Rodolfo Catino: qué pasó con las juveniles de Peñarol, el gran error de Ruglio y la idea que nadie quiere votar

Desde 2011 integra el Consejo Directivo de Peñarol. Fue parte del oficialismo en su momento y de la oposición en otro, como ahora. En enero de 2025 Rodolfo Catino asumió como secretario general tras la renuncia de Edgardo Novick a ese cargo y a partir de ese momento guardó silencio.

Pero ahora, luego de una temporada en la que entiende "se hicieron las cosas muy mal", habló con Ovación de varios temas importantes en lo deportivo, pero también en lo institucional de un club que se apronta para un 2026 de turbulencias ya que a los objetivos que se trazará dentro de la cancha, se le suma un aspecto clave: será año electoral.

Del "mal momento" de las juveniles pasando por el alejamiento de Peñarol de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el "embanderamiento innecesario" de Ignacio Ruglio con la empresa Tenfield, de la crítica al actual presidente y de una idea suya que nadie votó como la de instalar el Fair Play Financiero para los dirigentes y para el club, Catino rompió el silencio y no se guardó nada.

Foto: Ignacio Sánchez.

¿Qué análisis haces del año deportivo de Peñarol?
—Hubo momentos buenos y de los otros. Arrancamos mal, perdimos pie y después lo pagamos caro, pero vi cosas buenas, vi momentos en que todos nos esperanzábamos, nos ilusionamos y lamentablemente terminó mal. Así que el balance es negativo porque Peñarol tiene que salir campeón siempre y es lo que espero para 2026. Si no salimos campeones el balance no es positivo.

— ¿Por qué no se dieron los resultados esperados?
—Hay varias razones. Primero, las contrataciones no fueron las que necesitaba el equipo. Tuvimos alguna lesión como la de Cabrera, por ejemplo, y nos quedamos sin reemplazo. Teníamos tres o cuatro jugadores para un puesto y uno para otro. Diego Aguirre miraba para atrás y no encontraba un sustituto. Ahí es donde empezamos a perder el campeonato, porque si bien había jugadores, el plantel titular era corto.

— ¿Y a nivel institucional qué balance hacés?
—A nivel institucional esto es una continuidad de cinco años en los que se ha venido mostrando que no tenemos una política clara y seria.

— ¿En qué sentido?
—En formativas, por ejemplo. Desde que arrancó este gobierno en 2021, se desarmó absolutamente todo lo que había con un eslogan de “llenar a Peñarol de Peñarol”. Hoy los resultados están a la vista, han sido muy malos y no podemos responsabilizar a la directiva de formativas que no tiene ninguna injerencia en esa política que marcó el oficialismo actual, destruyendo algo que había funcionado muy bien. La identidad de Peñarol no se construye expulsando a los profesionales ni gente que sabe, que trabaja, que proyecta las cosas. No hay una política ni una estrategia definida, no hay un trabajo pensado hacia dónde vamos. A veces nos dicen “queremos cambiar este por este otro”. No pongas aspirinetas. Vamos a hacer un proyecto. Se trabajó de 2009 a 2020 y en 2021, cuando agarró este gobierno se cambió todo. Se habían transformado las formativas de Peñarol. Salieron jugadores como Valverde, Rossi, Pellistri, Darwin Núñez, Nahitan Nández, Facundo Torres, el Canario Álvarez. La lista es larga. ¿Después de eso qué pasó? Desmantelaron todo y sin un plan de trabajo.

Foto: Ignacio Sánchez.

— ¿Cómo oposición, pediste un cambio en este tema?
—No estuvimos de acuerdo con el proceso que se instaló cuando entró Bengoechea. Lo dije hasta el cansancio. El gran problema es que no hay una política de trabajo. No hay una visión de “vamos hacia allá”. Había que hacer política barata y decir “esto está mal así que lo vamos a cambiar”. En 2021 desarmaron todo: echaron a la captación y al coordinador de juveniles. Y hoy no se trata solo de traer una persona, se trata de reconstruir una estructura con un plan de trabajo. Fui presidente de Juveniles nueve años y hoy puedo decir que si tenemos problemas estructurales como los tenemos, se debe hacer un plan de trabajo reconstruir la estructura. ¿Qué necesidad había de romper lo que estaba bien para terminar 70 puntos atrás de Nacional?

— ¿No ganar duele tanto a ese nivel?
—No, estoy de acuerdo con que necesitás sacar jugadores y no solo ganar campeonatos. Está bien. Pero lo que no está bien es quedar a 70 puntos de Nacional en la tabla. ¿Qué mensaje mandaste con el cambio? Mandaste un mensaje a los padres de los juveniles y a todo el medio: Peñarol está mal. Y eso se está viendo. Es la realidad.

— ¿A nivel de Consejo Directivo se definió algún cambio en formativas después de este 2025?
—Ruglio dijo que tendrá una reunión con gente de juveniles. Están intentando contratar personal en distintas áreas. Eso tiene que formar parte de un plan de trabajo en el que vos digas “quiero ir hacia este lado, quiero hacer esto, contratar esta persona porque es técnico y sabe de esto, ponerlo acá, vamos a tratar con los contratistas de esta manera, vamos a buscar este tipo de jugador, poner este tipo de entrenador”. Pero en el fondo todo es para sacar estados de WhatsApp para tirar la noticia y que la gente diga si está bien o mal, pero en el fondo cero contenido. Un club no se gobierna por estados de WhatsApp. Es poco serio eso.

