¿La humanidad es responsable de las catástrofes naturales?: cuatro miradas más allá de la ciencia

Redacción El País
Ante la amenaza de distintas catástrofes naturales alrededor del mundo, cuatro referentes del universo sobrenatural opinaron en Sábado Show sobre la responsabilidad que tiene la humanidad frente a estos sucesos. Aquí las perspectivas de las astrólogas Lourdes Ferro y Susana Garbuyo, el investigador en temas paranormales Henri Gelencser y la médium Aristida.

Foto: Difusión.

Este 2025 no es un año cualquiera. Es un año bisagra. Un año donde los elementos se rebelan porque ya no pueden sostener el desequilibrio que hemos creado. Pero también es un año de oportunidades. La astrología no predice tragedias. Nos prepara. Nos invita a mirar más allá del dolor inmediato. A entender que las crisis son portales, y que el cielo no castiga: guía. Si aprendemos a escucharlo, si tejemos puentes entre lo visible y lo invisible, quizás podamos comenzar a vivir por fin en sintonía con la Tierra que nos sustenta y el Cosmos que nos inspira. Porque cuando la Tierra grita, el cielo no está en silencio.

La humanidad tiene mucha responsabilidad. No puede ser que pasen tantas cosas: frío polar, venimos de un verano rarísimo, tsunami en Rusia, temblores en la Isla de Pascuas, pasan cosas terribles por todo el mundo. Es imposible no pensar que el ser humano sin querer ni pensar durante un tiempo haya provocado que todos estos desastres lamentablemente ocurran. Yo también hago mea culpa de no haber aportado una solución en el día a día.

Cada vez más estudios demuestran que en la naturaleza existen sistemas de intercomunicación, tanto entre plantas, árboles, especies vegetales y también entre sistemas completos, como bosques, montes, animales y montañas, por lo que no sería de extrañar que aquellos que nos hablaban de Gaia como un organismo vivo y consciente, tuvieran razón. También recordemos que el clima es susceptible a las emociones humanas colectivas. De todas formas, tengamos en cuenta que desde la década del 40, potencias militares vienen utilizando la modificación climática en secreto, con capacidad para provocar tormentas y terremotos.

Foto: difusión

Desde lo esotérico y lo más profundo del alma, los movimientos del planeta no son accidentes: son respuestas. Son señales de que algo no está bien. Cada vez que el ser humano rompe su vínculo con la naturaleza, algo se desajusta en la energía del mundo. Los volcanes gritan lo que el hombre calla. Los mares se levantan cuando ya nadie escucha. La Tierra no se está vengando: se está expresando. No se trata solo de lo que hacemos. También somos responsables por lo que dejamos de sentir. Vivimos apurados, sin escuchar los susurros del planeta ni agradecer su abrigo ni su alimento. Hoy más que nunca, es urgente volver a lo simple, a lo real, a lo espiritual.