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La carrera de Christian Di Candia, el intendente impensado

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Este lunes, Di Candia fue a hablar con Martínez a su casa. Allí ratificaron que el prosecretario sería el intendente. Foto: Gerardo Pérez

EL HEREDERO DE DANIEL MARTÍNEZ

Con 37 años de edad, 15 dedicados a la militancia y casi cuatro como prosecretario, pero sin gran experiencia ni estudios, Christian Di Candia es el nuevo intendente de Montevideo. ¿Cómo llegó hasta aquí, cuáles son sus logros y qué se espera de él en este rol?

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En blanco. Sin siquiera intentarlo, Christian Di Candia entregó vacío el examen de Ciencia Política IV, una de las últimas materias de la carrera. Su profesor, Adolfo Garcé, agarró la hoja y lo miró “con cara de pocos amigos”. Di Candia se excusó diciendo que tenía que ir a entregar volantes -era su primera campaña electoral- y Garcé fue duro: “Mirá que ni Tabaré Vázquez ni Danilo Astori dejaron de estudiar por militar”.

En aquel momento tenía 22 años. Ya había hecho un intento de cursar Economía al salir del liceo en el Colegio Seminario, y otra vez quedaba trunco su esfuerzo universitario.

En 2005 pasó a ser secretario político de la Jota 21, la agrupación de jóvenes de Asamblea Uruguay, y a integrar la comisión nacional de juventudes del Frente Amplio. Carismático, comprador, muy cuestionador: así lo recuerdan sus compañeros. “Sacamos un documento en el que éramos muy duros con el Frente, donde les dijimos paternalistas y marxistas”, cuenta Estefanía Schiavone, una de ellas. La postura de Di Candia y los demás jóvenes era crítica también con sus mayores de Asamblea Uruguay, con quienes tenían varias discrepancias.

El detonante de la ruptura fue una actividad que organizaron con escritores frenteamplistas, pero ninguno del sector liderado por Astori. No se la dejaron hacer. Y ese mismo día, una noche de 2007, unos 20 jóvenes salieron de la sede, armaron una ronda en el piso de la Plaza Libertad, y decidieron irse. Querían una participación “más horizontal”. Al tiempo nacería Magnolia.

Dice Federico Preve, compañero de Di Candia entonces y hoy líder junto a él en ese sector, que eligieron llamarse Magnolia por la diversidad de flores que produce esa planta, pero que años después supieron que la flor magnolia surgió tras la extinción de los dinosaurios, y esa revelación histórica les cayó “como anillo al dedo”. Era la metáfora perfecta.

Aquella escisión generó enojos entre los que se quedaron, porque sintieron que al irse escogían la salida más fácil. Con todo, Magnolia quedó bajo el paraguas del Frente Líber Seregni hasta que en 2014, para la elección interna, se pasaron a Casa Grande, el sector que se creó en apoyo a la precandidatura de Constanza Moreira.

Moreira ya conocía a Di Candia como alumno de la Facultad de Ciencias Sociales. Pero su vínculo se afianzó cuando Magnolia aceptó resignar su identidad y plegarse a la estructura de Casa Grande. Él se volvió muy cercano a ella, y de esa forma se acercó también a Daniel Martínez, a quien el sector resolvió apoyar como candidato a intendente de Montevideo.

Dice la senadora que en 2015 le propuso a Martínez poner a Di Candia como suplente, y este aceptó. El ingeniero optó por rodearse de tres sub 40 en la lista, en este orden: Óscar Curutchet, Fabiana Goyeneche y Di Candia.

El precandidato renunciará definitivamente a su cargo y asumirá Christian Di Candia. Foto: Gerardo Pérez
El precandidato renunciará definitivamente a su cargo y asumirá Christian Di Candia. Foto: Gerardo Pérez

Una vez en el gobierno, este último le dijo a Martínez que el rol para el que se sentía preparado era el de prosecretario, sobre todo por su experiencia como coordinador de comisiones legislativas en la Junta Departamental de Montevideo, cargo al que accedió por concurso en 2009. “Tengo con qué”, cuentan que le dijo. Y tuvo eco.

Hoy Moreira se enorgullece de haber impulsado el crecimiento de quien ahora asume al frente de la intendencia. Y eso a pesar de que Di Candia ya no está bajo su égida porque, después de dos años en Casa Grande, él y Preve decidieron “volver a la intemperie”. Preve cuenta que la opción nació de “largas caminatas” por Punta del Diablo en el verano de 2018. Otra vez les pasaba lo mismo: sentían que los mecanismos de participación y decisión de Casa Grande “reproducían esquemas tradicionales”.

Tras un año de negociación, Preve y Di Candia dejaron a Moreira y renació Magnolia. Hoy, con 36 y 37 años respectivamente, son “los viejos” del grupo que reúne a unas 60 personas. Muchos son adolescentes de 16, 17 años. Según Preve, “los gurises” tienen igual participación e idéntica capacidad de incidir que ellos. Magnolia reúne adeptos en Montevideo, Salto, Paysandú y Rivera.

