Por Enrique Arrillaga
Tener caja le permite a un club estar ordenado y traer jugadores, sobre todo cuando se trata de una institución como Peñarol que está siempre obligada a ganar títulos, algo que en 2022 quedó totalmente en el debe.
Pero hoy la historia es otra y el 2023 el mirasol lo empezó de otra manera ya que salió al mercado para armar un equipo que en nombres sobresale de la media para el fútbol uruguayo y que a nivel internacional le alcanza para poder ilusionarse con un buen papel en la Copa Sudamericana.
Y la razón por la que el club apostó fuerte a los refuerzos responde a la mala temporada en 2022 pero también al orden económico que Ignacio Ruglio le quiere dar al club.
Para muestra de eso, el lunes por la tarde el titular mirasol publicó en sus estados de WhatsApp que “hace unos minutos en el Palacio Peñarol firmamos la cancelación del fideicomiso 1 que tenía abierto nuestro club. Cuando tomamos la conducción, Peñarol tenía 3, por varios millones de dólares. El club no ha vuelto a tomar crédito y de seguro no tengamos que tomarlo durante el resto de nuestra administración. Solo nos queda al día de hoy 1/4 del fideicomiso número 3 y en octubre de este año estaríamos terminando ese saldo dejando a Peñarol sin deudas con intereses y ahorrando unos 900 mil dólares (era lo que se generaba por año cuando asumimos). Es un gran orgullo ya que ha llevado muchísimas horas de trabajo de mucha gente en estos dos años”.
En diálogo con Ovación, Ruglio remarcó que “esto está sucediendo mientras nos reforzamos de buena manera pero también mientras estamos haciendo obras de infraestructura que serán pagas en nuestro período”.
Por otra parte, consultado acerca de las claves de esa reducción de deudas, el presidente carbonero dijo que “fue gracias a varias cosas. La primera es que en los dos primeros años funcionamos en 2021 y 2022 con un 40% menos de presupuesto y logramos bajar el gasto anual del club en 7 millones de dólares. Quiere decir que esa baja que hubiesen sido 14 millones de dólares más en esos dos años sumado al ingreso por las ventas de Facundo Torres, Agustín Álvarez Martínez, Joaquín Piquerez, Agustín Canobbio y el dinero que entró por Tito Formiliano y Jesús Trindade, nos permitió bajar el presupuesto anual”.
“Si Peñarol no bajaba ese presupuesto anual, las ventas de los jugadores solo servían para tapar el presupuesto y no para achicar deudas. El tema es que nosotros vendimos muy bien bajando el costo anual y eso nos permite bajar la deuda del club de forma permanente para invertir en la Ciudad Deportiva”.
Cuando Ruglio asumió en 2020, el presupuesto anual de Peñarol era de alrededor de 22 millones de dólares y hoy está en los 15 millones. “Y así fuimos campeones del Uruguayo 2021 y semifinalistas de la Sudamericana”, acotó el titular mirasol.
En cuanto a los números, Ruglio explicó que “Peñarol pagaba por año en 2019 y 2020 unos 900 mil dólares de intereses y hoy lo que aumentamos de presupuesto lo bajamos de intereses porque no se pagan más fideicomisos e intereses que el club tenía abiertos. Este año aumentamos el presupuesto fútbol y es gracias a eso”.
Otro punto que el presidente aurinegro remarcó es que “hasta el año pasado pagábamos de convenios, deudas viejas, excuerpos técnicos, exjugadores y deudas que aparecían casi 200 mil dólares por mes. Y en el 2021 más plata. Entonces tuvimos que ir eliminando todo eso para después en algún momento empezar a tener caja”.
Eso le permite a la institución poder contratar jugadores, tener dinero para pagar las obras de infraestructura como la Ciudad Deportiva, Las Acacias y Los Aromos, y sobre todo, tener el orden económico que Ignacio Ruglio pregonó durante su campaña previa a ser elegido como presidente mirasol.
Y después de los primeros dos años de gestión, el actual Consejo Directivo logró reducir el presupuesto anual, y también pudo pagar y cancelar deudas: “El objetivo es poder tener caja para contratar jugadores, ordenar el club e invertir en infraestructura”, cerró diciendo Ignacio Ruglio.
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