Redacción El País
Se visten diferente al resto, son los únicos que pueden tocar la pelota con la mano y, aunque compiten por el puesto, en la mayoría de los planteles son los que se relacionan mejor y entablan una buena amistad. Los arqueros son como un gremio aparte en el fútbol y Luis Mejía y Martín Campaña, representantes de Nacional y Peñarol, dieron muestra de ello.
La temporada 2025 comenzó con alta intensidad para los equipos más grandes de la Liga AUF Uruguaya. Tricolores y aurinegros jugaron tres clásicos en el 21 días del verano uruguayo, el duelo por el Torneo Apertura cayó en la segunda fecha y el panameño y el uruguayo tuvieron de qué hablar.
Mejía atajó los tres partidos clásicos del año y Campaña, que se sumó para esta temporada al equipo aurinegro, se quedó con el puesto en el equipo de Diego Aguirre y fue titular en el último encuentro que terminó con empate 1-1 en el Gran Parque Central.
A veces héroes, a veces villanos, la posición de arquero es un tanto ingrata y no pueden dejar ningún detalle librado al azar. Rivales dentro de la cancha, pero colegas fuera de ella, Luis Mejía y Martín Campaña comparten al mismo proveedor de guantes.

Este martes al mediodía, los arqueros de Nacional y Peñarol coincidieron en el local Rinat y estuvieron hablando cerca de media hora de forma muy amena. El panameño le consultó al uruguayo cómo se estaba sintiendo en su vuelta al país y al fútbol luego de atravesar una larga lesión y los dos abordaron un tema que preocupa a muchos jugadores del fútbol uruguayo: la nueva pelota, que aparenta ser más liviana que la anterior.
Para Mejía, desde hace varias temporadas en el fútbol uruguayo y, probablemente, el mejor arquero del medio, el cambio de pelota fue significativo puesto que la Liga AUF Uruguaya cambió de proveedor. Para Campaña es otro desafío en su adaptación tras su vuelta a Uruguay luego de un periplo de ocho años en el exterior, entre los que jugó en Independiente de Avellaneda y Al-Batin y Al-Riyadh de Arabia Saudita.
Habitualmente este tipo de arqueros profesionales suelen usar un par de guantes cada tres partidos oficiales y en particular, en el caso de estos dos, sus guantes tienen detalles particulares que responden a las exigencias, necesidades y preferencias de cada uno, además de personalizaciones como nombres y logos personales en el broche.

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