SELECCIÓN

Diego Alonso revirtió la situación contra (casi) todos los pronósticos. A cuatro fechas para el cierre de las Eliminatorias rumbo a Catar 2022, tomó a la selección uruguaya golpeada anímicamente, en el séptimo lugar y con la calculadora a mano. Sin embargo, ganó los primeros tres partidos, clasificó con una fecha de anticipación por primera vez desde que las clasificatorias se juega en este sistema de todos contra todos.

Incluso puede terminar tercero el próximo martes si suma ante Chile y Ecuador cae con Argentina. Ya alcanzó en puntos a la Tri, pero la diferencia de goles los deja en el cuarto lugar. Y eso que acortó la brecha, porque hasta el momento bajo la batuta del DT, el equipo marcó seis goles y solo le convirtieron uno.

El Tornado cambió muchas cosas en el día a día y en la interna Celeste. Le abrió las puertas a varios futbolistas que no estaban en la consideración, comenzó a manejar un grupo de nombres de casi el doble que había antes y armó un equipo de juveniles para entrenar junto a la mayor y planificar los partidos. Eso, simplemente, por nombrar tres grandes cambios sumados a su impronta: de exigencia en cada práctica, de motivación individual y grupal y de estudio y análisis junto a sus colaboradores y un grupo de scouting. Sin embargo, al menos en nombres en la cancha, el equipo cambió poco en relación al que venía jugando anteriormente con el maestro Tabárez.

De arranque, en las tres oncenas que iniciaron desde el vamos, hizo debutar a tres futbolistas: Sergio Rochet (ya había sido citado por Tabárez, pero nunca había tenido minutos), Mathías Olivera y Facundo Pellistri. Justamente los dos últimos no estarán mañana ante Chile, en un partido ya casi anecdótico, por precaución y suspensión respectivamente.

El primero ingresó casi que con el consenso popular ante la ausencia de Fernando Muslera por lesión. Luego, con buenos rendimientos, Alonso lo mantuvo para esta doble jornada ya con Nando de regreso en el plantel. Un espaldarazo para un arquero que entró en el momento más crítico de la Eliminatoria y en lugar del que más veces se paró bajo los tres palos del arco de la selección en toda su historia (131). Además, vale recordar, que el DT tampoco optó por el sustituto natural que venía jugando por Muslera: Martín Campaña. Rochet pasó de pelear por el tercer lugar entre los arqueros a ser titular. Mostró solvencia en Paraguay, resolvió sin inconvenientes ante Venezuela y fue figura excluyente contra Perú.

En el segundo caso, la mano de Alonso queda aún más evidencia porque Olivera era una futbolista que ni siquiera venía siendo citado ni estando en la consideración. Es decir que con el cambio de entrenador se posicionó por delante de Matías Viña, Martín Cáceres y Joaquín Piquerez. El jugador del Getafe fue de los puntos más altos en estos primeros tres encuentros: un lateral firme en la marca, con unas condiciones físicas notables y que mostró su buen potencial ofensivo.

El tercer caso, y el más llamativo, fue el de Facundo Pellistri. Con pocos minutos en el Alavés y sin antecedentes en la selección mayor, ingresó primero en la lista de reservados. Allí su inclusión no hizo tanto ruido porque había varios jugadores más en esa extensa nómina y con situaciones similares a las de él. Sin embargo, su confirmación en la lista final y luego su inclusión desde el vamos en el debut de Alonso, en Asunción, sorprendieron a todos. El Tornado apostó por su velocidad y desequilibrio individual pese a su juventud, falta de minutos e inexperiencia en este tipo de encuentros. Pellistri aprobó el examen con Paraguay, la rompió ante Venezuela y fue uno de los puntos altos del equipo el pasado jueves en la clasificación ante los incaicos.

Son tres casos de futbolistas que hicieron su estreno y le cambiaron la cara a Uruguay. Otros, también mérito del entrenador, levantaron su rendimiento con el cambio de posición: Ronald Araújo como lateral y Giorgian De Arrascaeta jugando libre detrás de los delanteros y no por banda. Es el ojo clínico del Tornado Alonso.

Con el nuevo DT, también debutaron otros jugadores como Agustín Canobbio y Damián Suárez. El primero ingresó en los dos primeros partidos y dejó una buena impresión. Actualmente no está en esta convocatoria por lesión. El Zorro entró en los tres partidos y se transformó en uno de los primeros cambios del entrenador. Sebastián Sosa, Leandro Cabrera y el Diente López, fueron citados por primera vez a la mayor de la mano de Diego Alonso.

Pese a que el resultado del partido ante Chile de mañana no cambiará nada para la Celeste, Alonso deberá armar el 11 sin dos de sus piezas titulares: Olivera y Pellistri. Matías Viña surge como el gran candidato a pararse en el lateral izquierdo. De todos modos, de acuerdo a lo que pudo saber Ovación, el equipo podría tener alguna modificación más que estas dos obligadas.

El otro que no estará a disposición es Matías Vecino debido a "restricciones sanitarias del Ministerio de Salud de Chile para extranjeros no residentes", informó la AUF. El jugador está recién recuperado del covid-19.

El plantel viajará hoy a la mañana a Santiago de Chile para el cierre de las Eliminatorias.

El arquero de 29 años le ganó la pulseada primero a Campaña y luego también a Muslera cuando volvió de su lesión. Respondió satisfactoriamente en los dos primeros encuentros y fue figura en la clasificación ante Perú. Fue una de las cartas más fuertes que jugó el Tornado en su arranque ciclo como entrenador Celeste.

El lateral de 24 años tuvo su chance de ser titular y respondió como si tuviera en su espalda 20 o 30 partidos en la selección mayor. De los puntos más altos del equipo en estos tres partidos. Se entendió muy bien con Valverde y Suárez. Cumplió en defensa, pero le agregó a la Celeste mayor proyección ofensiva. "No participará del partido con Chile por molestias en una de sus pantorrillas. Viaja a España para reintegrarse a su club", informó anoche la AUF.

Una hora antes del partido en Paraguay, sorpresivamente, se conoció que sería titular. Salvó el debut. El DT le devolvió la confianza ante Venezuela y fue figura. Contra Perú repitió otra buena actuación y dejó atrás los cuestionamientos sobre su convocatoria. Alonso se la jugó por Pellistri y él le tapó la boca a todos. Suspendido para jugar con Chile por acumulación de amarillas, ayer retornó a España para integrarse al Alavés.