Por Aureliano Rodríguez Larreta
El legendario golfista exnúmero uno del mundo, Tiger Woods, regresará esta semana a la competencia para disputar una nueva edición del Genesis Invitational en Los Angeles. El torneo contará con un total de US$ 20 millones a repartir como respuesta a la puja económica del circuito LIV.

Tiger, de 47 años, parece haber superado sus problemas de fascitis plantar, dolencia que le venía impidiendo competir en un torneo oficial durante los últimos meses. Solamente se lo había visto durante el PNC junto a su hijo y en una exhibición, ya que ambas competencias le permitían jugar en carrito algo que no se puede hacer en un torneo oficial del PGA Tour.

“Estoy listo para jugar un evento del PGA Tour la próxima semana”, dijo Woods en sus redes sociales. Será su primer torneo del PGA Tour desde octubre de 2020, en el Zozo Championship que se disputó en California debido a la pandemia. El problema principal de Tiger era la movilidad, “simplemente no puedo ir del punto A al punto B”, decía.

Es claro que su aparición la próxima semana es parte de su preparación para el Masters de Augusta en abril, primer torneo grande de la temporada y donde históricamente Tiger hace foco sabiendo que es ahí en donde tiene que lograr sus picos más altos.

Woods se estaba recuperando de una quinta cirugía de espalda en febrero del 2021 cuando tuvo un accidente automovilístico en una carretera de Los Angeles en el que sufrió múltiples fracturas en la pierna y el tobillo derecho.

Estuvo imposibilitado de jugar durante 14 meses, pero reapareció en Augusta en donde increíblemente logró pasar el corte clasificatorio. También fue de la partida en el PGA Championship donde si bien logró pasar el corte, debió abandonar en la tercera ronda tras dificultades físicas.

Durante las exhibiciones que disputó pocas semanas atrás se lo vio en gran forma en lo que respecta a su swing de golf y su habitual habilidad para pegar cualquier tipo de tiro. La cuestión ahora es saber si está en condiciones físicas de poder disputar un torneo oficial bajo presión durante cuatro días seguidos.

Es evidente que si va a jugar es porque no solamente cree estar pronto, sino que está pensando en ganar el torneo. Tiger siempre declaró que para él no tenía sentido ir a jugar un torneo si el objetivo no era ganarlo. Si va a jugar es porque ya probó su condición física y la fineza de su juego para no decepcionar a los aficionados que seguramente estarán atentos a la participación del Tigre a partir de este jueves.

El mundo del golf se alegra al saber que uno de los mejores jugadores de la historia vuelve a las canchas. La pregunta es ¿será este el comienzo de una nueva vuelta de Tiger Woods a la élite del golf mundial?