Tercera opción

La precandidatura de Martínez a la Presidencia determinó la búsqueda de un sucesor. No fue fácil. Luego de que Curutchet priorizara la posibilidad de dirigir la AUF, y Goyeneche apostara a una banca como diputada, la chance fue de Di Candia, que renunció a su cargo en la Junta y aceptó el desafío. Así, será intendente hasta mediados de 2020.

Pero, ¿qué hizo Di Candia en estos casi cuatro años en la intendencia? Varios de sus compañeros allí coinciden en que los temas a los que se volcó fueron sobre todo los de “convivencia ciudadana”. Y esto se redujo, básicamente, a combatir los ruidos molestos de los boliches. El asunto se instaló en 2015, cuando algunos vecinos de Cordón y Parque Rodó denunciaron que no podían dormir por tanto alboroto. Decenas de locales nocturnos habían abierto en esos barrios con el objetivo de formar el “Cordón Soho”.

Camelia Huino no tiene buenos recuerdos de esa época. La mujer, vecina de la zona, le escribió a Di Candia por Facebook contándole lo que estaba viviendo. “Él nos decía que los seres humanos tienen derecho a divertirse y yo le decía que la gente también tiene derecho al descanso”, afirma hoy.

El tema tuvo idas y venidas. Andrés Abt, alcalde nacionalista del municipio Ch, admite que “arrancó con mucha fuerza”, aunque en el partido creen que con el tiempo se desinfló. Huino está convencida de que la situación “sigue igual” que hace cuatro años, pese a que la Junta Departamental aprobó en 2018 una normativa que reglamenta el funcionamiento de estos locales. El texto obliga a los boliches a tener cámaras de seguridad, y a entrar las sillas y las mesas antes de las 12 de la noche.

Di Candia se reunió varias veces con los vecinos y con los dueños de los boliches. Huino recuerda una anécdota de esos encuentros: “Él decía siempre que las ciudades son dinámicas. Y un vecino le dijo: ‘Vamos a ir a dinamizar la ciudad a la puerta de tu casa’”. Al final, su sensación es que no se logró nada concreto.

Di Candia también fue uno de los impulsores de los Festivales por la Convivencia, que convocaron a decenas de miles de personas dos años seguidos. Los Montevideo Rock, Hip Hop, Tango y Tropical fueron organizados por él y su equipo, que trabajaron para llevarlos a cabo. Para Fernando Nopitsch, secretario general, los espectáculos fueron “un logro” del entonces prosecretario: “Hay una edad en la que uno tiene mucha vitalidad para entender las cosas y hacerlas, y él la tiene. Eso ayuda”, asegura.

La sucesión del intendente Martínez se transformó en un dolor de cabeza para el FA y el precandidato. Foto: Gerardo Pérez
Goyeneche, Martínez, Curutchet y Di Candia. Foto: Gerardo Pérez.

El pecho a las balas

El lunes, cuando llegue al palacio municipal, el nuevo intendente tendrá que tomar su primera decisión: quién ocupará el lugar que él dejó. Posiblemente sea el comunista Juan Canessa, quien suplantó a Martínez en las últimas semanas. Por lo demás, se espera que mantenga a los miembros del gabinete. Incluso a quien fuera el asesor político de Martínez, Eduardo ‘Lalo’ Fernández. El mismo Fernández contó que hace las veces de “viejo rezongón” y suele aconsejar a Di Candia, con quien se lleva muy bien.

Sus más cercanos en la intendencia, según pudo saber El País, son Nopitsch, el director de finanzas Juan Voelker, y la directora de Género, Patricia González. No cosechó tan buen vínculo con Curutchet y Goyeneche. Por ahora, con Adeom no ha tenido grandes choques.

Y aunque en el Partido Nacional han sido muy críticos con la gestión municipal en general, algunos ediles recuerdan que como presidente del sindicato de funcionarios de la Junta Departamental “jugó para todos los partidos” y se mostró como un “muy buen negociador”.

¿Demasiado joven? ¿Poco preparado? “Con su conocimiento adquirido en la prosecretaría, no dudo que estará a la altura de las circunstancias. No ha hecho una carrera vertiginosa. La vida lo ha puesto allí”, respondió Moreira.

Para Garcé, que años después volvió a encontrárselo al coincidir en una charla sobre política y juventud, Di Candia está “muy preparado”. Se lo dijo a él hace un tiempo: “¿Te acordás de lo que hablamos? Olvidate. No estudies, dedicate a la militancia”, le bromeó.

Sus hasta ahora compañeros de gabinete dicen que el hecho de haber ocupado la prosecretaría le da el “bagaje institucional” suficiente como para desempeñarse bien como intendente. Además, todos repiten lo mismo: Martínez les inculcó el trabajo en equipo y eso, ahora, les da “tranquilidad”.

Di Candia les ha confesado a sus amigos sus temores. También les dice que le pondrá “el pecho a las balas”. Y aunque se sabe “muy espontáneo” y no puede “dejar de ser él”, es consciente de que tendrá que cuidarse: en plena campaña, sus pasos se verán con lupa.

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