Sebastián Boselli, una de las figuras de Uruguay en el triunfo ante Túnez, mostró su orgullo por haber vestido la cinta de capitán de la Celeste luego de que el entrenador Marcelo Broli decidiera sustituir al dueño del brazalete, Fabricio Díaz, en los minutos finales del partido.

"No sé si pesa", respondió ante la consulta de los periodistas sobre la importancia del capitanato para luego agregar: "Es un orgullo y una alegría inmensa. Tengo la suerte de tener a varios compañeros que pueden usarlo y es un privilegio (que me lo hayan dado a mí)".

El zaguero, perteneciente a Defensor, jugó un partido redondo. Si bien falló en una acción defensiva durante el segundo tiempo, hizo un buen trabajo en las dos áreas y tiró el centro que derivó en el penal a favor de la selección uruguaya.

Consultado por sus sensaciones tras el encuentro, destacó: "Hay que estar muy atento atrás. Sabés que cualquier pelotazo o pelota a nuestras espaldas puede costar caro. Por suerte, estaban Facu (González) y Mattu (por Alan Matturro), que cuando yo no pude, pudieron ellos".

"En el primer tiempo creamos mucho y al no poder mandarla a guardar capaz que nos afectó en lo anímico. En el segundo tiempo ellos salieron más arriba y al principio nos costó. Después, pudimos encontrar la forma, tuvimos un par de chances e hicimos el gol", agregó.

Boselli dijo haberse sentido cómodo tanto en la línea de cuatro como cuando el equipo pasó a jugar con tres en el fondo. "La línea de tres te da un hombre más en mitad de cancha que te genera juego más asociado".

Tras vencer a Túnez, Uruguay accedió a los octavos de final del Mundial Sub de Argentina al finalizar en el segundo lugar del Grupo E.