió al aire por un error, no porque nosotros supiéramos que estábamos saliendo. Hubo un medio incluso que le preguntó al presidente de Disney, que por esos días estaba en Uruguay participando de un foro, por el caso nuestro. Fue un error, por lo que fuimos suspendidos pero todo lo demás, me pareció exagerado.
—En Apertura Sport (AM 890) se produjo una comentada nota a Christian Di Candia, en la que no estaba muy claro. ¿Cómo se vivió eso en la interna?
—Las notas en Apertura Sport son complicadas a veces por el horario del programa, que va de 7:00 a 8:00 de la mañana. Más allá de eso, muy pocas veces me han dejado “tirado”, como se dice popularmente. En el caso de Di Candia, habíamos pactado la nota el día anterior. Cuando lo llamamos por primera vez no atendió pero en una segunda llamada, sí atendió. Lo pusimos rápido al aire y ahí nos dimos cuenta de que no estaba claro, titubeaba en las respuestas, yo le hice alguna pregunta más pero al darme cuenta de que no estaba bien, lo sacamos del aire. En redes tuve críticas de los dos lados: hubo quienes me decían que lo había expuesto y otros que lo había cuidado de más. Me pareció que no estaba bien e hicimos la nota al otro día. Yo me llevo bien con él y creo que actuamos bien en el programa. Repito que no es una hora fácil.
—Sos padre de dos hijos. ¿Cómo se compatibiliza la vida familiar con los trabajos en varios medios y sin día libre?
—Es una dinámica difícil, pero a nivel familiar se entiende que mi profesión implica no tener día libre. De todos modos me organizo para estar todos los mediodías en casa en familia.