— ¿Se quiebra la paz del club cuando no se ganan campeonatos?
—Mirá, yo estuve todo el año en silencio siendo el secretario general, cargo que no pedí. Me pidieron mis compañeros. Pero decidí no hablar para no generar ningún tipo de ruido que pudiera interferir en los resultados finales deportivos, porque eso es lo que a mí más me importa. Yo quiero que Peñarol sea campeón el año que viene, es lo único que quiero. Pensaremos en las elecciones dentro de siete u ocho meses, cuando estemos más cerca. En lo único que estoy pensando ahora es en ganar el Apertura, el Intermedio y el Clausura. ¿Y cómo se logra eso? Hablábamos recién de formativas y en eso estoy pensando, en cómo hacer para que Peñarol gane también dentro de cinco o seis años con jugadores del club porque formativas es un tema mucho más profundo, es algo para el futuro. Vos en un club como este tenés que pensar en cinco o 10 años para adelante. Si bien ahora hay que contratar jugadores y hay que salir campeón porque la gente lo que quiere es eso y nosotros también, la realidad es que el club va a continuar después de nosotros, porque nosotros vamos a pasar. Y yo quiero dejar un club mejor que el que me dejó mi padre o nuestros abuelos. Quiero dejar un club mejor y para eso hay que hacer muchas cosas que hoy no se están haciendo.

Foto: Ignacio Sánchez.

— ¿Cómo es ser oposición de Ignacio Ruglio?
—Es triste porque no te permite participar y no tenés posibilidad de tomar decisiones. A veces das consejos y ves cómo se encierra en un cuartito y hace los negocios sin que uno pueda aportar. No digo que haya nada raro, sino que no permite otra opinión. Yo estoy acostumbrado a un Consejo Directivo en el que se discutía todo, precios de pases, si se vendía o no un jugador, si se compraba o no. En este Consejo no se discute eso. Lo deciden dos o tres encerrados en un cuarto. Y después tengo que terminar firmando muchas veces como secretario porque no hay más remedio. No ha sido una buena etapa para el club y se perdieron hasta ahora cinco años. Esperemos que Ruglio recapacite y que este último año pueda cambiar y aceptar ayuda de un montón de gente que es valiosa dentro de Peñarol.

— ¿Tenés algo para resaltar de la gestión Ruglio?
—Sí. La continuidad de la política de construcción de infraestructura. Peñarol hizo el estadio, y durante los gobiernos de Damiani y Barrera se compraron los terrenos donde hoy Ruglio construyó la Casita de los Juveniles que estaba proyectada y se hizo la Ciudad Deportiva que también estaba proyectada. Eso ha sido muy positivo. Pero me hubiera gustado que se hicieran llamados de precios para esas obras.

— ¿Y qué le criticás a la gestión Ruglio?
—En primer lugar, los resultados deportivos han sido los peores de los últimos 15 años. Ganamos dos campeonatos uruguayos de seis cuando veníamos levantando y cambiando. Es verdad que si mirás desde el 2000 en adelante puede haber números malos, pero yo tengo que mirar desde que entré a Peñarol y desde 2009 a 2021 tenemos muchos mejores resultados que desde 2021 hasta ahora. Dos torneos de seis y cero punto en una Copa Sudamericana el peor resultado internacional de la historia. La parte deportiva ha sido, por lejos, lo peor que ha tenido Ruglio. Después está esa forma de manejo del club mediante estados de WhatsApp. Un presidente tiene que tener otra altura, otra forma de comunicación con el entorno. Si mañana Ruglio deja de ser presidente, Peñarol va a tener una tarea muy importante para reconstruir los puentes que ha dinamitado con todo el resto del fútbol.

Foto: Ignacio Sánchez.

— ¿Lo decís por la relación con la AUF?
—Sí, claro. Yo no digo, y hago énfasis en esto, que no haya que criticar los jueces, a la AUF o que no se discutan temas. Pero una cosa es discutir y otra, muy diferente, es pelearse a muerte con insultos y desprecios que dinamitan puentes. Luego se hace imposible recomponer relaciones. Peñarol tiene que estar en la AUF, tiene que volver y eso es algo que hay que reclamarle a Ignacio Alonso porque el club más grande del país tiene que estar representado. No se abandonan los puestos de lucha.

— ¿Te molestó el apoyo público de Ruglio a Tenfield?
—Una de las peores cosas que escuché de un presidente de Peñarol en mi vida fue cuando Ruglio dijo que era hincha de Tenfield. Me parece absolutamente inaceptable para un presidente de un club como este. Podés estar de acuerdo con la política de uno u otro, pero para un hincha de Peñarol, Peñarol es mucho más grande que Tenfield y que la AUF como para embanderarse de esa manera. No necesitamos defender a nadie fuera del club, necesitamos defender a Peñarol, que es lo más importante en todo esto.

— ¿Va a ser un año de turbulencias por ser electoral?
—Va a haber movimiento. Eso es natural, es lógico. Yo voy a tratar de seguir en la misma posición, en silencio lo más posible, pero entiendo que mis compañeros tienen el derecho a hablar y marcar discrepancias.

— ¿Le hace bien a Peñarol?
—Yo creo que en este momento se necesita un cambio en el club. El objetivo es salir campeón pero hay que cambiar algunas políticas. No es que quiera cambiar a Ruglio. Si Ruglio hubiese ganado los seis campeonatos, hasta yo lo voto (risas). No se trata de eso. Hay muchas cosas para cambiar. Una de las más importantes es que los socios debemos reclamar Fair Play Financiero al club y a nuestros dirigentes. Desde 2017 presenté todos mis estados de responsabilidad y declaración de bienes. Fui el único que lo hizo. Peñarol necesita el Fair Play Financiero de los dirigentes. El socio tiene que saber de qué vivís, qué hacés, qué bienes tenés, de dónde sacás la plata. Entiendo que muchos no quieren esto, pero estamos administrando bienes de los socios y tiene que haber transparencia.